Asumo públicamente que mi relación con el mundo del cómic podría calificarse de inexistente; en mi niñez leía revistas de historietas -en el Paleolítico no se llamaban cómics- de Disney (las andanzas del Pato Donald, el Tío Rico y demás ánades), de Quino (Mafalda fue, es y será grandiosa) y de Dante Quinterno (en particular me gustaban las Locuras de Isidoro Cañones, aunque no les hacía ascos al Cacique Patoruzú). En ocasiones leía alguna del Zorro, si mal no recuerdo. Jamás leí las historietas de Superman u otro superhéroe, porque eran “para varones”, y no sé si me hubieran gustado. Leí alguna de historieta de Meteoro que mi primo guardaba celosamente y que por supuesto, no me prestaba, así que tenía que leerlas medio de apuro cuando iba a su casa.
A eso de los 9 ó 10 años, cuando comencé a leer novelas, dejé las revistas de historietas de lado; pensaba que nadie que descubriera a Louise May Alcott, a Agatha Christie o a Julio Verne volvería a leer esas revistas “para niños”; sólo alguna revista de Condorito, tal vez, que se había puesto de moda en mi pubertad.
Mi relación con los superhéroes fue también breve; la serie televisiva de Batman con Adam West y su incipiente buzarda, el joven maravilla diciendo frases tales como "¡Santa tarta de chocolate!", y las peleas con las onomatopeyas escritas ("¡Auch!"); la serie japonesa Ultra Seven (¿alguien la recuerda?); unos años después, los dibujos animados del Hombre Araña, y por supuesto, la divina “Mujer Maravilla”. Y eso es todo, amigos.
Con respecto al género fantástico, prácticamente mi experiencia se redujo a la película "La Guerra de las Galaxias", que vi a los 10 años con mis papás en el extinto cine California. Un prodigio de los efectos especiales, claro, con los entrañables R2-D2 (es decir, "ar-two-dee-two" o "Arturito" como se le dijo por estos lares) y C3PO o “citripío”, y el malo malísimo de Darth Vader, y el churro de Luke, y la princesa Leia, tan divina con su vestido de gasa blanca que parecía una novia.
Cuando se estrenó la continuación (El Imperio Contraataca), no fui a verla; para ese entonces, yo era una adolescente, y no estaba para esas pavadas de robotitos peleándose con unas espadas de tubolux... Pasarían años (décadas, en realidad), antes de que volviera a ver una película de la saga de Star Wars (ya no La Guerra de las Galaxias), hasta que las vi todas, y superé el fruncimiento de hacerme la intelectual que va al cine sólo a ver neorrealismo italiano o nouvelle vague.
Fue así que tras volver a ver aquella película de la Guerra de las Galaxias, devenida en Episodio IV: Una nueva esperanza, y ponerme al día con las otras cuatro películas de la saga que no había visto de puro pretenciosa, me animé a ir al cine a ver la última, que como todo el mundo sabe es la sexta pero en realidad es el Episodio III, y no sólo no se me cayó nada, sino que me encantó, y no diré que devine en experta en Star Wars, pero por lo menos, la fuerza me acompaña, y cuando no, me bamboleo y me caigo en el lado oscuro.
Otro tanto me pasó con las novelas y películas de Harry Potter, que las creía para niños, hasta que vi la primera de las películas en la TV, y después me animé a leer la novela a ver qué tal, y terminé leyéndolas todas y hasta comprándome las últimas en inglés porque no podía esperar casi un año a que se editaron en español (además de descubrir que las traducciones son bastante flojas) y yendo al cine días antes y haciendo cola para conseguir las entradas y no perderme el estreno.
Pero lo peor aún estaba por venir.
La cuestión fue que esto de tener un blog tuvo consecuencias insospechadas. Este ir y venir de conocer gente de todo tipo, con intereses de lo más diversos, me fue acercando al mundo del cómic, de la ciencia ficción y de la fantasía. Así fue que cuando Peter Parker colgó en su blog la noticia que se había organizado una función especial para la película "Watchmen" y me dijo que por qué no enviaba un correo electrónico para conseguir una invitación, acepté la propuesta. Confieso que no tenía ni la más puta idea de qué era esto de los “guochmen”, salvo que sabía que significaba “vigilantes”, que había visto la sinopsis de la película varias veces en mis tantas idas al cine, y a que un alumno del nocturno, que es un verdadero consumidor de cómics, manga, animé, juegos de rol y cuanta cosa fantástica haya en el mundo real o virtual, desde el primer día de clases andaba luciendo la remera de Watchmen.
Como iba a ir a la función especial, decidí "estudiar" algo acerca de estos vigilantes, de modo que me enteré que son personajes de una novela gráfica inglesa, y no unos bizcochos largos, finitos y cubiertos de azúcar como yo creía hasta ese entonces.
Así fue que el sábado pasado, sin remordimientos de conciencia por abandonar un rato a Fellini y a Kieslowski, me fui al cine a la función especial de Watchmen.
La idea era encontrarnos con otros bloggers (el propio Peter Parker, el Corto Maltés, Martín, Joker 23 y Hiedra Venenosa) a quienes no conocía. Mientras esperaba a ver si adivinaba las caras de blog que sin duda tendrían, me puse a observar los especímenes que se agolpaban en la vereda de Colonia y Yaguarón. En su mayoría, veinteañeros y de sexo masculino; el 75%, más delgados de lo aconsejable para su altura, en tanto que el 25% restante, más gordos de lo aconsejable para sus coronarias. Todos ellos con una piel de un tono entre blanco lechoso, amarillo pergamino y verde agua, vestidos de rigurosísimo negro, con remeras alusivas a cómics o a películas del género, y cargando una mochila a sus espaldas. Las escasas féminas, igualmente pálidas, lucían indumentarias tales como tutús de encaje negro, medias caladas, borceguíes y mechones de colores entre sus cabellos renegridos, amén de un maquillaje que no escatimaba delineador de ojos también renegrido. Al final, en medio de los ansiosos espectadores, nos encontramos los citados (a cual más normal en su aspecto, una verdadera rareza en medio de la fauna circundante). Y llegó la hora de la película.
He de confesar que disfruté como loca. Me encantó la trama, la estética, los diálogos, la banda sonora... y hasta me reí muchísimo, al ver a personajes nefastos como Nixon y Kissinger como partícipes de una sátira feroz. Hasta llegué a pensar, por momentos, que hubo un montón de guiños que pude captar debido a mi edad provecta y a haber leído cosas tales como "Todos los hombres del presidente", y visto la película, y a haber leído, visto y vivido algunas cosas más, que muchos de los presentes, avezados conocedores de la historieta, pero que no habían nacido en la época en que se desarrolla la historia.
En resumidas cuentas, fui, vi, me divertí y sobreviví. No creo que de ahora en más cambie radicalmente mi vestuario, o que deje de ver películas de Kusturika, o de leer novelas de Saramago, pero al menos sé que puedo disfrutar de algo diferente.
Y que perder la frikinidad –como tantas cosas que se pierden en la vida- valió la pena.
A eso de los 9 ó 10 años, cuando comencé a leer novelas, dejé las revistas de historietas de lado; pensaba que nadie que descubriera a Louise May Alcott, a Agatha Christie o a Julio Verne volvería a leer esas revistas “para niños”; sólo alguna revista de Condorito, tal vez, que se había puesto de moda en mi pubertad.
Mi relación con los superhéroes fue también breve; la serie televisiva de Batman con Adam West y su incipiente buzarda, el joven maravilla diciendo frases tales como "¡Santa tarta de chocolate!", y las peleas con las onomatopeyas escritas ("¡Auch!"); la serie japonesa Ultra Seven (¿alguien la recuerda?); unos años después, los dibujos animados del Hombre Araña, y por supuesto, la divina “Mujer Maravilla”. Y eso es todo, amigos.
Con respecto al género fantástico, prácticamente mi experiencia se redujo a la película "La Guerra de las Galaxias", que vi a los 10 años con mis papás en el extinto cine California. Un prodigio de los efectos especiales, claro, con los entrañables R2-D2 (es decir, "ar-two-dee-two" o "Arturito" como se le dijo por estos lares) y C3PO o “citripío”, y el malo malísimo de Darth Vader, y el churro de Luke, y la princesa Leia, tan divina con su vestido de gasa blanca que parecía una novia.
Cuando se estrenó la continuación (El Imperio Contraataca), no fui a verla; para ese entonces, yo era una adolescente, y no estaba para esas pavadas de robotitos peleándose con unas espadas de tubolux... Pasarían años (décadas, en realidad), antes de que volviera a ver una película de la saga de Star Wars (ya no La Guerra de las Galaxias), hasta que las vi todas, y superé el fruncimiento de hacerme la intelectual que va al cine sólo a ver neorrealismo italiano o nouvelle vague.
Fue así que tras volver a ver aquella película de la Guerra de las Galaxias, devenida en Episodio IV: Una nueva esperanza, y ponerme al día con las otras cuatro películas de la saga que no había visto de puro pretenciosa, me animé a ir al cine a ver la última, que como todo el mundo sabe es la sexta pero en realidad es el Episodio III, y no sólo no se me cayó nada, sino que me encantó, y no diré que devine en experta en Star Wars, pero por lo menos, la fuerza me acompaña, y cuando no, me bamboleo y me caigo en el lado oscuro.
Otro tanto me pasó con las novelas y películas de Harry Potter, que las creía para niños, hasta que vi la primera de las películas en la TV, y después me animé a leer la novela a ver qué tal, y terminé leyéndolas todas y hasta comprándome las últimas en inglés porque no podía esperar casi un año a que se editaron en español (además de descubrir que las traducciones son bastante flojas) y yendo al cine días antes y haciendo cola para conseguir las entradas y no perderme el estreno.
Pero lo peor aún estaba por venir.
La cuestión fue que esto de tener un blog tuvo consecuencias insospechadas. Este ir y venir de conocer gente de todo tipo, con intereses de lo más diversos, me fue acercando al mundo del cómic, de la ciencia ficción y de la fantasía. Así fue que cuando Peter Parker colgó en su blog la noticia que se había organizado una función especial para la película "Watchmen" y me dijo que por qué no enviaba un correo electrónico para conseguir una invitación, acepté la propuesta. Confieso que no tenía ni la más puta idea de qué era esto de los “guochmen”, salvo que sabía que significaba “vigilantes”, que había visto la sinopsis de la película varias veces en mis tantas idas al cine, y a que un alumno del nocturno, que es un verdadero consumidor de cómics, manga, animé, juegos de rol y cuanta cosa fantástica haya en el mundo real o virtual, desde el primer día de clases andaba luciendo la remera de Watchmen.
Como iba a ir a la función especial, decidí "estudiar" algo acerca de estos vigilantes, de modo que me enteré que son personajes de una novela gráfica inglesa, y no unos bizcochos largos, finitos y cubiertos de azúcar como yo creía hasta ese entonces.
Así fue que el sábado pasado, sin remordimientos de conciencia por abandonar un rato a Fellini y a Kieslowski, me fui al cine a la función especial de Watchmen.
La idea era encontrarnos con otros bloggers (el propio Peter Parker, el Corto Maltés, Martín, Joker 23 y Hiedra Venenosa) a quienes no conocía. Mientras esperaba a ver si adivinaba las caras de blog que sin duda tendrían, me puse a observar los especímenes que se agolpaban en la vereda de Colonia y Yaguarón. En su mayoría, veinteañeros y de sexo masculino; el 75%, más delgados de lo aconsejable para su altura, en tanto que el 25% restante, más gordos de lo aconsejable para sus coronarias. Todos ellos con una piel de un tono entre blanco lechoso, amarillo pergamino y verde agua, vestidos de rigurosísimo negro, con remeras alusivas a cómics o a películas del género, y cargando una mochila a sus espaldas. Las escasas féminas, igualmente pálidas, lucían indumentarias tales como tutús de encaje negro, medias caladas, borceguíes y mechones de colores entre sus cabellos renegridos, amén de un maquillaje que no escatimaba delineador de ojos también renegrido. Al final, en medio de los ansiosos espectadores, nos encontramos los citados (a cual más normal en su aspecto, una verdadera rareza en medio de la fauna circundante). Y llegó la hora de la película.
He de confesar que disfruté como loca. Me encantó la trama, la estética, los diálogos, la banda sonora... y hasta me reí muchísimo, al ver a personajes nefastos como Nixon y Kissinger como partícipes de una sátira feroz. Hasta llegué a pensar, por momentos, que hubo un montón de guiños que pude captar debido a mi edad provecta y a haber leído cosas tales como "Todos los hombres del presidente", y visto la película, y a haber leído, visto y vivido algunas cosas más, que muchos de los presentes, avezados conocedores de la historieta, pero que no habían nacido en la época en que se desarrolla la historia.
En resumidas cuentas, fui, vi, me divertí y sobreviví. No creo que de ahora en más cambie radicalmente mi vestuario, o que deje de ver películas de Kusturika, o de leer novelas de Saramago, pero al menos sé que puedo disfrutar de algo diferente.
Y que perder la frikinidad –como tantas cosas que se pierden en la vida- valió la pena.
41 comentarios:
Como siemmpre me ha encantado el recorrido por tus preferencias de comics y acá no le llamaban Arturito en españa, total que mi hija decía que me había inventado el nombre, acabo de enseñarle tu post para que vea que en la versión sudaméricana, le llamaban así.
Por otro lado también me sorprende que uses el término "friki" en realidad aqui ser friki no es ver manga, sino ver una película como Torrente (podés ver un resumen en Youtube)
Como siempre me he pasado un rato genial leyéndote, bss
¡¡¡Opití!!!... ¿quién dijo que esto del blogueo era para los que vivíamos aislados?... Me imagino a los blogueros reconociéndose por la rara indumentaria, totalmente diferente a la de los más jóvenes. Viste que, al final, más allá de las apariencias, todavía coincidimos en muchísimas cosas con las generaciones más recientes.
Buenísima la síntesis de tus lecturas de la infancia. Hasta Batman llegué, y se me vino con todo un cúmulo de recuerdos emocionados. Por ejemplo, hasta escuché el ruido de la llave en la cerradura y me vi corriendo a alcanzar a mi padre, a ver qué revista comprada en el control de Arenal Grande me traía ese día.
Andrea, no se si reir, llorar, aplaudir, ver los Watchmen por tercera vez o hacer todo a la vez -lo cual es poco improbable-.
Sabés bien que me encantan todos tus posts, pero este tiene algo especial que me hace saborear su lectura de forma diferente y llena todos mis sentidos con un embelesamento casi comparable al que sentían Silk Spectre y Nite Owl... (¡sí, es una referencia friki!).
Un punto que destaco -y que sirva de ejemplo- es como una persona puede llegar a abandonar por un rato a Fellini y a Kieslowskiel y no sentir remordimientos de conciencia por cometer semejante pecado... ¡eres una chica mala! y de mente abierta, capaz de ver más allá de la pantalla de Cinemanteca.
¡Cuidado!, esas cosas no son vistas con buenos ojos por parte del uruguayo medio ¡y ni te digo por Cotugno!.
¿Quien no leyó alguna vez una revista de historietas? ¿Quién no conoce a Batman, al Hombre-Araña o a Darth Vader? ¿Quién no sabe que un sable laser se construye con cristales del planeta Illum? (bueno me fui al carajo).
Como todo en esta vida, hay cosas buenas y malas, comerciales y artísticas, clásicas y vanguardistas y por lo tanto los cómics y sus autores no escapan a estas condicionantes, al igual que los directores de cine y los escritores.
Quien no puede ver una epopeya griega en la Saga de Star Wars es porque nunca leyó la Ilíada o tiene una venda mental.
Pero por suerte en este mundo aun quedan chicas ávidas de fantasías y nuevas experiencias, que son tentadas por el Lado Oscuro de la cultura y se animan a perder su frikinidad en la última fila de un cine, mientras por los parlantes suena "The Sound of Silence" de Simon & Garfunkel.
Muchas gracias por el post.
Besos, Peter Parker
P.D.: Las "chicas recatadas" que no pierdan su frikinidad, iran al cielo y conocerán a Dios, "las otras" irán a Marte con el Dr. Manhattan. (¡sí, es otra referencia friki!)
Fiuuuuuuuuuú!!!
Ave María Purísima! Qué susto!
Era la frikinidad nomás lo que habías perdido!
Ja,ja,ja que buen post! Es increíble el vuelco al lado oscuro de la cultura que estas dando. Solo te voy a decir que un mundo maravilloso de grandes autores te esta esperando para que disfrutes a lo grande. En mi caso nunca pude entender por que (y no me refiero a ti) muchas personas intentan enterrar una etapa de la vida que en general suele ser la etapa mas feliz como lo es la infancia. Es como si al pasar los 60 y entremos en la etapa de adultos mayores, debamos abandonar la música que nos gustaba, o los autores literarios o el tipo de cine porque esa es una etapa de la vida que ya fué y son cosas de adultos. La infancia es una etapa que en la que mas cosas aprendemos y no entiendo por que si leíamos a superman o al pato Donald debamos abandonarlos de grandes porque son cosas para niños. En mi caso no dejo nada atrás, solo intento sumar intentando no restar. Claro que ya no leo a superman con la avidez y la inocencia que antes tenia, pero los comic de superhéroes han evolucionado muchísimo y ahora son terriblemente adultos en algunos casos. Yo comencé por los superhéroes, pato Donald & co, Patoruzito & co, Piturro (¿alguien se acuerda de este sujeto?), también leía Meteoro, etc. Entonces un dia conocí "El eternauta" y de ahí salte a la revista Scorpio y a la Metal Hurland y la Heavy Metal y el comic Europeo (con Moebius a la cabeza) y ya no paré mas. Por supuesto que en medio se filtraban cosas de Umberto Eco, Raymond Chandler, Dostoievski, Arlt, Bukowsky, etc.
Joder, se me ha ido larga la cosa.
Rafaela:¡Jajaja, estamos colonizando España!!! Sí, acá se le decía "Arturito"... y se les dice frikis a los fanáticos de algo, Torrente incluido (que mirá que tiene sus seguidores por estos lares!)
Flaca:En cualquier momento te vemos vestida como Batichica entrando al cine para ver la nueva versión de Batman!!! ¿O tal vez te tienta más Gatúbela?
Peter:No creas que no me dio "cosita" largarme a escribir estas confesiones, sabiendo que vos y el Corto las iban a leer... y coincido con que hay cosas buenas, malas y espantosas en todos los géneros artísticos, pero te imaginarás la de infartos de miocardio que podría provocar entre la concurrencia de Cinemateca o el Universitario si se me escapa una confesión así!!! Yo creo que hasta las nutrias de los tapados volverían a la vida...
Y ni que hablar que me iría a Marte con el Dr. Manhattan!
;-)
Susana:¡Voto a Darth Vader! ¡Sí, estaba hablando de una pérdida cercana en el tiempo, jijiji!
Corto:Me encanta que te haya gustado; como le decía a Peter, me daba un poco de vergüenza confesar esto ante ustedes, pero entre otras cosas que voy perdiendo y ganando, está esta de asumir que se puede disfrutar de cosas que nos hacían felices en la infancia, y que crecer o envejecer no es ir dejando cosas atrás, sino ir sumando, y que cada uno de nosotros es eso, la suma de Patoruzito y Umberto Eco, de Derzu Usala de Kurosawa y El retorno del Jedi, y de lo que nos va pasando en la vida...
Mi querida Andre! Resulta que uno de mis placeres ocultos y poco conocidos se refiere a los comics,no llegue sóla a ese mundo complejo, como siempre el amor tuvo que ver en el camino. Cada 15 días visito la tienda de comics que esta en mi ciudad, es una cosa inmensa y llena de cosas curiosas. De niña fui cercana Archie y más tarde a Super Calvin y Hobbes...deje los comics y me interne a la literatura hasta que descubrí Batman! uff, eso me hizo una verdadera adicta, no compro comic por comic, me espero a q se editen en forma de libro y me leo toda la historia. A Watchmen le entre porq mi novio es adicto y fan de Alan Moore, creador de historias como esa o de The League of Extraordinary Gentlemen, V for Vendetta o Constantine... todas en cine, pero ninguna con el permiso de Moore, que no dudo en decir que es un genio y que sus obras nada piden a un libro exquisito de literatura. Ojala puedas conseguir la novela gráfica de Watchmen, te aseguro que te gustará, tiene un lenguaje hermoso (probablemente sea mejor leerla en inglés) y llena de letras del querido Dylan, en fin que soy adicta y fan. Aunque nadie le gana a Batman y el constante conflicto entre el bien y el mal...la delgada linea entre la locura, que tema!
Completamente lógico lo que te ha sucedido: friki, friki, friki, friki... ¡Así se pierde la frikinidad!
Admiro a la Profe que es capaz de aprender de sus alumnos. Eso facilitará que ellos aprendan de vos.
Un abrazo.
Fernando
Comparto totalmente la idea del Corto, de ir sumando cosas a nuestra vida sin tener que restar... y como decís vos, somos la suma de Patoruzito y Umberto Eco, de Derzu Usala de Kurosawa...
Lo de Marxella es es una cosa de locos... ojalá pudiera ir yo a una tienda de cómics así. Por ahora solo me visitar las que hay en Buenos Aires.
De a poco se van destapando los frikis que visitan a diario tu blog... incluido Santiago (aunque aun no ha mostrado la capa), por por conversaciones que hemos mantendo anteriormente se que siempre le tuvo ganitas a la Princesa Leia vestida de esclava.
Esta bien dejar por un rato (no más) las cosas que hacemos siempre, los libros que nos acompañan a todos lados, la películas que despiertan nuestro intelecto, nuestros sentidos, nuestra imaginación, abandonar nuestros fines, nuestros intereses, dejar detrás esas cosas que hacemos siempre y entrar en nuevos mundos, en extraños mundos, en fascinantes mundos.
Hay para todos los gustos en el viñedo del Señor, por lo tanto, hay cosas para todos, en el comics, anime, existen muchas cosas muy interesantes y para tomar en cuenta. Por ejemplo, la función del comics ha sido siempre muy compleja, creados para superar crisis y catástrofes humanas, dando fuerza, esperanza o simplemente una distracción para que la sociedad deje de padecer por la realidad que le toco en suerte. Los anime son una cosa aparte, realmente son increíbles (no conozco muchos, apenas unos cuantos, pero en ellos pude ver una alta calidad ideológica y estética), por ejemplo en Evangelion.
Sobre las historias de culto, mejor dicho, historias como la de Star War, puedo decir que me fascinan demasiado (aunque por contenido me parecen mejores las que se realizaron hace ya mas de 20 años que las últimas que piensan más en la acción y en los efectos especiales que en la historia en sí).
Sobre las Harry Potter no puedo decir mucho, hasta hace un par de meses estaba abnegado a ver alguna de estas películas, mucho menos leer alguno de sus libros. Por razones que no vienen al caso (pero que de seguro harían de este comentario algo digno de leer y no esta porquería que estoy escribiendo) ví una y termine viéndolas a todas. Ahora espero el estreno de la nueva película en Julio (si mal no tengo entendido).
Que se yo, esta bueno, hay cosas de los más interesantes y divertidas, algo para pasar el tiempo de una forma para nada idiota.
Que la fuerza te acompañe, más aun si te agarra Darth Vader (ni hablemos si te agarra el galancito que hace de Anakin), ojo con el Duende Verde que suele salir de noche de copa, levantando maestras, tenes que tener paciencia, la mayoría de los superhéroes usan mayas largas ajustadas y difíciles de quitar. Sabe que ellos siempre van a poder reconocerte, pero vos a ellos nunca, porque siempre están debajo de una mascara. Es difícil cruzar el universo, sin una nave que contenga un buen dvd.
Un abrazo así de grande (como solo el hombre elástico puede darte).
HologramaBlanco
Súper interesante, Andrea. Me llama la atención ver que tuvimos un recorrido semejante en algunas cosas, aunque unos años después.
Yo también arranqué con las revistas de Disney (conservo algunas) y pasé a Condorito, me gustaba más Isidoro que Patoruzú, y me reí con Mafalda, aún antes de entender del todo lo que decía...
Fue genial tenerte con nosotros ahí, y sí, es cierto, los del sector blogger éramos los desubicados por la "normalidad" de nuestra apariencia...
Capaz que para Montevideo Cómics nos salimos un poco del libreto, no?
P.D.: de lo de Harry Potter ya ni agrego nada, mis sentimientos y experiencias han sido plasmados una y otra vez.
Muy buen posteo y excelentes conclusiones (como siempre).
Me he reído bastante...
Tu dices: ¿Quien no leyó alguna vez una revista de historietas?
Te contesto: YO
Me cagué de risa, tu capacidad de observación y descripción es maravillosa. También, no lo voy a negar, te imaginé con un tutú negro perdiendo la frikinidad entre guiñapos de medias caladas desgarradas a manos de un púber flaco y pálido que no se saca la mochila ni en pedo.
Ahora bien, por razones de ancianidad extrema yo no pasé del viejo Batman y el LLanero Solitario. Tá y Superman también. Las revistas SEA mejicanas nos invadían. Cualquier viejo se debe acordar del Acle! Acle! de la bruja de la pequeña Lulú.
Patoruzú e Isidoro eran otro mundo, ineludible. Y Archie. Pah!! qué pila de cosas. No había tele y el canje de revistas era un comercio floreciente. Era mágico ir a cambiar revistas. Comprar una revista nueva en un quiosco tenía algo de milagroso, con esas páginas todavía no ajadas por cientos de mugrientos dedos infantiles.
Después vino la juventud y vino la dictadura, entonces mi relación con el cómic fue la revista Humor, con El Eternauta, Las Puertitas del señor López, Booggie el aceitoso y Mundo Interior de Tabaré.
Me olvidaba, pero en esa época en que el diariero traía el diario todos los días a todas las casas, de mañana y de noche, el momento más esperado era el de abrir la página de historietas, antes que el viejo agarrara las de política.
Ahora me sigue gustando el cómic, cuando pesco alguno, pero no me dan las bolitas para salir a comprarlos. Y no hablemos de la onda manga, esa estética nipona me da en los huevos, esos ojos grandotes me aburren y también esa forma esquemática de dibujar, como de receta.
Para los que no la tengan y les interese, tengo la versión completa de "El Eternauta", la original, la de Oesterhead, en PDF.
Aunque no lo puedan creer, me la mandó K, en un gesto magnánimo y nada furioso.Al que me la pida, se la envío.
Ah, otra cosa, gracias a mis nietas conocí una película de "anime" que me dejó patitieso. Un polvo de película, "El Increíble castillo vagabundo" En esa no me molestaron los ojos grandes.
Mmmm.. La Princesa Leila...No tener 40 años menos y una buena espada láser...
Marxella:¡Guau! No me imaginaba que eras tan "friki"!!! Ya me imagino a Peter y al Corto juntando pesitos para llegar a México y poder perderse en la tienda de cómics...
Me encantaría conseguir la novela de Watchmen, y si es posible, en inglés (estoy por cumplir años, acepto regalos, jijiji!)
Fernando:¡Llamate al orden!!! Hoy te quedás sin ver los dibujitos.
Peter:¡Santos ravioles de ricotta! No sabía que andabas de confesiones con Santiago...
No hay caso, George Lucas los cría y el viento los amontona.
Edgardo:¡Qué sorpresa! ¡No te hacía tan conocedor del mundo del cómic!
Coincido que las tres primeras de Star Wars son mejores que las tres últimas, en lo que refiere al contenido (en particular, El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi).
Con respecto al inconveniente de las mallas ajustadas de los superhéroes, me quedo con el Dr. Manhattan que solucionó ese problema del modo más natural y efectivo!
;-)
Martín:Me parece estupenda la idea de "producirnos" para ir a Montevideo Cómics. Se me ocurre que Peter Parker podría ir disfrazado de Peter Parker, el Corto Maltés como el Corto Maltés, Joker23 como el Joker y Hiedra Venenosa como Hiedra Venenosa.
El problema somos nosotros dos...
¿Qué tal te parecen Isidoro Cañones y la Pequeña Lulú?
Y luego veremos qué hechizo usamos para llevar a Peter a ver la película de Harry (Un Petrificus totalus, tal vez?)
Bea:¿Ni siquiera Mafalda?
Hmmm... difícil!
Santiago:Ah, los puestos de canje de revistas...! Por supuesto que mamá no me dejaba acercarme a esas fuentes de bacterias, mis revistas eran siempre nuevas (¿Por qué será que la nena salió tan neura y tan limpita?)
;-)
Me recordaste la revista Humor, que yo no curtía mucho, pero sí su hermana menor, Humor&Juegos, que traía algo de humor gráfico y notas, pero también juegos de palabras (a los cuales son adicta desde que pude agarrar una lapicera).
"El eternauta" es una joyita, claro! Y no hay caso, el manga y el animé no me llegan...
No te preocupes, que la princesa se vive quejando de que a Han Solo el Halcón Milenario ya no le acelera como antes...
Solo voy a dejar 2 recomendaciones:
1 - El que quiera empesar con buen pie en el mundo de los comic puede empesar por "El eternauta", un comic viejo (hay que superar la primera impresion que dan los dibujos al abrirla) pero qe vale mucho. Si fuera americano...
2 - Entrar al anime con "El viaje de Chihiro". Una joya del cine de verdad (es del el maestro Miyazakyi, el mismo de "El increible castillo vagabundo").
Corto: Conozco El Eternauta, aunque por arribita. Gracias por la recomendación de El viaje de Chihiro; si la fuerza me acompaña, capaz que me animo!
Hola Andrea!
Entre algunas de las tuyas y varias de las de Santi anduve yo. Siempre más Isidoro que el indio, la niñez por estos lares para gente de nuestra edad (años más, años menos) tuvo similares personajes. Muy lindo post, casi una confesión diría...
Y muchas gracias por la ilustración. La verdad que tu retrato del Maestro hace un poco más interesante a un texto discretito discretito.
Besos y gracias!
Pues ¡enhorabuena amiga! Desde luego la frikinidad hay que perderla sea como sea, aunque sea con Torrente como dice Rafaela y no se lo puedas contar a nadie. Lo peor de todo es que yo me reí, pero juré no voler a hacerlo nunca más. Con él, claro.
Bueno Andrea, que tienes un arte especial para contar las cosas, y que yo no he podido ser infiel a la guerra de las galaxias.
Un beso de vuelta de no sé muy bien desde dónde.
Germán:¡Seguramente te ilusionaba lo de andar loqueando hasta cualquier hora con Cachorra Bazuka, por eso te gustaba más Isidoro Cañones!
Me alegra que te haya gustado el retrato (que es discretito discretito!)
Medialuna:¡Qué bueno tenerte de regreso! ¿Así que con Torrente, eh? ¡Creo que sigo prefiriendo al Dr. Manhattan o hasta el propio Darth Vader!
Watchmen: muy buena película...
Pero para mi el post se perdió cuando mencionaste esa aberrante serie de Adam West jeje
Saludos!
Nico:¡Seguro que es aberrante! Pero yo tenía 7 años cuando la veía (más o menos) y era ma-ra-vi-llo-sa!!!!
A Nico hay que recomendarle que la vea con otros ojos. Es una increíble parodia. La escena en que Batman tiene que deshacerse de una bomba en un muelle y corre de aquí para allá porque en un sitio hay monjas, en otro palomas, en otro una mamá con su bebe, etc es lo mas hilarante que se pueda ver. También esta la recordada escena en que alguien fue secuestrado y para saber quien es, Batman y Robin, meten los datos en la computadora y como respuesta la compu larga fideos por la ranura, y Robin dice: Santos fideos Batman, Secuestraron a la señora Espaguetti!!!
Como el Batman de Adam West no hay.
Ja, ja, ja, ja. Yo recuerdo una escena en donde Bati-buzarda se mete en la guarida del ¿Letras? y encuentra un plato lleno de sopa de letras, así que Batman saca de su bati-cinturón el bati-recipiente para sopa (¡qué bati-casualidad!) y se la lleva para analizar en su bati-computador. ¡Qué payasada!
Ya viste Watchmen! Te envidio, yo no he tenido tiempo :(
A mi siempre me gustaron cosas de "frikis", sólo que para mi no eran de esos gustos que compartir; los disfrutaba más bien sola cuando quería escapar un poco. Adoro las películas de ciencia ficción (no se cuantas veces vi Star Wars, y ni siquiera son mis preferidas), y aunque no me gustan toooodos los comics me he leído unos cuantos.
Después empecé a acercarme a la "movida", fui varias veces a la cconvención de Montevideo Comics; en fin, lo que encontré fue más que nada muchos pibes más chicos que yo cuya forma de relacionarse era esa: juegos de rol, animé, ir disfrazados por la vida, etc.; está todo bien, pero encontré que algunos se limitaban demasiado a eso.
También llegué a ver conferencias y muestras de artistas gráficos muy interesantes, pero creo que los aprecio de otra manera justamente porque también visito otras cosas. No soy fan de ningún dibujante en especial, por ejemplo, más bien soy "fan" de algunas maneras de dibujar.
Pero que me encanta el mundo del cómic, no lo niego, me sigue gustando mucho ese mundo.
Y quiero ver Watchmen hace rato! Más ahora que me decís que está buena...
Abrazo!
Corto:¡Santos recuerdos, Batman! ¿Gozás de una memoria admirable o viste la serie decenas de veces?
¡Jijiji!
Peter:¿No sería un bati-tupperware?
;-)
Lara:¡Dale, confesalo, vos era la del tutú de encaje con medias de red y mechones fucsia que estaba primera en la cola para ver Watchmen!!!
(No conocía esta veta friki que confesás... Capaz que nos encontramos en Montevideo Cómics este año... Si me entra mi vestido de 15, puedo ir vestida de Princesa Leia!)
No Andrea, era el bati-tacho-Crufi. :P
Andre, te dejé un premio [merecídisimo por cierto] en mi blog.
besos
¡Qué bueno Andrea! Si todos fuéramos tan sinceros como vos el mundo sería mejor y podríamos distinguir entre lo que en realidad nos gusta y lo que con o sin intención nos imponen. Gracias, disfruté mucho.
Peter:¡Qué casualidad! Yo utilizo bativiandas de la misma "marca"! Imagino que también usaría los bativasos de requesón!
;-)
Julia:¡Allá voy!
Juan:¡Pero no todos los superhéroes pueden tener una nave rodoflotante como "Rodoacuamán Pascualero"!!!
también pasaba por acá para confirmar si Julia te dio el premio porque te lo merecés o por compromiso...
la última palabra no está dicho
seguiré regresando...
saludos, el post estuvo buenísimo.
Cerdos:¡Jaja, habría que preguntarle a Julia!
Gracias por pasar.
;-)
felicitaciones, usted se lo merece!!!
Cerdos:¡Gracias! Espero que me mande una caja de alfajores cordoooobeses!
;-)
Ya debés estar por cerrar y poner otro post, pero igual me apuro y te digo algo. Me gustó muchísimo esta crónica. Yo también leí muchas revistas de historietas. Me encantaban! Por supuesto que de niña era fanática de la pequeña Lulú y me encantaba Ágata, la bruja!!! Archi también y yo como Santi, también cambiaba revistas, al menos cuando podía. Había unas revistas para "señoritas" jajaj, que no me acuerdo cómo se llamaban cuyas heroínas tenían todas un jopo que reíte de los floggers. Pero a mi me gustaban mucho más las de aventuras y fantásticas. Y creo que ahí nació el disfrute de la literatura. Asì que tengo mucho que agradecer.
Tu retrato es impecable!!!
Besotes
Ro:¡Ya era hora, hijunagransiete! Menos mal que Batman no demora lo mismo que vos en atender la batiseñal, jijij!!!
Cuando agarre más la mano en el taller, tal vez retome a Ágata; por ahora la voy de intelectual, dibujando escritores y filósofos.
le enviaré alfajores de Córdoba Capital y saleme de Colonia Tirolesa - pero no lo mezcle -
saludos
Cerdos:Ah, bueno, cómo no, pero me refería al premio de Julia!
¿Qué te puedo mandar de acá? ¿Helados Conaprole, tal vez?
Como dice Mendieta: que lo parió, cada vez que cruzo el charco y llego a este lugar me encuentro entre estos párrafos. Es realmente un placer leerte.
Toco de oído el tema de los comics, en realidad lo toco por amigos más afectos al asunto, pero me sumo a la recomendación de Corto Maltés y te digo que veas "El viaje de Chihiro".
Es la mejor entrada al mundo de Miyazaki, luego vas a querer ver más; en mi caso se convirtió en uno de los directores más queridos, tanto como Truffaut, Tarkovski, Kaurismäki.
Ah y también disfruto de aprender cosas de mis alumnos.
Cr:¡Muchas gracias! Otro grande, Fontanarrosa.
Bueno, pues tendré que ver El viaje de Chihiro, a ver qué tal.
Tan friki parezco en clase???
Bueh, si tanto drama tenes para ver anime o leer manga te recomiendo que le entres a "Monster".
Si te gustan los policiales este no te va a defraudar :)
Pablo:¡Jajaja, te vendiste solito!!!
El problema con el manga es que no me gusta estéticamente; prefiero el estilo occidental, y ni que hablar, en blanco y negro.
Por eso me encantó lo que vi de Thomas Ott.
No, y no sos tan friki (al menos no te pusiste las medias caladas!!!)
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