martes, 23 de febrero de 2010

¡Feliz cumpleaños!

El 23 de febrero de 2008, Ajo y agua “nacía” al mundo virtual, por lo que cualquiera con un mínimo conocimiento de aritmética digital* se dará cuenta que este blog en el día de hoy está cumpliendo su segundo año de existencia.

Es cierto que ya no tiene el empuje del primer añito, y eso es responsabilidad enteramente mía; el pasado año me centré en otros proyectos -las caricaturas que se pueden ver en mi otro blog**, y los espacios radiales de los viernes, que seguramente vuelvan este año- y por lo tanto, abandoné un poco a Ajito, que como ya tenía un año, podría decirse que caminaba solo. Bueno, solo no, porque Ajo tiene un montón de seguidores consecuentes que siempre están ahí, al firme, con su apoyo, su ingenio, su afecto. Y creo que a estas alturas quiero más a esa “Comunidad del Ajo” que al blog en sí mismo como vehículo expresivo.

Es cierto, por otra parte -y ahí va el palo, y al que le caiga, que se autoflagele- que muchos amigos bloggers han estado bastante omisos con sus propios blogs, y algunos se han borrado por completo, y se extrañan que es una barbaridad.

Bien, en definitiva no prometo nada para este nuevo año del blog; sólo cambié, como lo hice el año anterior, el acápite y la imagen de mi perfil.La plantilla la dejo como está, porque sigue siendo la que más me gusta... y si a alguien no le gusta... ¡ajo y agua!



*O sea, contar con los dedos

**Véanlas, no sean vagos, es sólo hacer clic sobre el Dr. House
gggg

domingo, 14 de febrero de 2010

El robo de ideas -bien entendido- empieza por casa

Sabido es que no hay nada nuevo bajo el sol*, y la industria cinematográfica no es la excepción; basta con ver "Avatar" para darse cuenta que aparecen ideas de "Pocahontas", "Harry Potter y el prisionero de Azkaban", "Apocalypse now", "Alien", "La Era del Hielo 3", "Apocalypto" y quién sabe cuántas películas más que seguramente yo no vi pero James Cameron sí, y no por eso pierde mérito porque inventar algo nuevo a estas alturas de la vida es bastante difícil. Ni qué decir que en especial los yanquis han sido unos grandes ladrones de ideas -cinematográficas y de las otras- y bastaba para que los italianos o los franceses hicieran cualquier película más o menos buena para que la refritaran y la transformaran en una película decididamente mala (no más pensar en “La jaula de las locas”, y una se da cuenta que entre las duplas Ugo Tognazzi/Michel Serrault y Robin Williams/Nathan Lane hay bastante más de los 5 ó 6000 Km que separan Europa de EEUU). Bien, pero esta columna no tiene intención alguna de convertirse en una de crítica cinematográfica, que ya las hay y muy buenas.

La cuestión es que, en realidad, con la falta de ideas que me caracteriza agravada por la canícula, decidí salir a robar ideas, que yo no soy menos que nadie, qué también. Y resulta que el amigo Corto Maltés hace un par de semanas publicó una columna con su opinión acerca de la película "Sherlock Holmes", dirigida por Guy Ritchie e interpretada por Robert Downey Jr. en el papel del propio Holmes y Jude Law como el Dr. Watson. La película lo había dejado en una disyuntiva: por un lado, el disfrute de una película entretenida, ágil, ingeniosa, y por el otro, la indignación que le causaba que hubieran "usado" un personaje clásico como Holmes para hacer cualquier otra cosa. Entonces, él planteaba que, en aras de la necesidad de aggiornar personajes para hacerlos más atractivos, y por ende, más vendibles, el cine comercial estaba haciendo cualquier cosa, y proponía varias ideas, a cual más absurda y divertida (me encantó lo de proponer a Angelina Jolie como una Miss Marple que desactivara bombas en Nueva York usando las cosas que llevara en su cartera).

Bien, robándole a cara de perro la idea al Corto Maltés, aquí propongo algunas ideas para que los productores cinematográficos sepan qué hacer con personajes otrora célebres que han caído en el olvido:

-Se comenzaría a filmar la saga del Inspector Maigret, interpretado por el recio pero sexy Jean Reno, que le sacaría al personaje los antiestéticos kilos de más; Maigret se habría divoricado de la retacona Madame Maigret, pero viviría un tórrido romance con una estafadora interpretada por Marion Cotillard. Maigret manejaría un Peugeot último modelo -dónde se vio que un comisario de la Police Judiciaire de París vaya a laburar en ómnibus, mon dieu!-, no fumaría su característica pipa para predicar con el ejemplo lo nocivo que puede llegar a ser el consumo de tabaco, ni se tomaría su tradicional calvados en los bolichunes de la Rue de Caulaincourt, que hay que mantener una conducta saludable.

-Por fin llegaría al cine la película basada en el "Comisario Rex": el intrépido can resolvería crímenes en el Barrio Chino de Los Ángeles, porque ya se sabe que Viena** tiene menos onda que un renglón. Rex sería interpretado por un simpático Golden Retriever, dado que un ovejero alemán es demasiado rígido y marcial para nuestros gustos. El inspector a cargo de Rex estaría interpretado por Gerard Butler (¡Guau!)

-La novela de Julio Verne “Los hijos del Capitán Grant” se desarrollaría en la época actual; en lugar de encontrar un mensaje en una botella ingerida por un tiburón, Lord Glenarvan -interpretado por Brad Pitt- recibe un críptico mensaje de un desconocido en su i-pad, con un pedido de auxilio. El mensaje habría sido enviado por un tal Capitán Grant, desaparecido en Irak. Lord Glenarvan se pone en contacto con los hijos de dicho Capitán (Lindsay Lohan y Logan Lerman) y los ayuda a encontrar al padre, dando la vuelta al mundo siguiendo el paralelo 37, pero de latitud norte, que pasa por lugares muchísimo más divertidos que su mellizo austral, que recorren en camionetas todoterreno.

-Habría una nueva versión de “La máscara de la muerte roja” de Edgar Allan Poe; el príncipe Próspero estaría interpretado por Orlando Bloom; cuando llegara el momento en que la muerte roja desatara su furia y atacara al príncipe y su corte, Harrison Ford -que interpretaría a un médico presente en la fiesta- los salvaría a todos y el enmascarado sería entregado a las autoridades. El desconocido de la máscara estaría interpretada por Alan Rickman, que como es mucho mejor actor que los otros, y sus villanos son insuperables, se robaría la película y una se quedaría con las ganas de que hubiera vencido él.

-El entrañable Cacique Patoruzú llegaría a Hollywood: cambiaría la Patagonia por el desierto de Mojave, sería cahuilla en lugar de tehuelche y estaría interpretado por Johnny Depp; Patora sería interpretada por Salma Hayek y la Chacha por Anjelica Houston.

-Los uruguayos también aportaríamos personajes para nuevas películas: se haría una superproducción de Los Cuentos de Don Verídico, de Juceca; el boliche El Resorte pasaría a ser un saloon de Wyoming llamado The spring; la Duvija estaría interpretada por Kathy Bates, el Tape Olmedo por el inexplicablemente taquillero Keanu Reeves y Rosadito Verdoso -Rosy Greenish- por Joaquin Phoenix; no se sabe aún si el personaje de Don Verídico lo interpretaría Michael Gambon o Ian McKellen.

-Tras el éxito de "Invictus", convencerían a Clint Eastwood para hacer “Invictus 2: El maracanazo”: el enorme Obdulio Varela estaría interpretado por el versátil Jamie Foxx.

Hasta aquí, mis ideas para nuevas películas con viejos personajes. ¿Qué ideas -propias o robadas- aportan ustedes?

* Hasta esta frase es viejísima; aparece en el Eclesiastés 1:9
** La última temporada de la serie transcurre en Roma

lunes, 1 de febrero de 2010

Nobody told me nada


Me gusta muchísimo vivir en donde vivo. Es un barrio sin nombre, de esos que quedan en una difusa terra franca entre dos barrios, Sayago y Belvedere, que tiene algunos inconvenientes notables como el estar alejado de Centro y contar con un servicio de transporte público que oscila entre bastante malo y pésimo, según el día y la hora, pero que tiene enormes ventajas, como el estar alejado del Centro y contar con un servicio de transporte público que oscila entre bastante malo y pésimo. Debido a esto, la zona es enormemente tranquila, bastante segura, y prácticamente el único ruido molesto que puede llegar a escucharse es la cortadora de césped de algún vecino; me despierto con el canto de los pájaros, y ahora en el verano, escucho a las chicharras que ensayan su concierto todo el día. En definitiva, vivo en un lugar en el que nunca pasa nada. O nunca pasaba nada... hasta ayer.

Muy cerca de mi casa pasan las vía del tren; los extranjeros que lean esto estarán pensando que cómo no puse este detallecito en las desventajas, porque ya sabemos que los trenes traen estrépito, humo, temblequeos. Lo que no saben es que en Uruguay los trenes están casi extintos, como los gorilas de montaña (ni que decir en Uruguay, que nunca hubo), por lo que lejos de molestar, cuando pasa uno, causa cierta emcoción nostálgica. Además, el tren más ruidoso, que es el que maniobra para ingresar con su carga de rocas a la fábrica de cemento Portland, opera en horarios decentes, así que no molesta a nadie. O no molestaba a nadie... hasta ayer.

En la tarde de ayer, en mi barrio descarriló el tren. Ese tren que pasa tan poquito, por razones que aún se desconocen, se salió de la vía y algunos vagones cayeron sobre unas casas. Afortunadamente, no hubo víctimas más allá de unos pocos heridos y mucho susto; evidentemente, para los residentes de junto a las vías, igual representa una tragedia, ya que sus viviendas quedaron destruídas, y quién sabe quién se hará cargo de resarcirlas, y cuándo. Pero para todos los demás vecinos del barrio, en el que nunca pasa nada, el descarrilamiento de un tren es todo un acontecimiento.

Ayer por la tarde yo me encontraba en mi búnker jugando en la PC y disfrutando del ruido de la lluvia que por fin se había dignado a caer y a refrescar un poco a los agobiados mortales que veníamos padeciendo un par de semanas de un calor insoportable, y por supuesto que ni me enteré; escuché unas sirenas de bomberos, pero como le pasa a Jaime Roos, nadie me dijo nada. Claro, llegó el momento en el que me enteré, y así fue que esta mañana me dirigí con mi cámara a registrar gráficamente “el día en que mi barrio pasó algo”.

Aquí están las fotos:
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Nunca faltan los que le dan la espalda a la realidad
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No sé si reconocer que la foto me quedó torcida, o que es una composición original
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Los supervisores, siempre atentos al trabajo de sus subordinados
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¡Muchachos, si vamo'  a vaciar los vagones a mano, no nos vamos más!
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¡Ah...! No hay como quedarse a la sombrita y mirar cómo laburan otros al rayo del sol
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AFE va en franco declive, a qué negarlo
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Bueno, más que declive
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Demoraron tanto en remover el tren, que crecieron plantas sobre los vagones
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