viernes, 24 de diciembre de 2010

Ya era hora...

...de que publicara un saludo alusivo a las fiestas.


En estas fiestas te deseo:
  • Que sea cual sea tu fe, o tu falta de fe, tengas aunque sea por un ratito presente cuál es el origen de estas fiestas... La Navidad recuerda el nacimiento de un tipo que predicó el amor al prójimo, practicó la pobreza, desafió a los poderosos, y no dudó en dar su vida por sus ideales. Nada tienen que ver con eso los abetos, las bolas de vidrio de colores, las lucecitas, las cañitas voladoras, las tarjetas de crédito, los shopping centers, las comilonas, ni tomar hasta caer debajo de la mesa.  
  • Que el mejor regalo que recibas y que des sea encontrarte con las personas que querés y que te quieren, aunque sea un encuentro virtual porque esa persona está en las antípodas. Los televisores con pantalla LCD y las play station 3  jamás sustituyen a un abrazo,  una sonrisa, una palabra de aliento, o una oreja dispuesta a escucharte.
  • Que dejes de estresarte por si tenés que ir a la casa de Fulano o a la de Mengano el 24, y si ellos vienen el 31, por si lechón o cordero, porque el tío Perengano se pone pesado cuando chupa, por recontracargar la tarjeta de crédito, por no saber cómo la pagarás después,  por...
  • Que no se cumplan todos tus deseos, así te quedan algunos para desear en el futuro. Además, seguramente algunos de tus deseos cumplidos serían terribles... por ejemplo, ¿mirá si se cumpliera mi deseo de que se termine de una vez este calor insoportable y vuelva el invierno, eh? 
  • Que el próximo año sea al menos tan bueno como este, si es que el 2010 lo fue, o que al menos no sea peor. Que tengas momentos de felicidad, y no te deseo de los otros, porque seguramente los tendrás, pero sí te deseo que esos momentos te ayuden a valorar los buenos ratos. 
  • Que sigamos encontrándonos, por esta vía o por cualquier otra, porque indicará que estamos vivos, y bien como para leer estas pavadas (y yo estaré lo suficientemente bien como para escribirlas y dibujarlas!)


Un apretado abrazo.


martes, 21 de diciembre de 2010

Como no le dan bola...

Como sé que muchos de ustedes, fieles seguidores, no le dan bola a mi otro blog (Lápiz y papel), cuelgo aquí este material que está publicado hace varios días allá.
El trabajo originalmente se iba a publicar en G.A.S. Digital, pero no se publicó; por otra parte,  yo lo creía perdido cuando Dora (mi comPUTAdora) falleció en la paz del señor (que me repara la PC), pero como su disco duro reencarnó en un nuevo cuerpo, recuperé aquel trabajo. 
Helo aquí; cliqueen para ampliarlo (si tienen ganas).


domingo, 12 de diciembre de 2010

Pequeño manual para entender las invasiones inglesas

Cualquier habitante del Río de la Plata y zonas aledañas podría suponer que las antedichas invasiones fracasaron con rotundo éxito hace poco más de dos siglos; sin embargo, cualquier habitante del Río de la Plata y zonas aledañas sabe que eso no es cierto, ya que cada vez más incorporamos términos provenientes del idioma inglés a nuestra vida cotidiana, lo que provoca  distintas actitudes, desde la más férrea oposición al más conforme de los beneplácitos, pero la cuestión es que allí están esos términos, y más vale que te familiarices con ellos, de lo contrario vas a ser un extranjero en tu propia casa.
Es así que me propuse facilitarle las cosas  a aquellos lectores poco familiarizados con la lengua de Mick Jagger, y elaboré este pequeño glosario con algunos de los términos provenientes del inglés con que nos enfrentamos diariamente (con pronunciación incluída):

20% off (pronúnciese “veinte por ciento of”, y no “tuenti per cent of”): quiere decir que lo que sea que se venda allí tiene un 20% de descuento, o sea que sale más caro que en cualquier otro lado.
cd (cidí): sigla de compact disc, o sea, disco compacto, un disco igual a los de antes pero más chiquito y que tiene las canciones de un lado solo (las generaciones actuales desconocen el significado de “lado B”).
dvd (dividí): sigla de digital video disc, o sea disco de video digital, es decir, un video redondo y chato. Sirve para que los músicos puedan recaudar algún dinero vendiendo filmaciones de sus recitales, y para que las quinceañeras te regalen el video de la fiesta con la esperanza de que alguna vez lo veas.
e-book (ibúc): libro electrónico, de esos que podés tener guardados en la computadora, y leer en pantalla. Tiene la enorme ventaja que no hay que pasarle el plumero, porque no junta tierrita.
hd (pronúnciese “hachedé” y no “jéich di”): siglas de high definition, o sea, alta definción. Quiere decir que ahora vas a ver la tele con mayor nitidez y pagando mucho más que antes.
laptop (láptop): literalmente, “sobre la falda”, el término refiere a una computadora portátil que, contrariamente a lo que se supondría, no se puede usar sobre la falda porque no hay muslamen que aguante el peso y el calor del bicho ese cuando está prendido.
lcd (elecedé, no confundir con elesedé, que es otra droga): sigla de liquid crystal display, pantalla de cristal líquido, que es un material que lejos está de parecer cristal y mucho menos líquido, con el que se hacen pantallas de monitores y televisores; no confundir con las pantallas de plasma, que no sé lo que son pero cuestan diez veces más que las elecedé.
mouse (máus): literalmente, ratón, aunque no se aplica al simpático roedor amante del queso, sino a ese artefacto que se parece mucho más a una tortuga que a un ratón, que va conectado a la computadora y que permite hacer clic.
mousepad (máuspad): literalmente “almohadilla para el ratón”, es esa superficie generalmente rectangular de un indefinible material flexible, sobre el cual se desliza el máus de la computadora.
netbook (nétbuc): computadora portátil pero así de chiquita, como la que tengo yo.
notebook (nótbuc): literalmente, “libro de notas”, o dicho de otro modo, cuaderno; computadora portátil pero un poco más grande y más pesada que la anterior. Tiene otras funciones, pero ni yo ni vos sabremos jamás distinguirlas si no es por el tamaño, así que para qué explicar más.
pendrive (péndraiv): es un cuchufletito del tamaño de un encendedor común y corriente, que se conecta a una computadora de escritorio o portátil, y que aunque parezca mentira, permite almacenar información y traspasarla de una computadora a otra. Cosa 'e Mandinga que algo tan chiquito pueda guardar tanta cosa, como dijo Oppenheimer al reventar el átomo.
ringtone (rínton): cada uno de esos ruiditos, en su mayoría cacofónicos, que emiten los teléfonos celulares para avisar que ha llegado un mensaje u otro acontecimiento similar. Suele sonar en los momentos y situaciones más inconvenientes.
sale (séil): No, pedazo de bestia, no viene del verbo salir (como podría creerse al escuchar una frase tal como “El Yónatan sale del ComCar el mes que viene”); significa literalmente, venta. Quiere decir que allí se vende algo mucho más caro que en cualquier otro comercio que tenga menos pretensiones. Suele acompañarse de 20% off.
shopping center (yópin cénter; en particular los locutores de radio pronuncian yyyyópin como si se escribiera con j y no con sh): centro comercial, o centro de compras, es decir, un lugar grandote que reúne cientos de comercios pequeños o medianos, de distintos rubros. Como acá no entendemos que en inglés los adjetivos se colocan delante de los sustantivos, decimos “voy al yópin”, en lugar de decir “voy al cénter”, sin saber que esa acción es gramáticamente imposible.
sms (esemese): sigla de short message service; se trata de esos textos breves y generalmente ininteligibles que la gente se envía de un teléfono celular a otro.
touch screen (tachscrín): pantalla táctil, que tienen algunos teléfonos celulares y los meteorólogos de la televisión. Los comandos del teléfono o del mapa con la situación sinóptica se manejan con los dedos, por lo que la pantalla al final queda toda pegoteada, en particular si uno acaba de incorporarse una bomba de crema bañada en caramelo.

Seguramente me olvidé de un montón, pero por ahora, es lo que hay. Have a nice day!


A pedido del público:


outlet (áulet): entre otras cosas, quiere decir tomacorriente, pero aquí utilizamos el término para referirnos a una tienda en donde se vende al por menor. O sea tienda. O comercio.

jueves, 2 de diciembre de 2010

What the fuck are you talking about?*

Desde que los españoles llegaron a estas tierras, vieron un animal que no conocían, lo señalaron, le preguntaron al primer nativo que encontraron “¿Cómo se llama?”, y el nativo que no entendía lo que le decían repitió “¿Llama?”, y la llama se llama llama**, venimos teniendo problemas de interpretación y traducción. Ahora bien, el interés de esta columna -si es que algo de lo que escribo tiene interés- no pasa por abordar el tema de las traducciones en general, sino el de las traducciones de los nombres de las películas en particular, y más en particular aún, las de habla inglesa (las películas francesas o italianas son más "respetadas", o eso me parece, al menos).

Sí, esta tendría que ser una columna propia del blog La pulpera de Fernando Terreno, especialista en curiosidades cinematográficas, literarias y yerbas afines, pero como él no lo ha hecho, heme aquí haciéndolo mucho peor de lo que lo haría él.

Parece que ya Cervantes ponía en tela de juicio las traducciones:

«... y lo mesmo harán todos aquellos que los libros de verso quisieren volver en otra lengua: que, por mucho cuidado que pongan y habilidad que muestren, jamás llegarán al punto que ellos tienen en su primer nacimiento.»
(“El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, Primera Parte – Capítulo VI)

Y muy conocida es la frase italiana “traduttore, traditore!”, pero lo cierto es que gracias a esos profesionales, quienes no conocemos una cierta lengua, podemos igual disfrutar obras escritas o habladas en ella.

Ahora bien, no creo que haya traductor por muy traidor e hijunagransiete que fuere, capaz de cometer (y acometer) un título como ocurre en muchísimas de las películas de diversos orígenes que llegan a nuestros pagos. ¿Quiénes son los (ir)responsables de esto? ¿Los distribuidores? ¿El enemigo?

En ocasiones, es cierto que no es posible traducir un término, por lo que hay que interpretarlo. Veamos el caso de la película dirigida por Kathryn Bigelow, y que ganara el Oscar de la Academia, “The hurt locker” : esta expresión no tiene un significado claro, ni aún en inglés; aparentemente se utiliza en la jerga militar, en determinados casos, para las heridas que causan un dolor insoportable. El escritor de la película, Mark Boal, explica que utilizó ese término para referirse a un lugar en donde nadie quiere estar. Hasta ahí, todo bien... La película en español podría llamarse de mil modos, pero ¿cómo explicar que se llegue a “Vivir al límite”? Pues ese es el nombre que lleva la película en el Río de la Plata (en México es “Zona de miedo” y en España “En tierra hostil”). Ah, porque el otro detallecito es que según la cara del cliente, es el nombre que se le pone a la película.

Dos de los casos particularmente significativos de las traiciones de traducción los representan, en mi criterio, los clásicos “Some like it hot” y “The sound of music”; la primera es la divertidísima “A algunos les gusta caliente”, y la segunda, nada menos que “El sonido de la música”, claro! ¿Cómo que no las conocen? ¿Y qué tal les va “Una Eva y dos Adanes” y “La novicia rebelde”? ¿Que los lectores españoles siguen sin entender? ¡Pues hombre! Se trata de “Con faldas y a lo loco” y “Sonrisas y lágrimas”, como es natural.

Al respecto, encontré este foro,  que puede resultar de interés para quienes quieran saber cómo se llaman las películas en España.

Siguiendo en los cines locales, algunas veces se cometen aciertos, en mi modesto entender, como podría ser el caso de “Five minutes of heaven”, de Oliver Hirschbiegel, que aquí se conoce como “Cinco minutos de gloria”, en el entendido que “heaven” es cielo pero no desde el punto de vista de la astronomía, por lo que traducir el título como “Cinco minutos de cielo” podría llevar a confusiones y hacer creer que es una película sobre pilotos. Es decir, que me parece que es un caso de una adecuada adaptación del título original a nuestro idioma, no como en el caso de la propia “Adaptation” que vaya a saber por dónde devino en “El ladrón de orquídeas”.

Pongo unos ejemplitos más, de películas que están en cartel:

The town” (El pueblo): “Atracción peligrosa” (Es que hay cada pueblo...)
The American”: “El ocaso de un asesino” (¡No estoy jodiendo!)
The kids are all right” (Los chicos están bien): “Mi familia” (Nueva versión de “Los Campanelli”)

Menos recientes:

The departed” (Los difuntos): “Los infiltrados” (¡Se hicieron los vivos!)
No country for old men” (No es lugar, o condado, o región, o campo, para viejos): “Sin lugar para los débiles” (el que piensa que viejo y débil son términos sinónimos no conoce “la fuerza del adulto mayor”)

Y para terminar, unos clásicos:

Dial M for murder”: se la conoce como “La llamada fatal”, “Crimen perfecto”, “Con M de Muerte” y quién sabe de cuántas formas más.
The dirty dozen” (La docena sucia): “Los doce del patíbulo” (condenados a muerte, pero limpitos)
Gaslight” (Luz de gas): “Luz que agoniza” (le arruinaron la campaña publicitaria a la compañía del gas)

Y como en estos días falleció el gran Leslie Nilsen, no podía dejar de mencionar la primera película en la que lo vi: "Airplane!", que como todos sabemos, se llama "¿Y dónde está el piloto?"

Por aquí me quedo, y dejo una duda planteada: ¿Cómo se llamarán en realidad las películas coreanas o iraníes que vemos?


Ahora, propongan ustedes sus propios ejemplos.



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*Siguiendo el criterio de los distribuidores de las películas por estos pagos, el título de la columna es “¿Decime cuál cuál cuál es tu nombre?”

**Si no è vero, è ben trovatto!

jueves, 25 de noviembre de 2010

Algunas costumbres extrañas, y cómo las emociones no caducan

Hace un par de días, conversando con Martín (bueno, conversar es un decir, lo correcto sería  "intercambiando comentarios con Martín en su blog") le decía que había ido a ver "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte" el martes a las cuatro de la tarde (no conseguí entradas para el día del estreno) y a él le pareció raro el horario elegido. Pues sí, yo pecadora, me confieso: adoro ir al cine los días de semana (bueno, ¡todos los días son días de semana!) y a primera hora de la tarde. Evidentemente, no soy la única con esa extraña costumbre, de lo contrario no existirían funciones de cine para adultos a las tres o cuatro de la tarde en todas las salas de Montevideo, porque está bien que una sea importantísima, pero mi inconmensurable humildad me impediría causarles molestias a los empleados de las salas de cine, sólo por si se me ocurre ir; en todos los casos, hay algunas personas más que comparten ese gusto conmigo, y el número aumenta considerablemente los fines de semana. 
Ahora bien... ¿Cuál es la gracia de ir a la primera función?  Según dicen que dijo el Bambino Veira, y comparto, "me gusta tanto la noche, que al día le pondría un toldo". No importa que afuera brille el maldito, dentro del cine siempre es de noche. En verano se agrega una ventaja no menor, dado que además de estar a oscuras, ponen el aire acondicionado a unos -52ºC, de modo tal que mientras en la calle la gente perece en un mar de asfalto derretido, una puede tiritar a gusto (siempre llevo un abrigo, y no tengo empacho en sacarme las sandalias en medio de la sala y ponerme las medias que tengo la precaución de llevar en la cartera). Jamás hay que hacer cola, porque son contadas las personas que tienen la tarde libre como para ir al cine: los jubilados, los estudiantes, los trabajadores que tienen su licencia en meses no "vacacionales",  los docentes que solemos tener horarios "raros"...  Cuando termina la película, aún es de día, por lo que se pueden hacer otras actividades, y una no se muere de desesperación esperando el ómnibus, cosa que sí puede pasar en horas de la noche. Y lo mejor: cumplir el sueño del cine propio, ya que una puede elegir la ubicación que quiere y despatarrarse tranquilamente. Sí, sí, entre mis pretensiones de bataclana figura la de tener un cine*. No un "home theatre", que es un televisor más grande con un mejor audio; no, me refiero a un cine, así grandote, con techos altos, filas y filas de butacas y escaleras con lucecitas.
Aclarado -al menos, eso espero- el sentido de la primera parte del título, vayamos a la segunda: en la tarde de hoy, jueves, volví al cine, esta vez, a la función de las 15:30 horas; en el cine Torre de los Profesionales, el ambiente era verdaderamente familiar, porque éramos cinco los espectadores (¡Todos conocemos familias con muchos más integrantes!) para ver "Mundialito" , el documental de Sebastián Bednarik que recrea el campeonato de fútbol de 1980 inventado en plena dictadura para... ¿qué? ¿Darle circo al pueblo, porque el pan no abundaba? ¿Festejar el plebiscito que los militares pensaban ganar para perpetuarse en el poder?  La cuestión fue que las urnas hablaron, o más bien gritaron que NO, que el pueblo no quería a los dictadores, y la Selección Uruguaya ganó el campeonato, lo que permitió festejar el comienzo del fin.
Yo tenía 13 años en aquel entonces, y claro que no voté, aunque tengo recuerdos bastante claros de esa época fermental en que como tantos otros chiquilines criados durante la dictadura, comenzaba a hacer preguntas incómodas. Y por supuesto que recuerdo el Mundialito, con aquellos jugadores de pantaloncitos tan cortos que parecía que estaban usando la bombacha de la hermana, y la emoción de ver ganar a la Selección, tras haber quedado fuera del Mundial Argentina '78.
Y en la tarde de hoy reviví la emoción. Y me emocioné más aún, ahora que sé alguna cosita más de esas que en aquel entonces no se hablaban. Y me reí de algunos personajes que son francamente ridículos, más allá de sus títulos, sus rangos y su importancia.
Como decía el finado Iván Kmaid, "usted no puede, no debe dejar de verla". Y para muestra, les dejo estos botones (¡nunca mejor empleado el término, jijiji!)






* Es una de las cosas que seguramente me compre cuando me saque el 5 de Oro

martes, 16 de noviembre de 2010

Casi un twitteo, un sms o lo que sea

Pues sí, hace mucho que no actualizo. Hace mucho que no escribo para el blog, bah, aunque tengo un par de textos empezados. Estoy sin PC -Dora sucumbió otra vez-, así que me ando manejando con la netbook (¡Bendito Plan Ceibal!*), pero eso no es excusa. Las clases están terminando, y esta semana tengo escritos en todos los grupos, así que me encerraré en el búnker a corregir. Creo que no les había contado, pero hace ya unos meses comencé un nuevo curso de dibujo, en Continental Schools, y estoy encantada, pero el profe Álvaro me manda montones de deberes, así que los ratos libres dibujo como loca. Estoy yendo bastante al cine (no se pierdan "El hombre de al lado"!), en la TV estoy encantada con "Boardwalk Empire", la serie de este chiquilín que recién empieza, Martin Scorsese, protagonizada por Steve Buscemi, y con "The Event", que es un bolazo con  extraterrestres que invaden la Tierra (si será bolazo que el presidente de EEUU es negro, ya no saben qué inventar estos yanquis!) que me tiene en vilo.
Bueno, no hay nada nuevo bajo el sol. O bajo las nubes, que hoy está nublado; simplemente quería tener algún contacto con mis habituales lectores (¡qué pomposa que soy, puta madre!), así que esto, más que una entrada, es un twitteo, que está de moda. Y si no, que me desmienta algún Senador de la República, que se pasa escribiendo pelotudeces, eso sí, cortitas.



*Plan Ceibal es un proyecto iniciado durante el gobierno del Dr. Tabaré Vázquez cuyo objetivo es que cada niño uruguayo que asista a la escuela pública reciba una computadora portátil en forma gratuita, y   que los docentes podamos adquirir una a precios sensiblemente inferiores a los del mercado

sábado, 16 de octubre de 2010

Aserca de la ortografia en el uso del idioma espaniol

Claro que la idea no es mía, y ni siquiera es nueva, pero eso es lo que hay, valor. Lo que sí es mío y nuevo es el texto que leerás a continuación, producto de los comentarios que generó la última columna que lleva por título "¡Respetemén el hidioma, carajo!" y en la cual abordé el tema de los errores sintácticos, gramaticales y hasta geográficos que se cuelan en algunas pautas publicitarias radiales, sin que ninguno de los cien responsables de las mismas se dé cuenta.
Allí apareció un comentario firmado por "El Toto", en el cual este misterioso individuo reclamaba el derecho a "hablar y escribir como el orto", sin que yo acierte a entender qué tiene que ver el orto, es decir, la salida de un astro, con los derechos, a menos que se interprete orto en el sentido griego de "recto", significado que comparte con el término "derecho".
La cuestión parte de la calidad de viva de la lengua (en este caso me refiero al idioma español, por si alguno agarró para el lado de los tomates), que hace que continuamente cambie y evolucione según se vayan incorporando nuevos modismos y otros vayan cayendo en desuso. Puestas así las cosas, puede ser que algo que hoy nos suene mal, en un futuro no muy lejano sea aprobado por la Real Academia de la Lengua y todo el mundo lo use sin que a nadie se le frunza nada. Y así como en un momento la f le dio lugar a la h, y ya no decimos fermoso, sino hermoso, quién te dice que muchos de los horrores ortográficos actuales no sean aceptados como norma el día de mañana.
Y en las líneas que leerás a continuación justamente tiro algunas ideas de cómo podría ir transformándose el idioma español en breve.
Para empezar, si hay algo que no sirve ni para avisar quién viene, es la h. Todo muy lindo con el origen de la letra, pero de aora en más no la utilizaremos al escribir, ya que no la usamos para nada al ablar. Claro que la h es necesaria para que acompañe a la c, ya que juntas representan el sonido necesario para decir: "Che, qué chijete está entrando por la ventana... ¡Me está dando un chucho!" Pues propongo que, en esos casos, usemos sólo la h, porque para qué usar dos letras si con una alcanza.
Y aora que dije dos y uno, a partir de este momento, cuando aya que escribir números, escribiremos números, así que me corrijo: para qué usar 2 letras si con 1 alcanza. Y ya que estamos, eliminemos los números ordinales que son dificilísimos y nadie los entiende: "Septuagésimo quinto Congreso de Pediatría", "Sesquicentenario de los ehos istóricos de 1860", pasarán a ser "75 Congreso de Pediatría" y "150 años de los ehos istóricos de 1860".
Corríjanme si me equivoco, pero salvo en España, las letras s, c (cuando va seguida de e o de i) y z se pronuncian igual, así que ¿para qué tres letras? Los ermanos españoles en poco tiempo pronunsiarán todo como lo asemos los demás ispanoablantes, que después de todo, es cuestión de acostumbrarse. La c seguirá en curso para representar el sonido fuerte, y lo ará no importa qué vocal siga a continuasión: ca - ce - ci - co - cu variarán sólo en funsión de la vocal, y ya de paso eliminamos la miedosa q, una letra ce exige siempre estar acompañada por una u sin ce ésta tenga vos ni voto.
Ablando de vos y voto... ¿Alguien realmente pronunsia de modo diferente la b y la v? ¡Basta! Con una sola b nos arreglamos perfectamente, cé tanto melindre. Y terminemos también con la pabada acella que indica que tras una n no puede ir una b... ¡Bamos! No le beo inconbeniente alguno a usar la dupla nb.
Otras letras que lleban a permanente confusión son la g y la j... más aún cuando acella se usa con sonido fuerte. De aora en más, sólo se usará en su sonido suave, sin ce sea nesesario ce la siga u alguna: los ejércitos godos comandados por injeniosos jenerales e integrados por brabos jinetes gerreros, bensieron a los romanos en la Batalla de Adrianópolis.
Y ya que escribo batalla... ¡Eliminemos la molesta doble l de una buena bes! Caramba, si es lo mismo la y, lo afirmo como Yolanda que me yamo. Eso sí, en los casos en ce la y ba sola o al final de una palabra i suena como i, usaremos la i del puntito, como es natural, ai ce ser mui tonto para no darse cuenta.
La letra ce biene a ser algo así como el buce insignia de nuestro idioma es, obbiamente, la ñ: tanto es así ce asta en el idioma se yama "español", como para ce le cede claro a todo el mundo. Es una letra presiosa, con ese moñito ce yeba arriba... Pero en los tiempos ce corren, con esto de los teclados i los teléfonos selulares (a los ce en Espania se les yama "móbiles"), la enie tiende a desapareser... I como se pronunsia casi casi como ni, cé problema nos bamos a aser por tener ce sonarnos la naris con un pecenio paniuelo.
Otro problema frecuente ce se nos presenta con el uso de los teclados es el uso del tilde, o de la tilde, esa rayita inclinada ce ni eya misma sabe cé sexo tiene, si es él o eya. Dejemos de usar tilde, ce lo unico ce ase es complicar a cien escribe... Se me dira ce el significado de una palabra baria enormemente segun yebe o no tilde, a lo que respondere ce ai ce ser mui nabo para no darse cuenta ce no es lo mismo una cosa ce otra: si el omisida ultimo de dos balasos a la bictima, se sobreentiende ce para eyo utiliso un rebolber, no ce iba a rebolber el cafe con la cuharita; si desimos ce Ramon tenia una tenia, entendemos ce supo alojar en su intestino a una presiosa solitaria. Como muestra, basten 2 botones, i si no te cedo claro, te invito a tomar el te i te lo explico.
La x es otra letra problematica... como cien dise, sirbe solo para los rayos X, porce en la pronunsiasion da lo mismo sustituirla por otras dos letras de uso mas frecuente, ce son la c i la s; no por eyo perderemos la ecselensia de la pronunsiasion. O tal bes podriamos usar la x para sustituir la incomoda doble c, i solo en esos casos axidentales.
Con respecto a la doble r... propongo ce la dejemos tal cual esta, i ce siga enfatisando a la r simple en el medio de las palabras... justamente es la rr una de las caracteristicas ce ase ce nuestro idioma espaniol sea tan beyo i tan rico.  

sábado, 9 de octubre de 2010

¡Respetemén el hidioma, carajo!


Está bien con que el español sea una lengua viva, que se vaya adaptando a los tiempos que corren, que tome color y sabor locales en cada región en la que se lo habla, que vaya evolucionando, y la mar en coche, pero con eso de hacer lo que a una se le cante en el quinto forro del culo con el idioma, no estoy tan de acuerdo, sabelo, amistá.
No suelen molestarme los errores que las personas comunes y corrientes cometemos al hablar, a veces por falta de conocimiento, y a veces de puro apuro, nomás, que no todos tenemos por que ser miembros de la Sacrosanta Real Academia Española de la Lengua, no se jorobe nadie. Los que sí me irritan y mucho son los errores, verbales o escritos, que aparecen en los medios masivos de comunicación, y no sé si es que yo cada vez estoy más quisquillosa, o realmente cada vez se habla peor; en particular me sacan de quicio los horrores que se cometen en las pautas publicitarias.
A ver si logro ir al grano: hasta el más culto de los hablantes puede cometer un error al decir algo, pero me resulta inadmisible cuando la metida de pata se comete en cadena: desde que se propone una idea para promocionar la venta de agujeritos para regadera hasta que una escucha la pauta publicitaria en la radio, la ve en la televisión o la lee en un diario o revista, ¿cuántas personas trabajan en ella? Seguramente más de una. ¿Nadie se da cuenta del error? ¿Nadie corrige?
Entonces, puesta en la censurable tarea de censora, no por culta ni letrada, sino por simple usuaria del idioma español, paso a descargar mi irritación en los párrafos siguientes, así que están a tiempo de salir corriendo.
Para muestra, cuatro botones de pautas publicitarias radiales que me perforan los tímpanos en estos días:

Los ascensores suben, pero también bajan

La publicidad radial de Ascensores Delta plantea un diálogo que se establece entre una mujer que va bajando en un ascensor, y un hombre que pretende subir:
-¿Sube?
-No, baja.
-Ah, pensé que sube.

¡No me digas! ¿Así que "pensaste” que “sube”? ¿No será acaso que “pensaste” que “subía”? Pensé que sabías conjugar bien los verbos, pero me equivoqué.

Llamen a la emergencia

Una pauta radial de Emergencia Uno resulta de lo más poética, y me encantaría (aunque estoy afiliada a una empresa de la competencia) si no fuera por: “...te pedí que me escuches, y me entendiste...”
Te pedí que me escucharas cuando dimos ese tema en clase –dijo la maestra- pero no me entendiste...

Andá a sacar la tarjeta

Imposible no toparse con Natalia Oreiro las 25 horas del día, los 8 días de la semana, y la campaña multimedia de Tarjeta ANDA; casi tan imposible como no toparse con una sucursal de ANDA, si “hay una cerca tuyo”.
Si en lugar de haber una sucursal cerca “mío” hubiera una “cerca de mí”, tal vez sacaría la tarjeta...

Para trópicos, los de Henry Miller

La campaña de TAM Airlines propone viajes a París, Nueva York, y Brasil, en una serie de pautas radiales que me resultan sumamente irritantes, pero no se trata de eso; justamente, la que ofrece vuelos buenos, bonitos y baratos al país vecino, comienza diciendo: “Debido a su cercanía con el trópico del Ecuador...”
¿Dónde queda ese trópico, Monsieur Paganel*? A los ecuatorianos no les alcanzaba con tener el paralelo más famoso del mundo, que se apropiaron de uno de los trópicos. ¿Los lamentables incidentes que ocurrieron en Ecuador en estos días se habrán originado por este motivo?
Una pena que Henry Miller se haya muerto antes de completar la trilogía.

Y tras averme hautoimbestido como Catón el Senzor, me boi despidiendo de todos hustedes.
A cido un plaser, como ciempre.


*Jacques Paganel, geógrafo de profesión, es un encantador personaje de la novela "Los hijos del Capitán Grant", de Julio Verne

sábado, 2 de octubre de 2010

¡Te juro que es mi primera vez!


O al menos, eso creo




Me refiero a que esta es la primera vez que recomendaré una serie de TV en este blog: en los dos años y pico de su existencia, he abordado los más variados temas, pero a menos que me equivoque, esta es la primera vez que utilizaré este medio de comunicación para hacer una recomendación de este tipo. En mi vida cotidiana real sí soy de recomendar libros, películas, obras de teatro, y seguramente más de una vez recomendé una serie, pero no lo hago en el blog, porque para eso hay gente que lo hace habitualmente, y mucho mejor de lo que jamás podré hacerlo yo.
Podría decirse que en la actualidad la caja boba está más estúpida que nunca, pero no es tan así, o al menos eso creo; cada tanto se rescata algún buen programa, o como ocurre en este caso, una serie que, en mi modesta opinión, es lo más parecido a la excelencia que he visto en los últimos años (digamos, en los últimos 43).
Se trata de "Treme", una serie que emite el canal HBO los sábados por la noche; la primera (y por ahora única aunque no última) temporada consta de 10 capítulos de una hora cada uno, cuya emisión ya finalizó en Estados Unidos, su país de origen, pero que en América Latina se está emitiendo por estos días. Se me dirá que no todo el mundo tiene TV para abonados, y yo diré que si estás leyendo estas líneas es porque tenés acceso a una computadora con conexión a internet, y que hay otros medios para ver TV sin tener TV, aunque parezca que ambos conceptos no tienen nada que ver entre sí, y sin que por ello yo esté fomentando pecado alguno.
Me enteré de la existencia de "Treme" por medio de un programa de radio, que ya que estoy haciendo recomendaciones gratis aprovecho para recomendar, que es "Efecto mariposa", y va de lunes a viernes de 14:00 a 16:00 en Radio Uruguay, 1050 AM, conducido por Daina Rodríguez (y elenco), y del que me hablara hace un buen tiempo el últimamente desaparecido de los blogs Corto Maltés. Tal es el entusiasmo que despertó esta serie entre los conductores, que le dedicaron un programa entero; en esa ocasión entrevistaron a Hernán Casciari (¿Necesita presentación?), que estaba como loco, por decir lo menos.
El propio Hernán en su columna "Espoiler" de El País de Madrid, dice:  

"Quise esperar a ver el segundo episodio deTreme para hablar de la serie. Me refiero a la nueva criatura de David Simon y Eric Overmyey que HBO emite desde hace dos lunes. Tal lo prometido, el piloto nos vuela la cabeza: durante ochenta minutos nos sumergimos en la Nueva Orleans pos-Katrina, conocimos un puñado de sus habitantes, los vimos bailar y sobre todo escuchamos su música.
Todavía restan ocho episodios de esta pequeña joya de la que ya me enamoré... "




¿Y de qué va esta serie? Tremé (así, con tilde) es un barrio de Nueva Orleans, habitado principalmente por afroamericanos y crèoles, con una larguísima tradición musical. La serie comienza 3 meses después del huracán Katrina, que devastó la ciudad. Miles de muertos, y de desaparecidos, miles de desalojados cuyas casas fueron destruidas por la catástrofe, y un gobierno -tanto a nivel estatal como nacional- que se muestra tan ineficiente e inoperante como poco interesado en reconstruir la ciudad destruida. 




Pero no todo está perdido para un grupo de gente que quiere volver. Volver a sus casas, volver a encontrarse con sus familiares y amigos, volver para enterrar a sus muertos, volver para que su historia, sus raíces, sus tradiciones no se pudran bajo las aguas. Y queda la música. Porque en Tremé la música redime, la música sana las herida, la música fortalece.






Entonces, cada capítulo va contando las pequeñas historias de unos personajes entrañables que tratan  de seguir peleando porque están profundamente convencidos de que Nueva Orleans vale la pena. Y cada capítulo es un espectáculo del jazz más visceral, más increíblemente bello que se pueda escuchar. 






Una producción impecable, directores de primera (tiro el nombre de Agnieszka Holland como para que le vayan tanteando el peso) y unos actores de lujo que le dan vida a esos personajes tan queribles, hacen que una quiera que cada capítulo no se termine más.




No sé si con toda esta cháchara embolante lograré convencer a alguien para que se enganche a ver la serie, pero no me parecía justo andar disfrutando por ahí yo sola cuando podía compartir el goce.
Y para terminar, un souvenir: un videíto con la presentación de la serie. Parlantes al mango y a bailar por la calles de Tremé!






domingo, 26 de septiembre de 2010

Tres historias bajo un techo amarillo


Entre los ejemplares de fauna autóctona más característicos a la vez que singulares de Montevideo, se encuentran los conductores de vehículos equipados con taxímetro; en la columna del capítulo X de la Guía Práctica para conocer el Uruguay abordé el tema de los taxis montevideanos, cuyas particularidades se deben, en mi modesta opinión, a los taxistas.
A continuación, les dejo tres historias reales que me han ocurrido en taxis, para que lo piensen bien antes de decidir la conveniencia de abordar un vehículo con techo amarillo.

El que no los votó

Era el domingo 31 de octubre de 2004, o más bien, la madrugada del 1 de noviembre; la izquierda acababa de ganar las elecciones nacionales por primera vez en la historia de Uruguay, luego de 175 años de gobiernos de los partidos tradicionales. La primera orden dictada por el Dr. Tabaré Vázquez como Presidente electo fue: “¡Festejen, uruguayos, festejen!”, y Montevideo era una fiesta. Me había tocado trabajar como Presidente de una comisión receptora de votos, y al final del escrutinio, entregar la urna en el Estadio Centenario, que en ese entonces era el lugar de recepción. Claro que a esas horas, más allá de la alegría, tenía un cansancio brutal, así que cumplido el deber cívico, me dispuse a buscar un taxi en medio de la multitud embanderada que cantaba “¡Y ya lo ve... / y ya lo ve... / el Presidente / es Tabaré!”
Al final, encontré un taxi libre en Garibaldi y 8 de Octubre, subí e indiqué el destino, el cual suponía atravesar la ciudad recorriendo calles y avenidas atestadas de gente que festejaba. Ni bien cerré la puerta, dispuesta a tener un viaje en absoluto silencio, al menos dentro del coche, el taxista se lanzó con un discurso extremoderechista que hubiera sonrojado al propio Franco. Yo creo que ni las buenas noches me había dado que me espetó que él no “los” había votado, y de allí a su vinculación desde los años 60 con el pachequismo, hasta llegar al presente, en el que apoyaba a Alberto Iglesias (si alguien lo conoce, que le avise que el voto que tuvo fue de este señor). A las 2 de la mañana, tras casi 24 horas sin dormir, habiendo trabajado como esclavo en las galeras, lo único que deseaba era llegar a casa, pegarme un buen baño y sucumbir, así que me ahorré mi discurso proselitista de izquierda, y lo dejé que hablara y hablara y hablara...
Después de todo, tal vez esto nunca ocurrió y se trata de una alucinación producto de la mezcla de alegría y cansancio, y del dolor de cabeza que a esas alturas comenzaba en las sienes y terminaba en los talones...

El novio de América

Esta vez, tengo testigos, así que a menos que se tratara de una alucinación colectiva, ocurrió realmente. Una noche, con tres amigas más habíamos ido a tomar algo a la Ciudad Vieja; a la vuelta, compartimos un taxi. Patricia, que era la primera en bajarse, se sentó junto a él, en tanto que las otras tres nos sentamos atrás. Ni bien Patricia llegó a su destino, le indicamos cómo seguía el recorrido; cuando Laura mencionó su dirección, en seguida él le preguntó: “¿Por casualidad no conocerá a Fulano?” ¡Para qué...! Comenzó un meticuloso interrogatorio acerca de Mengano, Zutano y Perengano, los vecinos de Laura, porque resulta que el tipo había vivido por allí, “...y la madre de mis hijos sigue viviendo a la vuelta”. Esa fue la primera alusión, como al pasar, de uno de los tantos amores de la larga lista de novias, esposas y concubinas, que el taxista tenía desparramadas por todo Montevideo –ahora vivía con otra por Av. Italia y Francisco Simón-. Conmigo tuvo menos suerte, porque yo le ladré un par de monosílabos ante sus preguntas de si conocía a X o a Y, pero cuando vio donde me bajaba... resulta que cuando se casó la primera vez (¿”No la conoce a Silvia?”)... ¡La fiesta de casamiento había tenido lugar en el salón que hay a tres casas de la mía! Claro, las historias de sus amores para mí terminaron cuando me bajé, pero Mónica tenía para un rato más, así que no sé con exactitud cuántas parejas me perdí; sí me contó ella después que cuando le indicó dónde se bajaba, él le preguntó si comparaba en la panadería de la esquina; ella, muerta de risa le dijo: “¡No habrás sido novio de la panadera también!”, a lo que él, muy serio le respondió: “No... de la hermana”!

El hombre GPS

Una noche, el amigo Peter Parker y su esposa organizaron una reunión en su casa, a la que asistimos algunos bloggers, más unos historietistas y dibujantes; faltaba una semana para el Montevideo Comics, así que había mucho para conversar, amén de compartir algún Malbec y algún Cabernet Sauvignon (aunque Martín tomó Coca-cola, aclaro antes de que lo haga él); al final de la velada –eran como las 4 de la mañana- varios de los concurrentes que tenían coche se ofrecieron para acercarnos a los que no teníamos, otros decidieron tomar un taxi; al final, Pablo, un joven dibujante y yo, éramos los únicos residentes de la zona oeste de Montevideo, por lo que decidimos compartir un taxi; yo me bajaría en Belvedere y allí tomaría otro para seguir el recorrido hasta casa, y él seguiría hasta el Cerro. Bien, conseguimos un taxi libre y nos acomodamos en el asiento trasero. Estoy segura de haberle dicho claramente al taxista que íbamos primero al Paso (del Molino) y que luego seguiría el viaje; le dije “Agraciada y Freire”, a lo que el taxista sugirió un recorrido que me sonó imposible. Ahí cahí en la cuenta de que él había entendido Gral. Freire (que sí corta Agraciada, pero muy lejos del Paso), por lo que le aclaré la confusión. ¡Para qué! Se largó a hablar acerca de la necesidad de precisar bien el destino (cosa que yo había hecho), y de las calles que se llaman parecido, y de... siguió hablando y hablando y hablando... para incomodidad de sus pasajeros (honestamente, a las 4 de la mañana, a mí me daba igual hablar o no con mi compañero de viaje, a quien conocía hacía unas horas, y supongo que a él le daba lo mismo, aunque en algún momento intentó sacar el tema de la historieta y de Montevideo Comics como para cortar la catarata verborrágica del taxista, que seguía y seguía...) En un momento, preguntó hacia dónde seguiría Pablo; cuando él mencionó su dirección, el tipo saltó diciendo que él se conocía todas las calles del Cerro... y para demostrarlo, fue recitando todas las calles que cortan Grecia desde Carlos Mª Ramírez hasta la rambla! "Japón, Estados Unidos, Berna, Burdeos, Perú, Bélgica, China, Austria, Suecia, Rusia..." y así todo el globo terráqueo. No conforme con habernos desmayado del embole, se largó a decir que también conocía todas las calles que cortan General Flores... Ante la posibilidad de tener que soportar el recitado de las calles que cortan una de las avenidas más largas del mundo, no me bajé del taxi: me tiré de cabeza.
Espero que Pablo haya sobrevivido al viaje tras mi cobarde deserción, sin ahorcarse con la bufanda.
Si alguien sabe algo de él, que tenga la bondad de contármelo. 

sábado, 18 de septiembre de 2010

¡Ay, Gondwana, no te rajes!

Hace cuestión de dos años atrás –concretamente, un 19 de junio, fecha del nacimiento de José Artigas, y debido a ello- había planteado como eje de una de las columnas del blog la cuestión de qué hubiera ocurrido con nuestro país si se hubieran concretado los ideales artiguistas. Esa columna, escrita en un impulso surgido a partir de reflexionar acerca de las ideas de nuestro prócer en su cumpleaños, dio lugar a muchísimos comentarios, y del intercambio con otros bloggers, surgieron varias columnas más del mismo tenor: “Qué hubiera pasado si…” Si no hubiéramos expulsado a los ingleses cuando nos invadieron, si no hubiésemos expulsado a los portugueses, y si los italianos que llegaron al país en varias oleadas migratorias en realidad nos hubieran invadido con todas las de la ley (aunque hablar de invasión legal es un poquito oximorónico). Pues bien… vuelvo a atacar la misma idea, dado que no se me ocurre ni una sola idea nueva, y el público siempre se renueva.

La realización de la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica tuvo en algunos de nosotros efectos varios, entre ellos, abrirnos los ojos a una realidad prácticamente desconocida. Sí, claro, sé que Sudáfrica queda allí, que si una   pone un poco de empeño puede llegar nadando (siempre que lo haga en línea recta), he visto alguna documental, leído algún artículo o hasta alguna novela ubicada allí, y visto alguna película –casualmente, vi “Invictus” un par de meses antes del comienzo del Mundial- y muy poco más. Por supuesto que como amante de los viajes, Sudáfrica integra mis listas mentales de destinos posibles, pero claramente irrealizables*. Aprovechando la cantidad de información colateral que generó el fútbol, aprendí un poco de historia, un poco de antropología, un poco de cultura, un poco de gastronomía… y pensé en que no tendríamos que ignorar tanto sobre una tierra que hasta hace no tanto tiempo formaba parte de la misma masa continental que nuestra América del Sur. Una de las tantísimas publicidades que durante poco más de un mes se subieron al carro mundifutbolístico, planteaba el parentesco entre nosotros y los africanos, que por supuesto que no es tal, pero otro león rugiría si la deriva continental no se hubiera metido en donde nadie la llamaba.


Resulta que hace apenas unos 250 millones de años –un rato, nomás, si pensamos que el planeta tiene unos 4.500 millones de años, día más, día menos- las masas continentales no eran lo que son hoy en día, sino que se encontraban un poquito más apelotonadas, formando la Pangea. Posteriormente, hace unos 200 millones de años, la Pangea se dividió dando lugar a dos masas continentales: Laurasia al norte, y Gondwana al sur. Gondwana estaba integrada por lo que hoy conocemos como América del Sur, África, Madagascar, Arabia, India, Australia y Antártida. Luego, movimientos separatistas telúricos irían alejando unos continentes de otros, aunque América del Sur y África recién se separaron hace poco más de 65 millones de años.


Entonces… ¿Qué hubiera ocurrido si América del Sur y África hubieran permanecido unidas?


  • Podríamos ir a visitar las Pirámides en un ómnibus que saliera de la Terminal Tres Cruces
  • La farándula porteña veranearía en Durban
  • En alguna plaza de Montevideo habría un monumento a Shaka Zulú
  • Álvar Núñez hubiera descubierto las cataratas del Zambeze en 1541, y las habría bautizado Cataratas Juana la Loca
  • El Estrecho de Magallanes comunicaría el océano Pacífico con el Índico
  • David Livingstone se habría perdido en el Mato Grosso
  • Artigas NO habría encabezado el Groote Trek ("gran éxodo") de los bóers; los hubiera combatido
  • Los ingleses no habrían sido expulsados; hablaríamos inglés, además de charrúa, guenoa, yaro y chaná
  • Las llamadas se harían en Soweto
  • En el zoológico de Villa Dolores habría animales exóticos como osos polares o pandas; para ver elefantes o jirafas bastaría con ir a Florida o a Cerro Largo
  • Juan Valdez sería etíope
  • En Minas de Corrales habría riquísimos yacimientos de oro y diamantes 
  • El rally de Dakar se correría en la Patagonia (¡Fah, me zarpé mal!)
  • En 1911, Hiram Bingham habría descubierto Tombuctú, la célebre ciudad perdida de los Incas
  • Río de Janeiro estaría a orillas del río Congo 
  • El estadio de Maracaná se encontraría en la llanura de Guanabara
  • Jorge Amado habría escrito “Sabana de todos los Santos”
  • En las vacaciones de julio, las quiceañeras se irían de viaje a esquiar al Kilimanjaro
  • Nuestros ríos estarían infestados de cocodrilos
  • En el Parque Salus se encontraría la célebre Fuente del León
  • J.R.R. Tolkien hubiera nacido en Paso de los Toros, que en realidad se llamaría Paso de los Búfalos, y hubiera sido un habitué del Sorocabana
  • El Trócoli estaría en la falda de Table Mountain, y el Parque Olímpico tendría vista al Océano Índico
  • Por el Parque Anchorena corretearían los ñúes
  • Los Teros serían campeones mundiales de rugby, y a los jugadores de la selección sudafricana de rugby les dirían "los tatúes"
  • Los europeos vendrían a practicar caza mayor a Durazno o a Flores
  •   Los restos de Australopithecus afarensis descubiertos en Etiopía en 1974 llevarían el nombre de "Stefanie" por la canción de Zitarrosa
  • En nuestro continente convivirían el río más largo del mundo y el río más caudaloso del mundo (¡Chupen, giles del norte!)
  • El suplemento de avisos clasificados del diario El País sería “el avestrucito Luis”
  • Napoleón hubiera terminado sus días en la isla de Flores
  • Christian Barnard habría realizado el primer transplante de corazón en el hospital de Tacuarembó
  • La caravana de festejos por el cuarto puesto de la celeste en el mundial de Sudáfrica hubiera sido por la ruta que une Johannesburgo con Montevideo, célebre por el puente colgante sobre la Bahía Atlántica

  • Hombres tales como Nelson Mandela o Pepe Mujica podrían haber llegado a ser Presidentes, aún luego de haber sido presos políticos



*Acepto regalos del estilo “viaje a Sudáfrica con todos los gastos pagos”. Valija con rueditas ya tengo, gracias.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¡Por fin!

Para alegría de los seguidores de este blog, por fin se terminaron las crónicas del viaje al Norte Argentino. Muy rico todo, pero de ver fotitos y leer anécdotas intrascendentes, seguramente ya estaban hartos.
En breve, el blog retomará su cauce, y volverá a las crónicas intrascendentes, pelotudas y carentes de todo interés que lo han caracterizado.
Ahora bien, ¿qué se entiende por "en breve"? Ah... probablemente esa expresión tendrá connotaciones muy distintas para cada uno de ustedes y para mí. Sepan que está en proceso una fascinante crónica sobre la deriva continental, pero  aún no he tenido el mínimo de ingenio suficiente para terminar de escribirla.
Les dejo, mientras tanto,  una emocionante encuesta, que verán a la derecha (la suya, no la de la pantalla). 

viernes, 3 de septiembre de 2010

Lejos de la mano de Dios

En la última entrada les había comentado que mientras estaba en la ciudad de Salta, tenía dos días libres, y entre las muchas opciones que ofrece la provincia estaban la visita a Cachi -que fue la crónica relatada la semana anterior- y la visita a San Antonio de los Cobres.
San Antonio de los Cobres es un pueblo situado a casi 4.000 msnm, que supo tener su mejor época  durante el auge de la minería. Las condiciones de vida de sus poquitos miles de habitantes son extremadamente duras, tanto por la naturaleza hostil -y de una terrible belleza- como por los escasísimos medios de subsistencia. A San Antonio llega el célebre "Tren a las nubes", uno de los trenes más altos del mundo. Este tren corre sólo los sábados, por lo que me venía bárbaro, dado que los días que tenía libres eran un viernes y un sábado, y justamente el paseo en tren era uno de los mayores atractivos que me llevó a hacer este viaje. Sin embargo, tras unas consultar realizadas in situ, opté por ir el viernes y en camioneta, y seguramente me habré perdido la experiencia de andar en un vagón por las nubes*, pero les aseguro que fue de las experiencias más disfrutables del viaje, y por más de una razón.
Ese viernes, a mitad de la noche -no puedo usar el término "madrugada" porque la luz diurna ni se sospechaba siquiera- la camioneta de Tastil que un grupo de intrépidos aventurereros habíamos contratado, pasó a buscarnos por el hotel. El guía, Ramiro, resultó ser de lo más simpático y de un nivel altísimo en lo que a guiatura se refiere, lo mismo que Tony, el conductor, cuyo excelente desempeño quedó demostrado, como veremos más adelante.
Abandonamos la ciudad de Salta, y nos dirigimos hacia el oeste, siguiendo la ruta paralela a las vías del ramal C-14 del Ferrocarril Belgrano, que como tantas cosas, es el nombre verdadero del tren a las nubes (una obra maestra, producto del ingenio de Richard Maury). Bueno, siguiendo la ruta es un decir... durante el terremoto de Chile delpasado febrero, y sus réplicas, se produjeron derrumbes por lo que varios tramos siguen sepultados (no así las vías, que quedaron intactas), por lo que hubo que ir por otro lado... ahora bien, quién precisa ruta si puede ir por el lecho del río Toro!

Los intrépidos aventureros observamos uno de los viaductos del Tren a las Nubes, aún a riesgo de que  nos arrastre el portentoso caudal del río Toro

Mientras seguíamos camino río arriba, las montañas se iban despertando ante los primeros rayos del sol de la mañana, y Ramiro nos iba desasnando acerca de la región. 

Un cementerio con las tumbas construidas en lo alto (cerca del cielo) y enfrentando al este (hacia el nacimiento del Inti sol)



Paramos un rato en la localidad de Santa Rosa de Tastil, un pueblito que nos recibió con una colorida feria y una iglesia que parece un decorado de una obra teatral. Aproveché la parada para curiosear un rato en la feria, e ir a empolvarme la nariz en un baño público; del lado interior de la puerta del cubículo me encontré con un letrero que decía lo siguiente: "Please do not throw paper or other waste in the toilets. Use bins provided. Thank you." Oh my dog! En un pueblito en donde no hay luz eléctrica ni señal de telefonía celular, es natural que los anuncios se escriban en la lengua autóctona, claro está.






A medida que nos íbamos acercando a San Antonio de los Cobres, el paisaje se iba tornando cada vez más y más árido.  






Cerca del mediodía llegamos a San Antonio de los Cobres, un pueblo que a primer golpe de vista, parece una maqueta.


Se trata de casas dadas por el gobierno, que como no son hechas de adobe, no resultan adecuadas para habitar, dado que no aíslan del frío, por lo que los lugareños no las  pueden ocupar. 
Ni bien bajamos de la camioneta, se nos acercaron mujeres y niños para ofrecer sus artesanías; como nos había ocurrido a lo largo del viaje, los niños nos pidieron golosinas (lo comenté en una crónica anterior, jamás piden dinero, sino caramelos o galletitas). Ramiro ya nos había hablado con claridad al respecto: nada de darles golosinas a los niños, ya que están teniendo grandes problemas de salud bucal, que no tienen cómo tratarlos.
Igual, imagino que la salud bucal figura entre los  problemas menores que debe enfrentar esta gente en su vida cotidiana.

El "verdadero" pueblo de San Antonio de los Cobres

Tras una recorrida por el pueblo, seguimos viaje; íbamos a parar para almorzar en "El Mojón", el restaurante más cercano...  a 35 km del pueblo! 
El Mojón es un establecimiento situado en medio de la nada, en la desoladora belleza de la puna. Unos arbustos de escasos cm de altura, llamas, burros y alguna vicuña esquiva son los únicos habitantes, además de Sandro Llampa y su familia. Allí viven desde hace años, y dan la bienvenida a quienes buscan un lugar para pasar la noche o para comer. Las construcciones son de barro, y las mesas... de sal! La comida es casera, hecha por la esposa de Sandro, mientras carga a su guagua en la espalda. Comimos unas riquísimas empanadas de carne -esta vez, con papa en el relleno-, albóndigas con arroz, pan casero hecho en horno de barro, y de postre probé el típico anchi, que se hace con sémola de maíz, azúcar y limón (muy rico). El lugar cuenta con capilla y un museo interesantísimo, que recrea una típica vivienda puneña. 

                      
Calidez hasta en los mínimos detalles: la panera/servilletero es de cardón

Los baños están señalados con muñequitos con trajes típicos

                         

Hornos de barro, y mesas de sal



La capilla de "El Mojón", y un cardón infaltable




Siendo que estábamos en Argentina, tampoco podía faltar la cancha de fútbol

Parte del museo, con enseres típicos de la puna

Aquí me ven junto a uno de los chiquitos de la familia, a la sombra de un cardón

Tras el almuerzo, la recorrida y un poco de charla con los habitantes de ese oasis de calor humano en medio de la hostilidad de la puna, seguimos recorrido hacia nuestra próxima parada. La ruta seguía cortando esa árida planicie, en la que a veces asomaban algunos de los pobladores de la puna:






Varios km más adelante -distancias inimaginables para un uruguayo- llegamos a las imponentes Salinas Grandes.   




Se trata de un extensísimo salar que se encuentra entre las provincias de Salta y Jujuy, a casi 3.500 msnm. La sal es extraída a mano, por trabajadores de una cooperativa. Las condiciones laborales son realmente durísimas. 



Los cristales de sal van formando un mosaico de polígonos (había puesto "pentágonos", pero Juan Pascualero  notó que los 5 lados se transformaban en 4 o en 6)  



Piletas excavadas a pico


Un trabajador extrayendo la sal. Deben cubrirse completamente el rostro, para evitar quemarse por el reflejo del sol en la nívea blancura de la sal

Estatuas de sal, cual esposa de Lot


Un artesano tallando lajas; complementan sus ingresos con artesanías hechas con recursos naturales

Tras la imponente experiencia de visitar el mar de sal, seguimos viaje. Nos estábamos acercando al punto más alto de la ruta, los Altos del Morado. Increíblemente, no hacía tanto frío a más de 4.100 msnm, o sería que tantos sentimientos y emociones como los experimentados en la puna sirven de abrigo. 

Pero ya lo dijo Newton, todo lo que sube baja... había que descender la cuesta, rumbo a Purmamarca. Y la bajadita por la Cuesta de Lipán puso en evidencia que Tony era tremendo chofer.


La cuestión es que el pobre hombre no sólo tenía que manejar la camioneta por la serpenteante ruta, sino que tenía que llevar tras sus espaldas a 14 uruguayos ansiosos por llegar a Purmamarca lo antes posible... porque la Selección Uruguaya se jugaba todos los boletos frente a la de Ghana por los cuartos de final de la Copa del Mundo!
Llegamos a Purmamarca para el segundo tiempo; nos metimos en "Mama Coca", a ver lo que quedaba del partido, y a  sufrir con el alargue y los penales. 
La experiencia de ver a cuatro gatos locos con una bandera uruguaya festejando un triunfo por las callecitas de tierra seguramente es algo que los purmamarqueños no ven todos los días.


¡Uruguay nomá! Una multitud congregada entre la bandera y Cerro de los Siete Colores, que se pintó de celeste (¡Qué cursilería, parezco Gorzy!)

A estas alturas ya todos saben que ese fue el partido más infartante del Mundial de Sudáfrica, con la picadita del Loco Abreu y la mano de Luisito Suárez.
La mano de dios no parece pasar muy a menudo por la puna, o a menos eso me pareció.
Pero tal vez estoy equivocada. 


*Sí había tenido una experiencia similar, 10 años antes, en el tren que va desde Cusco a Aguas Calientes, a los pies de Machu Picchu... ¡Espectacular!