sábado, 19 de septiembre de 2009

El camino hacia la ilustración está plagado de aventuras

O cómo el destino sigue insistiendo en enviar señales sobre todo cuando una no cree en él
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El año pasado, en ocasión de la Feria del Libro de Montevideo, escribí un artículo acerca de la misma; aquellos lectores que no lo hayan leído y les interese hacerlo, o aquellos lectores que lo hayan leído pero no lo recuerden y quieran volver a leerlo, o aquellos que lo hayan leído y lo recuerden pero sean masoquistas en insistan en leerlo otra vez, pueden hacerlo aquí.
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Como sea, me gusta mucho ir a la Feria del Libro, pasarme un par de horas hojeando decenas de libros, y comprarme dos o tres.
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Pero acceder a ese cacho de cultura que me corresponde por ser ciudadana natural de la Siempre Fiel y Reconquistadora Ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo no ha sido fácil.
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Hace dos años decidí ir un sábado por la tarde, no recuerdo bien si era la única tarde libre que tenía o porque ese día cerraba la jornada un recital de Fernando Cabrera, que me encanta. Como fuera, salí dispuesta a tomar el 409, que es el ómnibus que más me acerca a la Intendencia Municipal, en donde se instala la Feria. Una vez que me hube accedido al ómnibus, a 4 paradas de la mía, ocurrió un accidente: un camión manejado por un conductor con serios problemas de estimación de distancias, osó embestir al 409, tras lo cual se dio a la fuga. La sorpresa y la conmoción causadas por el impacto no fueron nada comparadas con las que se produjeron segundos después, cuando el conductor del 409 se lanzó en persecución del camión, sin ponerlo a consideración de los 50 ó 60 pasajeros que transportaba. Al mejor estilo de una road movie, se fue derechito por Carlos Mª Ramírez en dirección sur, en lugar de doblar por Agraciada en dirección este, como hubiera correspondido. La persecución siguió por calles laterales hasta que al final le dio captura allá por el cementerio de La Teja, momento en el cual ambos conductores asomaron sus cabezas por las ventanillas respectivas, y se putearon de arriba abajo, como corresponde a dos caballeros del volante. Y como también corresponde, nos dirigimos -bah, nos dirigieron- a la Seccional policial más próxima, que por suerte la 19ª queda cerca del cementerio. Claro que allí llegó el momento de las declaraciones y la recolección de datos, pausa que aprovecharon los fumadores para bajar a fumar, y quien esto escribe, viendo agotada su reserva de paciencia -que nunca es muy copiosa, por otra parte- emprendió la fuga rumbo a la parada de ómnibus mas próxima, con la firme decisión de esperar el 427 e invertir en un nuevo boleto, pero el viaje a la cultura bien lo valía. Ni que decir que ni bien me hallaba a mitad de camino rumbo a la parada, el 409 de marras arrancó tan orondo y se fue sin mí.
No recuerdo qué libros compré, pero el recital de Fernando Cabrera estuvo espectacular.
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Este año la ida a la Feria venía complicada por razones de agenda: las reuniones de evaluación no me dejaban ni respirar, y no quería ir el domingo porque se llena de gente y soy alérgica a las muchedumbres. Por suerte, el viernes 11 tenía la tarde libre, y si sobrevivía al trajín de las reuniones y las clases, podía ir.
El viernes a eso de las 15 horas, arranqué hacia la parada a esperar el 409. Sí, a esperarlo, porque cuando estaba a 10 cm de la parada pasó el muy hijo de una gran siete, y el siguiente llegó tres días después cargado hasta el espejo retrovisor, así fue que los numerosos pasajeros que nos habíamos congregado en la parada tuvimos que apretujarnos como pudimos. El ambiente dentro del ómnibus venía caldeado, no debido a razones térmicas, sino porque en el fondo venía un grupo de muchachones rompiendo la armonía del pasaje. Como yo iba con los auriculares del mp3 metidos hasta las trompas de Eustaquio escuchando una cuidada selección de canciones de Eduardo Mateo, por supuesto que no me enteré de nada, pero en eso se produjo una corrida -al mejor estilo de los encierros de Pamplona- y una mujer se puso a gritar algo. La cosa fue que el conductor rumbeó otra vez hacia Carlos Mª Ramírez -parece que la esquina esa es fatal-, y yo en mi universo paralelo creí que otra vez iríamos rumbo a la comisaría, pero no: se detuvo en una policlínica, y allí fue que me enteré que los inadaptados del fondo que se estaban pegando entre ellos, le habían pegado a una señora. El conductor dejó a esta pobre mujer en manos del médico, la mayoría de los pasajeros se bajaron, entre ellos los que habían provocado el incidente, ocasión que aproveché para sentarme en un asiento vacío, porque no pensaba cometer nuevamente el error de bajarme y tomar otro ómnibus. Aquietados los ánimos, el conductor reanudó la marcha con los pocos pasajeros que quedábamos, pero en lugar de volver hacia atrás y retomar la ruta habitual, se largó con toda tranquilidad por una calle paralela, lo cual perjudicaría a quienes lo estuvieran esperando por Agraciada, pero nos beneficiaba a los que íbamos en el bus. En determinado momento, preguntó: "¿Alguien se baja antes de Capurro?" y como nadie lo hacía, siguió tranquilamente, con lo que llegué al Centro mucho antes de lo imaginado.
En esta oportunidad volví cargada de libros; veremos qué aventura me depara el 409 el año que viene, cuando nuevamente intente visitar la Feria del Libro.

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(¿Seré yo, o serán ellos?)
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[1] Acto que me hace digna de ser execrada por parte de los dueños de librerías, que pierden guita como locos, conmigo y con todos aquellos que hacen lo mismo.

26 comentarios:

Unknown dijo...

je je.
Aquí estoy.
Lo leo, me voy a dormir y después comento.
Quería llegar antes que el antihéroe.

Unknown dijo...

IMPRESIONANTE. Tengo que empezar a viajar más en ómnibus. Y no son ellos, sos vos.Estoy seguro de que sos vos.El destino está empeñado en proporcionarte experiencias de ese tipo para que puedas deleitarnos con estas crónicas. Es tu misión en la vida. Y jugale al 409.

Camarandante dijo...

Cómo me estoy riendo!!!!
Me gustaría escribir un libro, "Las andanzas de Andrea"

Es mas, podrías continuar con Agata contandom estas historias.
Lo que me encanta, ademas de reirme, es que de lo cotidiano, sacas letra, chorros de tinta!
Tenes un talento especial, ese de ver las cosas entre parentesis, ese de ver y asombrarte de los instantes entre los grandes momentos..
Besos

juan pascualero dijo...

El camino hacia la cultura está lleno de inconvenientes...

andal13 dijo...

Santi:
¡PRI!
El Antihéroe no se despertó todavía.
Ah, no sabés de lo que te perdés por no viajar en bondi... Y sí, vengo sospechando desde hace un rato que soy yo.

Camarandante:
Ese libro ya está editado: se llama "La odisea"!
¿Sabés que estoy armando un texto sobre eso que vos decís, acerca de cómo escribo sobre la realidad que me rodea? Veremos si sale algo de eso.

Juan:
Ay, muchacho, si lo sabrás vos...!
El Universo conspira contra la cultura, no hay caso.

Susana Peiró dijo...

Hay que interpretar las señales Andre! Dejame cambiar la lechuza de hombro....ohmmmmmm...Ya sé! "409" es el título del libro que vas a escribir con todas estas aventuras!
Y no me arrugues la nariz, es tu destino!

Alexis dijo...

Jajaja, debo suponer que no vivimos muy lejos entre nosotros. Yo estoy a tres cuadras de "la 19", jejeje.

Yo creo que sos vos la desgraciada, porque a mí nunca me pasó nada así ni en un 409 ni en un 427 (que tomo con más frecuencia).

Este año fui a la feria, pero no me gustó mucho, estaba un poco más pobre que en otros años. Muchos libros, muchos, pero mucha porquería, mucha.

Federico dijo...

el 427 jamás te haría eso, porque es un bus noble.

el 409 es medio reaccionario

ROBERTO CERVANTES P. dijo...

COMO SIEMPRE, ANDREA, UN RELATO LLENO DE CHISPA, DE OCURRENCIAS Y DE SIMPATIA. No me imagino como la gente puede ir con el bus hasta el hospital y esperar a ver que pasa, o a ver hasta donde llega la discusión de los dos choferes. Esto es algo especial.

andal13 dijo...

Susana:
¡Qué gran idea! ¿Qué te parece "409: Odisea del Despacio"?


Alekséi:
Sí, somos vecinos de la zona, aunque yo vivo más al Norte.
Estoy de acuerdo con que la Feria de este año fue medio pelo; tal vez por eso pude comprar unos cuantos libros buenos por poca guita!


Fd:
¡Bienvenido! No dudo de la nobleza del 427; cualquier carreta es más noble que el 409.


Vuelvo...:
La ventaja del recorrido del 409 es que no pasa cerca de ninguna maternidad, de lo contrario ya me vería atendiendo un parto en mi próxima visita a la Feria!

Fernando Terreno dijo...

Una cosa es la "curtura" y otra la "temeridá".
Usté, mijita, lo que quiere es acción y aventura junto con libros y literatura.
Entonces, a juzgar por los sucedidos, le recomiendo empezar por "Jettatore" y terminar por "El exorcista".
Pensar que a alguna gente todos los colectivos la dejan bien, y a usté, la dejan en la comisaría...
Su horóscopo de esta semana dice: "No salga sin unas hojitas de ruda en el zapato izquierdo. se aseguran resultados ótimos".
Un abrazo

Marple dijo...

Andrea:
sí, en los ómnibus pasan cosas raras. Cuando yo vivía en Montevideo pasaban y veo que siguen pasando.
No me voy a poner a contar mis anécdotas, acá, pero a mi me encanta andar en los ómnibus de Montevideo, sin dejar de reconocer que en los interdepartamentales me puede pasar cualquier cosa.La diferencia es que en éstos me enojo y en los capitalinos me divierto.
Lo mejor de todo Andrea es la música que ibas escuchando;cuando se entra en el universo de Mateo,la vida se vuelve dulce..

un beso

andal13 dijo...

Fernando:
Ruda en el zapato, un collar de ajos, una estaca y una bala de plata, por si acaso.

Miss Marple:
Es verdad, cuando una está fuera de su rutina obligatoria se distiende y disfruta más esas "pequeñas cosas".

dejamuchacho dijo...

Pa y yo que creia que buenos aires era una ciudad complicada para andar en bondi!!!!
El año que viene avisa con tiempo que dia vas a ir, asi nos preparamos para ayudarte si fuera necesario.
De todas formas, un buen libro bien vale el riesgo.

andal13 dijo...

Dejamuchacho:
El año que viene iré caminando, creo (el taxi tiene sus riesgos, también). Gracias por el ofrecimiento!
;-)

Peter Parker dijo...

Acá vengo llegando en el 409 que venía detrás del tuyo... puf!

Veo que tu acercamiento a la cultura, o mejor dicho a la Feria del Libro, es una aventura que se renueva año tras año, con todo lo que ello implique.

Por las dudas yo que vos me tomo otro ómnibus o hago uso del boleto 2hs (no seas tacaña).

Yo para evitar contratiempos, este año fue un miércoles a las 19:00 y pude revolver tranquilo. Entre otros libros me compré una "Cuentos 1" de H.P. Lovecraft edición 2009 a $100, una ganga del horror.

andal13 dijo...

Peter:
Hace tanto que no te "veía" que temí que te hubieras subido a un 409 de verdad! Menos mal que seguís con tus telarañas en buen estado...
Sí, este año había gangas verdaderas... Conseguí "El Rodaballo" de Günter Grass por 80 $...

ro dijo...

Andal, después vengo a leerte. No me dio tiempo hoy de mañana. Ya me voy a laburar. Besotes

Lara dijo...

Que buenas tus historias de los bondis, y te compadezco infinitamente por tener que tomarte el 409.
Igual, Andrea, espero por tu bien que NUNCA te tengas que subir al 370 o al 169! Te sacan todas las ganas de salir, de divertirte, de vivir, etc...

Abrazos!

andal13 dijo...

Ro:
Me gustaría que analizáramos el concepto de "después"...
¡Jijiji!

Lara:
El 409 es mi karma... creo que no me mudo sólo para seguir tomándolo toda mi vida...
El 370 a veces lo tomo por tramos cortos para ir al Nocturno, pero no lo sufro. Sí tuve una colega que durante años lo tomó para ir al liceo, y era rara la noche que no llegaba puteando por el 370!

Santiago Vega dijo...

jaja, los omnibus deparan insoliscitudes???? je, a mi tambien, siempre me pasa algo, sobre todo esperando el bendito, dichoso y amado 524, con una frecuencia tan pero tan amplia que uno facilmente podria dedicarse a construir y pintar una segunda capilla sixtina y encima le sobraria tiempo, no se, ya me tienen harto los omnibus, mi condicion liceal me obligaa convivir con ellos, que se le va a hcer
aguante la feria!!!!!!
besos

Carolina Trinidad dijo...

uff! por suerte el desenlace fue otro porque "pintaba" deja vú já, já!
Besos estimada Andal

ro dijo...

Ya vine, 6:33 de la mañana, antes de ir al liceo, porque si no se me viene otro después y usted ya me está reclamando la precisión de mis despuéses y tiene toda la razón y como en verdad, después de ir a cumplir con mis obligaciones laborales, llego en un estado justamente de "después" agotado, mejor me las ingenio con la única neurona despierta que tengo a esta hora, aunque sé que todavía está bostezando...
Yo me quiero ir en un 409 así!!! Yo no sé de qué se queja. Usted tiene la vida llena de aventuras, Andal y encima les saca partido literario! La verdad es que ahora me voy a tomar un taxi porque se me hizo tarde! Besotes

andal13 dijo...

Santiago:
No pierdas la oportunidad de construir una nueva Capilla Sixtina en Tres Ombúes, y matarle el punto a Miguel Ángel!

La impuntual:
Ah, sí, por suerte el 409 me da infinitas posibilidades!

Ro:
¡Andá, lo tuyo es pura envidia, porque seguramente en el 495 nunca pasa nada!!! Y en un taxi, menos... preguntale a Arjona, jijiji!

El Antihéroe dijo...

Como dije, vilmente a quitarle la medalla de Lata a Parker, pero el entiende, es un amigo, que digo un amigo, un hermano.

Que aventuras en los buses. Recuerdo que años atrás yo andaba mucho en el 17 del centro a Capurro y viceversa, a altas horas de la madrugada y nunca me sucecedió nada tan digno de contar en un blog público como estas verdaderas sagas que parecen ocurrirte tan seguido. Voy a empezar a pensar que debajo de esa cubierta exterior de mujer intelectual, culta, amante de los libros, la fotografía y la ópera se esconde un verdadero imán de aventuras urbanas. Nadie que te conozca en vivo y en directo se debe aburrir cuando sale con vos, especialmente si toman el 409 para llegar a destino. Tan bueno como siempre el blog.
Mis disculpas a Santi, por dejarlo con las ganas (de verme segundo o tercero, prefiero el último). Siempre de niño fui mal perdedor en el Ludo y el Rally del Uruguay y creo que eso todavía no se me ha quitado.

andal13 dijo...

Antihéroe:
Me has descubierto. Lo de la plástica, la ópera y todas esas paparruchadas son sólo la fachada que esconde a una intrépida aventurera, sobreviviente del 409!!!
En el 17 no encontrás aventuras, casi... tendrías que haber probado con el 76!!!