domingo, 30 de agosto de 2009

El ruido y la farsa de la evolución Darwiniana

"Ruido" - Joaquín Sabina



Los seres vivos evolucionamos, ya lo dijeron Darwin y Wallace, mal que les pese a religiones varias. La gracia de la evolución es que los seres vivos cada vez estemos mejor adaptados al ambiente. O eso había entendido yo, al menos. Justo en este año del bicentenario del nacimiento de Charles Darwin vengo a refutarlo. Mi hipótesis es que si los humanos hubiéramos evolucionado para adaptarnos mejor al ambiente, deberíamos tener a estas alturas párpados auriculares.
Sí, estimado lector: a estas alturas tendríamos que poder cerrar los oídos cuando no queremos escuchar algo, así como tenemos la capacidad de cerrar los ojos y la boca, y si me apurás, hasta las narinas.
Imagino que en épocas pretéritas, el silencio sería casi palpable, abrumador. Incluso para los habitantes de este mundo actual, tan posmoderno, tan occidental y tan poco cristiano, aquel silencio nos resultaría atronador. Apenas si el susurro del viento entre las hojas, o el rumor del agua de un arroyo, los cantos de los pájaros, los zumbidos de los insectos, algún gruñido esporádico... Hasta que llegó la civilización, la urbanización, la industrialización, el motor de combustión, la aeronavegación, el marcapasos del corazón, y la bordeadora eléctrica.
Ya no es posible escuchar el silencio. Ruge la descarga de la cisterna, tictaquean los relojes, chifla el microondas, suena el teléfono, silba la caldera cuando hierve el agua, ronronea el lavarropas, repica la picadora, grita el locutor de la radio, aúlla el conductor de la tele... Y el tránsito con sus motores, sus frenadas y sus bocinazos, y los perros de apartamento que ladran y ladran, y los vecinos que gritan, y ni te digo si vivís en un edificio con ascensor... Cada vez que alguien lo usa, tiranos temblad!
Pero ese es un camino sin retorno, y las ventajas y las comodidades de la civilización se pagan con ruidos molestos: moriré abrazada a mi horno de microondas.
A todo esto, no he llegado aún al meollo del asunto. Esos ruidos ya casi ni me molestan; es más, casi ni los percibo, y no por hipoacusia, sino por resignación acostumbrada. A lo que me quiero referir es a la obligada música de fondo de los últimos tiempos.
Hasta hace unos años –no tantos, no te vayas a creer- una escuchaba música o programas de radio, si quería hacerlo, en su casa u otro lugar físico determinado, porque la música era inamovible. La radio, el tocadiscos, el grabador, estaban ahí quietitos y una se ponía al lado para escucharla. Después la música se hizo móvil: el walkman, el discman y ahora el mp3 y números subsiguientes, inventos maravillosos si los hay, permitieron que una pudiera llevarse la música que quería escuchar consigo.
Ahora bien: ¿a quién carajo se le ocurrió ponerles parlantes a los ómnibus y a los taxis? ¿A quién se lo ocurrió ponerles música a los teléfonos celulares y además, agregarles parlantes? Un viaje en ómnibus implica bancarse el imprescindible ruido del motor, los gustos radiales –musicales, periodísticos, deportivos- del conductor del ómnibus que con la generosidad que lo caracteriza comparte con todos los pasajeros su Ricardo Arjona
[1], su Fernando Vilar[2] o su Toto Da Silveira[3], los ocho ringtones diferentes de distintos pasajeros –que van desde gritos de Homero Simpson a fugas de Bach pasando por la música de Misión Imposible- la insufrible cumbia villera que los adolescentes (y adultos) lanzan como bombas de gas lacrimógeno desde el fondo del vehículo y los dos guitarristas que suben al ómnibus a zumbar este gallo en medio de la gallera[4].
Como si esto fuera poco, la universalización de la telefonía móvil trajo, amén de los cacofónicos y usualmente ridículos ringtones, la explicitación de lo privado: una se ve obligada a escuchar conversaciones que no le interesan en lo más mínimo. Es así, insoportable co-usuario del transporte colectivo, no sólo me rompe los tímpanos la execrable musiquita que le pusiste a tu teléfono, sino que no sabés cómo me jode enterarme de los detalles de tu divorcio, lo que hiciste de cenar, que tu hijo sacó muybuenosote en la maqueta del sistema solar, que te hiciste la planchita, que vas en el ómnibus porque se te rompió el auto y el mecánico te dijo que lo tendría pronto recién para jueves o viernes, que...
Juro que me anudo los auriculares de mi propio reproductor de mp3 por debajo del hipotálamo de tanto que me los meto en los oídos, pero nada me aísla de ese indeseado e indeseable ruido de fondo.

A vos te hablo. Sí, sí, a vos. Poné tu celular en vibrador; si te vibra mientras vas en el 306 repleto decí bajito que vas en el ómnibus y que después hablás, metete tus auriculares en tus propios oídos y escuchá lo que se te cante, pero no me obligues a ser partícipe.

A menos que lo último que quieras escuchar en tu vida sea la ráfaga de la ametralladora que me compraré en Mercado Libre ni bien termine de escribir este artículo.






[1] Popularísimo músico guatemalteco que parece gustarle a todo el mundo menos a mí.
[2] Conductor de Telenoche, el informativo levemente amarillento de Canal 4, que es repetido por algunas radios.
[3] Sumo Pontífice del periodismo deportivo vernáculo.
[4] Fragmento de “Zumba que zumba”, del dúo Larbanois & Carrero (estos sí me gustan).

46 comentarios:

Santiago Vega dijo...

pah tnes razon a mi me re molesta cuando tan los chiquilines con la cumbia en los celulares a tdo lo que da, no se puede pensar porque el ruido se incumbe en el cerebro de uno, te dan unas ganas de pedirle por favor que lo apague, jaja
taria bueno tener oidos con parpados, entonces viviria uno mas tranquilo
besos

Susana Peiró dijo...

Ahhh, y ahora viene el veranito, se abren las ventanas y todas las músicas en un radio de 50 km (incluyendo los futuros bateristas, violinistas, pianistas, trompetistas) y los ladridos de todos los perros (y los de sus dueños)y las bocinas de los vecinos llegan nítidamente a nuestro hogar...
¿Nos hacen buen precio si compramos dos ametralladoras? ¿Y un cañón? ¿Y una docena de misiles?

andal13 dijo...

Santiago: yo no osaría pedirle a nadie que apague su musiquita, por miedo a terminar en la Emergencia con el celular incrustado en el colon transverso, Pero si vos te animás...

Susana: ¿Y los DJ ambulantes que ponen las radios de sus autos a todo trapo y circulan con sus ventanillas abiertas? ¿Y los escapes de las motos? "A machine gun! My kingdom for a machine gun!"

Martín dijo...

Por un momento me asusté, no vi post de mañana del sábado, y pensé que algo había pasado.

Aclarame lo de "levemente amarillento" del informativo del 4... jajaja.

Es cierto, los sonidos nos invaden, y en los medios de transporte es peor, sobre todo ahora que los viajantes decidieron que todos los demás queremos escuchar lo que ellos escuchan (del chofer, lo puedo llegar a entender, de última, está manejando, que escuche lo que quiera, pero lo de los usuarios que ponen la musiquita a parlante limpio, es una falta de respeto).

Igual me alegro ver que te salió la asesina serial de adentro... jaja.

Saludos ruidosos.

andal13 dijo...

Martín: ah, no llegué a tiempo para armar la habitual columna de sábado, porque estoy con muchísimo trabajo (cierre de promedios trimestrales) y no pensaba actualizar, pero hoy tuve un rato como para terminar este texto que tenía encaminado.
Y sí, en cualquier momento me salta la térmica y termino como Michael Douglas en "Un día de furia"!
;-)

ro dijo...

Esto me pareció brillante! Cada dos renglones estuve tentada de poner "en un todo de acuerdo" pero cuando llegué a la parte del gallo en la gallera cometí el pecado de reirme a las carcajadas (menos mal que no iba en el ómnibus, porque hubiera sido un ruido más. Me pareció un post excelente y provocador de la inmediata adhesión de cualquier ser humano normal.
En particular, respecto de que la gente habla alto de cualquier cosa, creo que en verdad se ha perdido el concepto de intimidad. Me encantaría que Barrán hiciera un estudio sobre eso, porque me parece interesantísimo cómo hemos pasado de una moral pacata, cerrada y ocultativa a una especie de pancartismo que expone en una vidriera la intimidad de la gente a viva voz.
Besos

andal13 dijo...

Ro: seguramente si compramos una docena de ametralladoras nos hagan algún descuentito...
El tema de hacer público lo privado es algo que me inquieta desde hace tiempo (ya lo había aludido en la crónica de las veredas, te acordás?) y me encantaría que alguien hiciera un abordaje serio del tema. Así que ni bien Barrán o Porzecanski lean estos comentarios, imagino que pondrán manos a la obra!

Santiago Vega dijo...

uh no yo no me animaria, aparte del coraje no tengo derecho, una vez estuve cerca de decirle a un planchin que iba sentado al lado mio pero preferi levantarme y viajar parado, cuando me pare me mande un resoplido y uno de ellos dijo pah y este?, pro yo no le conteste y asi paso la cosa, dos paradas despues ellos se bajaron en el prado y yo me quede sin asiento, jeje
asi son las cosas

andal13 dijo...

Santiago: en esos momentos me encantaría poder revolear mi varita mágica y dejarlos petrificados!

Nico Bari dijo...

Dos comentarios:

Primero, por lejos los peores son los que ponen la cumbia en el altavoz del celular y te hacen fumar su "selección musical" como si fueran los dueños del ómnibus...

Segundo, tendrìan que hacer extensivo el uso de plasmas en los òmnibus... mantengo mi versiòn: es una historia real!

Saludos!

andal13 dijo...

Nico: sindudamente!!! Un taladro neumático suena mejor que una de esas pseudocumbias obligatorias. Y estoy deseando subirme a un Cutcsa y desmayarme de la emoción ante la exhibición de cortos animados en una pantalla!

FLACA dijo...

Excelente análisis de la loca realidad que nos rodea con sus ruidos forzándonos a escuchar. Yo, los siento como una agresión, especialmente el ruido de la propaganda rodante que todo el día anda por Lass Piedras a toda voz.
Yo ya estoy sorda para casi todo. Puedo sustraerme a los ruidos y no escucharlos.

andal13 dijo...

Flaca: y agarrémonos pa'l temblor, ahora que arrecia la propaganda electoral y los bellísimos jingles de campaña llenarán el éter con sus sones!!!

Carolina Trinidad dijo...

Me dio la impresión de que algunos "sonidos" típicos de la sociedad actual te alteran, puede ser? ji, ji, ji!

andal13 dijo...

La impuntual: ¡Nooooooo! ¿Por qué te habrá dado esa impresión????

Carolina Trinidad dijo...

Además morí con el título!!!
Besitos

andal13 dijo...

La impuntual: ¿Vos sabés que al principio le puse sólo "Ruido", como la canción de Sabina? Después decidí que tenía que meter a mi admirado Darwin en alguna parte, y le agregué el resto.

Unknown dijo...

Que sería la modernidad si no tuviéramos tanto ruido, nada sería igual, como si faltara algo, la contaminación sonora es total en la ciudad, ya no queda nada por escuchar, porque es tanto el ruido que provoca la sociedad que ni se entiende que se oye o se escucha o se percibe.

Millones queriendo hablar y escuchar música, millones de maleducados imponiendo su gusto y opinión, las bocinas (invento que realmente no sirve para nada), los gritos, las frenadas, los motores, los electrodomésticos todo arma esta gran orquesta de la que pareciéramos no tener escapatoria.

Patética realidad, pero es la que nos toca y la que día a día ayudamos a construir. Nadie disfruta ni hace silencio, el silencio pertenece a otras culturas, no a esta cultura capitalista, occidental y del siglo XXI.

¡Y tienen parlantes los celulares! Faltaba más o faltaba menos para terminar todos “locos”, y por acá hemos “evolucionado” y ya no es cumbia lo que se escucha, sino que es reggaeton y su cultural música, con esas letras “maravillosas”, si falta que hagan la coreo y estamos listos. Dos o tres celulares al mismo tiempo imponen el ritmo y esto no termina ahí, he visto peleas graves por este tema de quien musicaliza el viaje y juega a ser DJ por un rato.

Lamentable época para intentar escuchar el cielo, la naturaleza, nuestro corazón o la voz de nuestra conciencia, a esta altura como no escucho nada de estas cuestiones esenciales ando perdido, a los tumbos, totalmente estresado y condenado.

Bajo ningún pretexto voy a aceptar la teoría de la evolución del hombre, no porque no crea en Darwin y su teoría, creo en dicha teoría, lo que no creo es que el hombre evolucione, más bien todo lo contrario, creo que el hombre involuciona diariamente.

La estupidez no tiene precio y no guarda silencio nunca…

Shhhhhhhhhhhhhhh!!!!… cuando harán silencio, si no tiene sentido lo que dicen o lo que escuchan… para que tanto alboroto, un poco más de consideración… habría que quitarle el tímpano a muchos así no molestarían más porque no podrían escuchar, perderían el entusiasmo (esto último se oye medio facho, ja).

Ruido y más ruido y el día que no acaba…

Como siempre una excelente entrada amiga, algo para pensar mucho y reírse un poco más, ya sabemos el dicho: “más vale reír que llorar”.

Voy a poner el programa en el que hablas, al margen de mi blog, para que otros sepan de su existencia (cualquier cosa que no quieras que este ahí, avísame).

Te dejo un beso grande.

HologramaBlanco

El Antihéroe dijo...

Si, si quiero estar en la pomada, tengo que seguir leyendo.
Te recomendaría invertir en un buen par de audífonos que aislen el sonido exterior, hay cosas que ya no van a mejorar y como vos decís, toca Ajo y Agua.
Otra que podemos hacer es como los japoneses, que ahora han puesto un tipo de guardianes de las buenas costumbres, señores ya de edad, instruidos en las buenas costumbres del antiguo Japón que se suben al subte, acompañados de un ponja patovica y van haciéndole notar a los pasajeros, todas las faltas de cortesía que están cometiendo(e.g. gente con audifonos que pueden ser escuchados por todo el mundo, señoritas maquillándose en público). Si los ponjas, que son tan civilizados, tienen que mandar un grandote que proteja a los veteranos de posibles ataques, en Montevideo, probablemente tengamos que mandar un Geo con cada uno que quiera imponer buenas maneras.

Peter Parker dijo...

A estas alturas el Ser Humano debería tener oidos como los de los hipopótamos, capaz de cerrarlos a su antojo.

El tema del bondi y los Ironmen (planchas), con sus celulares villeros al mango o las motos con parlantes (W T F), ya nos tienen a todos REPODRIDOS (estoy gritando).

Dudo que en esta república oriental lleguemos a instaurar a los sabios viejitos amantes de las buenas costumbres como hacen en Japón -como muy bien nos relata el Antihéroe-.

Me parece que tendría que hablar con el Punisher y que comiencen a llover balas. En una semana reinará el silencio.

Saludos.

P.D.: De última yo me pongo telaraña en las orejas.

Unknown dijo...

Yo por suerte, evolucioné che. Soy sordo. Bastante. Y es una bendición, qué querés que te diga. Yo creo que es la solución. Mi hermana, por ejemplo, es más sorda que yo, y usa audífono, entonces, cuando la cosa se pone espesa, aprieta un botoncito y se desconecta.
Y después queda otra salida: (si no puedes vencerlos, úneteles) comenzar a disfrutar de la posibilidad de saber chusmeríos salados de los que hablan por celular y darles opiniones que no te pidieron, como recomendarles tu abogado si se están divorciando y cosas así. Otra cosa es comenzar a apreciar la cumbia villera, hay que tener la mente abierta. Imaginate si a un planchita como el de Santiago V. le decís: "tá demás eso, ponelo más fuerte", y empezás a bailar en pleno pasillo del ómnibus y a empujar viejas y claro el guarda protesta y vos le decís, "es que no lo puedo evitar, se me mueven solas las piernas, si querés que pare decile a ese guacho que apague el celular". Y si está hablando el Toto, por ejemplo, le decís al guarda: "pero si es lo que yo siempre digo..." Y ahí empezás a reclamarle al pasaje, bien mala onda, en voz bien alta, que de su opinión y reconozca que el Toto es un crá. Para entonces, con tal de que esa loca de mierda se deje de joder, seguro apagan todo hasta que te bajes. Digo yo, no sé.

Fernando Terreno dijo...

Andrea: Es tal cual, a ese Arjona lo están por incorporar al código penal! Las penas serán en este orden: prisión perpetua, reclusión por tiempo indeterminado, escucha continuada de Arjona y silla eléctrica.
Con relación al asunto, escuché hablar a Drexler, no sé el nombre -no el que no ganó el Oscar, sino el otro-, que además de músico es médico y dice con pruebas al canto (justamente...) que estos auriculares y estos niveles de volúmen están aumentando los niveles de sordera de buena parte de la gente.
Bueno, peor es un novio con auto chico y equipo de audio potenciado...
Un abrazo y p'alante.

Fernando Terreno dijo...

Andrea: Es tal cual, a ese Arjona lo están por incorporar al código penal! Las penas serán en este orden: prisión perpetua, reclusión por tiempo indeterminado, escucha continuada de Arjona y silla eléctrica.
Con relación al asunto, escuché hablar a Drexler, no sé el nombre -no el que no ganó el Oscar, sino el otro-, que además de músico es médico y dice con pruebas al canto (justamente...) que estos auriculares y estos niveles de volúmen están aumentando los niveles de sordera de buena parte de la gente.
Bueno, peor es un novio con auto chico y equipo de audio potenciado...
Un abrazo y p'alante.

Marple dijo...

Andrea.
no opiné antes porque quería hacer algo que es medio raro .
Cuando me preocupa un tema no paro hasta tener la solución,je,je, al más puro estilo Miss Marple. .
Estaba sola hoy de tarde y me puse a leer tu artículo imaginando que estaba en la Radio.No imaginé a Eduardo, imaginé que estaba sola y leí y leí varias veces...
Practiqué algo que aprendí en la serie "Mad Men"
Cuando se quiere "vender" un producto a través de un discurso, hay que tener
-un contenido ( ya lo tenés y muy bueno)
_hay que estar absolutamente convencido de la verdad del tema
-hay que tratar de tener en frente un apoyo visual.(eso lo imaginé, porque no tengo mascota)

Entonces la conclusión a la que llegué es que hay que leerlo como si fuera algo muy serio, lentamente,para que esa seriedad en el tono, contraste con el humor del contenido y al final dirigirse al tarado que hace ruido con un tono onda cow boy antes del tiroteo, que indica que lo vas a matar si te sigue molestando.
Mi voz es espantosa, muy grave, pero lo pienso grabar,porque no sé bien si el experimento sale o no.
Por las dudas no me hagas caso.


Bueno, te lo quería decir porque me gustan mucho tus escritos y deben ser conocidos de cualquier manera.

En cuanto a los ruidos, te pongo sotemuybueno, nada más, porque te faltó uno imposible de imaginar para alguien de Montevideo, y que a mi siempre me ha perseguido: las campanadas de la iglesia
.He vivido como en cuatro casas cerca de la plaza y te puedo asegurar que antes de acostumbrarte, te resuenan en la cabeza varias veces al día.
En los ómnibus , ya hago lo que dice el Santi, escucho y me divierto con lo que dice la gente, hasta el punto de que en un viaje de dos horas he quedado con la cabeza torcida. Lamento no tener un grabador, sería material para flor de novela.
El único ruido que me espanta es el del teléfono fijo que acá se usa mucho,demasiado para mi gusto, y nunca ha sido para comunicarme que saqué el cinco de oro...

Perdón si escribí demasiado, pero es todo verdad, sobretodo el deseo de hacerte famosa:)

un beso

Raúl Avila dijo...

Como que no creo mucho en la dichosa evolución (el Inodoro Pereyra decía que no podía hablarse de evolución si la vaca tenía más tetas que las manos del hombre para ordeñarla).
Respecto a lo de los ruidos con la radio del chofer del ómnibus trato de ser tolerante, incluso cuando suena el insufrible Pettinatti (al fin y al cabo el tipo está laburando y hay que ponerse en su lugar).
Ahora lo de los cumbieros y sus celulares con el tecladito al mango, despierta el pequeño fascista que todos llevamos dentro.
Alguien debería explicarle a esos chicos, que no todos disfrutamos de "tequieeeeeroperonopuedovivirsintíiiiiiiiiteextraaaaaañooooooo" cantado (¿?) con voz nasal.
Bueno, te dejo que el tema de Don Gato y su pandilla me está avisando que tengo una llamada

Corto Maltes dijo...

gamos cuidado en algo: El mal que generan estos anormales que parece que no conocen lo que significa la palabra "auriculares" y mucho menos el buen gusto, no es que escuchen cumbia villera solamente, es !!!que escuchen musica por esos infraporqueria de parlantitos que suelen traer los malditos celulares!!!! Claro que me molesta escuchar cumbie villera por esa porqueria (en general la cmbia villera me molesta todo el tiempo), pero mas me molesta que escuchen algo me me gusta.
Genial el post.
Avisame a cuanto conseguiste la ampetralladora y fijate si tienen alguna bazooka a buen precio.

Germán dijo...

Fa, otra vez un tema candente che. Es así, parece que los coferes de todos lados tienen a Arjona como compañero de aventuras. Es pandemia, queloparió!
La solución del Santi me parece buena, empezás con que el Toto es un fenómeno o que es un payaso, medio a los gritos, y se terminó. El problema es que al tercer viaje ya te identifican como la loca del ómnibus. Hay que seguir pensando

Alvaro Acosta Maldonado dijo...

A parte del ruido (que es mucho más irritante de lo que describes) en Santa Marta ocurre un evento particular. Las personas al momento de abordar el bus (omnibus)pagan el valor del pasaje, y no esperan las vueltas. El conductor le entrega las vueltas al pasajero que tenga más cerca para que la pase hasta que llegue a su destinatario. No sabes lo irritante que es (prefiero aguantarme el ruido) recibir ese dinero y pasarselo al de atras para que este haga lo mismo hasta que llegue a las manos de su dueño.

Esto, evidentemente, dice mucho sobre la honestidad de las personas, pero es inexplicable por qué demonios no pueden esperar a que el conductor (o el cobrador) les entregue las vuelvas.

Buen texto, no conocía la canción de Sabina.
Saludos,
Alvaro

Unknown dijo...

Andrea:
Nos mató Alvaro con Santa Marta.
Eso sí que ni en los delirios más delirantes.¿Dónde queda esa ciudad?
Me voy para allá.
¿Vos te imaginás a los porteños o a los Montevideanos pasándose el vuelto?
Permitíme una sonrisa...Juá juá juá.
Qué maravilla. Y mientras se pasan el vuelto se entretienen y no te hacen escuchar cumbia.

Unknown dijo...

Tá. Ya sé. Es la Santa Marta de Magdalena, Colombia.
Ahí está bien que escuchen cumbia porque es lo de ellos.
No se puede creer lo del vuelto.

El Antihéroe dijo...

Vallenato para ser más exactos, no cumbia. Los costeños (Santa Marta, Barranquilla) es lo que escuchan. Saludos a Colombia!

Alvaro Acosta Maldonado dijo...

Un poco más de descripción: Es un evento que solo ocurre en Santa Marta (Colombia). En las demás ciudades que conozco no ocurre tal "fenómeno". Algo bastante peculiar y tremendamente sui generis, pero así es. Si analizamos seriamente nos damos cuenta que lo de la honestidad es muy relativo. Mientras colaboramos para entregar los vueltos (sean 50 pesos, o sean 48 mil pesos) nunca faltan los amigos de lo ajeno.

Escribiré un pequeño texto describiendo el asunto, haciendo un análisis de la "honestidad relativa" de los samarios. Pronto lo colgaré aquí mismo.

Unknown dijo...

ALVARO:
Me encantó lo de la "honestidad relativa"
Qué tema para Andal13!
Me parece genial que estos blogs sirvan para conocer nuestras costumbres nacionales.
Los latinoamericanos nos conocemos muy mal entre nosotros. De pronto empezamos a cambiar eso en estos ámbitos.
Yo, por ejemplo, gracias a vos y al antihéroe, trataré de informarme sobre el vallenato.

Abrazo

juan pascualero dijo...

No puedo creer que se ignore una de las costumbres más arraigadas del transporte de pasajeros a Playa Pascual. Debido a la negativa de los usuarios a "pasar al fondo que hay lugar", los choferes abren la puerta trasera por la que ingresan los nuevos pasajeros quienes pasan billetes de mano en mano hasta el conductor quien cobra y devuelve el cambio y el boleto de la misma forma. Nunca oí que faltara nada.

andal13 dijo...

Estimados amigos: por unos días estaré recontrasuperocupadísima y no podré responder sus comentarios como se merecen. De todos modos, veo que el blog está en buenas manos. Besos!

Alexis dijo...

Pa, ni me hables de eso, porque desde que se me rompió el mp3 no tengo qué carajo escuchar y me tengo que aguantar todas esas cosas :(
El otro día iba para el centro y me tuve que aguantar unas versiones siniestras en cumbia de Camionero de Roberto Carlos,

Usté vaya y desocúpese la vida, que nosotros la vamos a extrañar, pero no vamos a permitir nada raro acá.

Saludos.

Anónimo dijo...

Me gusta. :)

mArXelLa dijo...

Siempre (casi) tengo el teléfono en vibrador,pero ha sido motivo de reclamos porque a veces (siempre) no escucho cuando me llaman. Entonces...si alguna vez nos encontramos en la ruta que viajas ni te daras cuenta de q traigo el telefono jaja!. Besos
Aunque confesaré que la idea me ha parecido maravillosa, yo quisiera los sábados por la mañana cerrar mi capacidad auditiva y ahorrarme los ensayos de los chicos de a lado, que ademas de q no tocan bien, pegan unos gritos que dan miedo! :(
otro beso!

Unknown dijo...

Anoche me acordé mucho de esta entrada, salí de una obrita de teatro, chiquita pero fragmentada, y mi cabeza venía entretenida con eso que queda, con todo eso que trae y genera, hasta que subí al colectivo y un infradotado de esos estaba con su "¿música?" a un par de asientos de distancia.
No saqué la metralleta porque me condujo a este lugar y pude sonreír.

andal13 dijo...

Cr: uy, qué horror! Una que se queda con ganas de rumiar lo que acaba de ver, de ensimismarse sin jorobar al prójimo, y siempre hay alguien que viene a romper el clima...

by Lucho dijo...

El titulo me parece una wasada! Ke tiene ke ver la evolución con el plantiamiento del ruido?, ke manera mas horrible de desacreditar la evolución, si entenderias de evolución sabrias ke no se guia por nadie, se da al azar... y ke las adaptaciones son resultado de estas mutaciones.

Unknown dijo...

ANDREAAA!!!
De dónde salió ese energúmen@?????
KONTESTALE por fabor, o inoralo, es más mejor.

Unknown dijo...

Tá, perdón, no tendría que haberme metido. Es un pendejito adicto a los video games. Con esos ejemplares vos tenés experiencia profesional.
Debe ser algún ex-alumno vengándose por alguna bochada.

Anónimo dijo...

leyendo vario de lo publicada en una pretendida pagina de humor (¿)
no atisbo ni una brizna del mismo
en nada de lo escrito, en consecuen
cia " fuese y no hubo nada".

Unknown dijo...

Bo Andrea, cerrá las bentana questá entrando una briza como de taradez en vario de las ultima comentario.Se be que ese coso se cintio aludido i iso consienzia de su ubicacion como precordado en la ezcala sologica.

andal13 dijo...

Bo, Santi, yo para mi que si, unque como te digo una cosa, te digo la otra: no volusionamo nada... O la otra oción, es que les falta el jen de la risa (no yegaron a ser Homo ridens).

I hespero que no cean alunos mios, por fabor... los mios no tienen tanta falta dortografía ni de cintaci... y ce ríen de mis chistes!