sábado, 21 de mayo de 2011

El Perico Alcasotro


                     


Esta canción es del artista argentino Higinio Mena, y en nuestro país la popularizaron el Choncho Lazaroff y José Carbajal, “el Sabalero”.  
¿A qué viene esta canción? ¡Pues que tuve la ocasión de conocer a un personaje “real” que podría ser el propio Perico Alcasotro!

La cuestión tuvo su origen en mi frustrada aventura en pos de conocer la laguna Merín, que pueden leer aquí. El viaje en lancha por el río Cebollatí no tenía como destino la desembocadura del río en la esquiva laguna, ya que no conseguimos compañeros de aventuras, pero sí acordamos mis amigas y yo en ir hasta la localidad de “Las limeras”, con una pareja que se animó a acompañarnos, bajo el timón de Daniel, de la Prefectura de La Charqueada. Daniel nos propuso llegar hasta allí, para conocer a José María, un personaje entrañable que vive en el monte junto al río, y a quien le encanta recibir visitas en su “casa”.


Desembarcamos en el Puerto Las Limeras, en donde estaba atracada la embarcación de José María, quien vive de cortar leña en el monte y de hacer hornos de carbón; la leña y el carbón son transportadas en su lancha y llevadas a golpe de remo los 8 km que separan Las Limeras de La Charqueada.
Allí nos encontramos con el anuncio de bienvenida:


Y caminando por el monte llegamos al “Campamento Los Mariachis”.

                           
Varios pescadores se quedaban durante la Semana de Turismo pescando y pasándolo bomba en el puerto, con la cálida hospitalidad de José María.

                            
Me contaron que los peces los mantienen vivos en unas jaulas plásticas bajo el agua, así los mantienen fresquitos. Igual, no solo de pescado vive el hombre, así que el día anterior habían cazado un tatú, del que apenas si quedaban unos bocados.
El propio Mujica se encontraba con ellos disfrutando de un descanso:

                                     
Gran admirador de nuestro Presidente, José María le puso su apellido al gato. Aunque también con él vive la simpática Píldora, que nos hizo fiestas y se dejó mimar de lo lindo.

                           
José María nos invitó a conocer su cocina…

                                    
...y su alacena!



José María tiene una quinta en la que planta de todo un poco: cebollas, zapallos, acelgas, maíz... así que cuando tiene antojo de puchero, es cuestión de ir a la quinta y cosechar lo que necesite.


Y para darle color al guiso, nunca está demás atrapar algún plumífero, para lo cual se vale de esta aripuca, que así se llama esta trampa:


Tras la visita guiada a su domicilio, José María nos llevó hacia el horno de carbón que estaba construyendo, a través de un sendero apenas visible entre la vegetación...


No negaré que me sentí un poco como un personaje de Quiroga...
En medio de la vegetación, vimos algunos de los árboles de cítricos que le dan nombre al paraje; nos dijo que algunos de esos árboles tienen más de cien años, y siguen dando frutos.


Tras una buena caminata a selva traviesa, llegamos al horno de carbón; en mi vida había visto uno, y realmente me sorprendió el laburito que debe llevar hacer uno, para tener luego que prenderle fuego y ver cómo toda esa madera se reduce a carbón...

Aquí lo vemos a José María con un coqueto
delantal de los vinos "Pueblo del Sol"

Según nos dijo, para optimizar su labor, hizo unos cruzamientos entre abejas y bichitos de luz, cosa de poder trabajar de noche. 

Volvimos luego al puerto, nos despedimos de los pescadores, de Mujica y de Píldora, pero no de nuestro anfitrión, ya que nos pidió que lo arrimáramos hasta La Charqueada, dado que tenía que hacer algunas diligencias por el pueblo, y era más rápido en la lancha a motor que ir remando.Eso sí, el bote había que llevarlo, de lo contrario no podría volver.


Al bote le había entrado agua, así que activó la bomba de achique: una botella de plástico de dos litros cortada, con la que fue sacando el agua del fondo de a poquito...
Resuelto el problema, enganchó el bote a la lancha de motor, y así se fue con nosotros hasta La Charqueada...



Hay una casa allá entre la arboleda 
en donde vive el Perico Alcasotro,
navegando sobre siete pilares, 
la acorralan despacio los agostos, 
las aguas grávidas de la creciente, 
le traen de vez en cuando los despojos, 
de alguna lancha de contrabandistas, 
es un misterio la vida de Alcasotro. 


Ya se le puede ver calafateando, 
alguna embarcación por los canales, 
con la espátula haciendo maravillas, 
la pipa entre la boca desdentada, 
y la camisa manchada de aceite, 
y la ansiedad mordida por los vientos, 
rachas de eternidad son sus silencios, 
hacha de un sol bestial mata en su cara. 

Dicen que dio una vez la vuelta al mundo, 
que otra vez se cargó cuatro gendarmes, 
cosa triste de ver que cierta gente, 
no hable bien de quien hizo algo importante, 
carajo no hay más ley que la de abajo, 
solo la ley del pobre al pobre abriga, 
que aquel que anda en malas con los retobados, 
es que anda en buenas con la policía

Cuando el tano le da a la verdulera, 
a él le gusta bailar con la Celina, 
y esa mañana de invierno o primavera, 
toda la isla entera se endominga, 
cuando su boina viene a los chinchorros, 
se arman grandes fritangas populares, 
crece un humo violento de chupines, 
que hace de surubíes y de bagres. 

Tarde ha apagado ya su sol de noche, 
se duerme entre sus gatos y sus perros, 
y su casa navega intensamente, 
como nave de sombra en los sauzales, 
tras su bote borrachas las anguilas, 
dicen que van bailando en el verano, 
mientras su pipa ya en el mediodía  
va timoneando el pavor de los caraos... 



  

24 comentarios:

juan pascualero dijo...

¡Claro que merecía una entrada especial!
Parece mentira que aún quede gente así disfrutando de la naturaleza. Pensé que el último había sido mi amigo el lobito Iglesias.
Gracias a tu sensibilidad por habernoslo mostrado tan tiernamente.

Fernando Terreno dijo...

Muy lindo todo. Me gustaron especialmente el horno de carbón y los nombres del gato y el perro. Me estoy olvidando de la trampa esa que también está muy interesante.
Ahora digo yo, ¡cómo está difundida esa costumbre de ponerles a los animales nombres de presidentes! Recuerdo haber conocido en La Paloma a un perro que se llamaba Julio María... ¡Pobre animalito! tener que cargar con eso.

Unknown dijo...

Qué lo parió, qué cosa más linda che.
Una entrada memorable y un personaje increíble.
Y qué hermosa tu manera de viajar.
Y de mirar y ver lo que hay que ver.
Me dio un poco de cosita esa alacena con la bajo consumo con sus cables a la intemperie.
Buenísima la entrada.
Tenés una manera genial de complementar las imágenes con el texto.
Adorei.

andal13 dijo...

Juan:
¿Verdad que sí? Me maravilló conocer a este hombre, con esa mezcla de sabiduría e inocencia, de picardía e ingenuidad...
Rumbeá con la casa rodoflotante pa'l Cebollatí, y batite a duelo con José María a mentiras de pescador!

Fernando:
El horno de carbón me maravilló; después leí al respecto, porque no tenía idea que existiera algo así en el siglo XXI!
¡Pobre Julio María! He conocido algún Tabaré, y por supuesto, muchos "Cuqui".

Santi:
Flor de personaje, escapado de un cuento de Quiroga y retomado por la pluma de Juceca.
La alacena era una joyita, en particular porque no hay energía eléctrica en Las Limeras, pero sí lámparas bajo consumo. Eso sí, para guardar las cajas de vino es ideal una torre.
Mirá lo que son las cosas: si se hubiera cumplido mi deseo de ir en la lancha hasta la laguna Merín, no hubiera conocido a José María, y si en lugar de Daniel en la Prefectura hubiera estado el otro señor, no nos habría llevado hasta allí...
Gracias, che.

FLACA dijo...

Me encanta esta manera tuya de viajar y de ver.Y también me ha gustado conocer a ese personaje. Pero que los hay, los hay.
Un beso enooorme.

Alvaro Fagalde dijo...

Me encantan estos viajes tan bien documentados.

La canción es uno de esos milagros que tiene nuestro canto popular. El "carajo, no hay mas ley que la de abajo" todavia sigue estremeciéndome, aunque prefiero la versión del Choncho, que lamentablemente no la he podido conseguir en mp3.

andal13 dijo...

Flaca:
¡A mí también me gusta, jijiji!
Estos personajes están allí, sólo que no es fácil encontrarlos... pero son una joyita.

Alvaro:
Me alegra que te guste (como le dije a la Flaca, a mí me gusta también). La canción es una preciosura, aunque supongo que Higinio Mena se refería a algún personaje del Paraná (o eso me imagino yo).
La canción en la versión del Choncho está en GoEar http://www.goear.com/listen/6280475/el-perico-alcasotro-jorge-lazaroff, y seguramente la puedas conseguir si le rezás una plegaria al dios griego de la guerra.

marple dijo...

maravilloso todo lo que cuentas y muestras.
Dan ganas de pasar por esos lugares pero en la primavera.
un beso

andal13 dijo...

Marple:
¿Verdad que sí? Seguramente en la primavera José María, Píldora y Mujica sigan estando allí...

Alvaro Fagalde dijo...

Gracias, Andy. Una luz en el camino. si hubiera tenido esa canción oportunamente hubiera ido en la entrada dedicada al Choncho.

Susana Peiró dijo...

¡Qué lindo viaje mental hice junto a Vos! Gracias Amiga, por la música, las fotos y este relato que me llevó lejos del trabajo y la gripe de estos días!
Besazo desde el otoño en Mendoza!

andal13 dijo...

Alvaro:
Te la hubiera cantado yo misma, pero qué necesidá de arruinar una canción preciosa.

Susana:
¡Atchís! Vade retro, griposa!
Mejorate pronto (y sacá las patas del río, que el agua está fría!)

El Tata dijo...

Andrea; da gusto leerte y bronca la partida de nacimiento. ¿ Te imaginás si me diera el cuero poder ir a esos lugares con agua, cielo, y monte, además de personajes irrepetibles? Y con una guía, claro, que te enseñara a ver las cosas
Abrazo

andal13 dijo...

Tata:
¿Te animarías a subirte al rojito con tres féminas? ¡Mirá que hay que ser muy guapo, eh!

El Tata dijo...

Andrea; no seas mala; tengo entendido que el rojito es un bote. No veo el problema en subirme, y lo que puede importar la cantidad femenina, no pregunto cuantas son. Un beso

El Tata dijo...

Andrea; no seas mala; tengo entendido que el rojito es un bote. No veo el problema en subirme, y lo que puede importar la cantidad femenina, no pregunto cuantas son. Un beso

Unknown dijo...

Envidea de la más terrible por ese recorrido. Qué lindo conocer esa gente y me morí con Mujica y Píldora.

meR¡ dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
meR¡ dijo...

me-en-can-tas
casi que del espejo siento que te hablo..
yendo hacia ahi.

andal13 dijo...

Tata:
¿Qué el rojito es un bote? ¡Cuidadito con lo que decís!

Cr:
Un lujo conocer a José María y a los otros habitantes de Las Limeras; un genio Daniel que los incluyó en el paseo como parte de los encantos del Cebollatí.

Modalidadmeri:
¡Bienvenida!
Gracias por pasar. Llevá abrigo y algún licor, que está frío para andar mojándose las patas.

Gastón 2.0 dijo...

Pintoresco.

andal13 dijo...

Phil:
¡Efectivamente!

Susana Peiró dijo...

Andreeeee, genuflexiones a tu oreja musical!!!!!! Creeme, no tenía la más meridiana idea de que existiera un tema de Sabina “Viudita de Clicquot”!!!! Fui derechito a YouTube y lo escuché, está buenísimoooooo!!!! Pensar que usé la Bruni como cortina en el audio (séeee, ya sé, luce de lo más desabrida al lado de este tema!) Luego de proceder a un profundo recogimiento, espiritual, te doy las un montón de Graciasssss, geniaaaaa, por desasnarme! Brindo por Vos, te extrañabaaaaa!!!!

andal13 dijo...

Susana:
¡Jajaja, más que oreja, lo mío es sabinismo liso y llano!
À ta santé, chérie!