jueves, 25 de noviembre de 2010

Algunas costumbres extrañas, y cómo las emociones no caducan

Hace un par de días, conversando con Martín (bueno, conversar es un decir, lo correcto sería  "intercambiando comentarios con Martín en su blog") le decía que había ido a ver "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte" el martes a las cuatro de la tarde (no conseguí entradas para el día del estreno) y a él le pareció raro el horario elegido. Pues sí, yo pecadora, me confieso: adoro ir al cine los días de semana (bueno, ¡todos los días son días de semana!) y a primera hora de la tarde. Evidentemente, no soy la única con esa extraña costumbre, de lo contrario no existirían funciones de cine para adultos a las tres o cuatro de la tarde en todas las salas de Montevideo, porque está bien que una sea importantísima, pero mi inconmensurable humildad me impediría causarles molestias a los empleados de las salas de cine, sólo por si se me ocurre ir; en todos los casos, hay algunas personas más que comparten ese gusto conmigo, y el número aumenta considerablemente los fines de semana. 
Ahora bien... ¿Cuál es la gracia de ir a la primera función?  Según dicen que dijo el Bambino Veira, y comparto, "me gusta tanto la noche, que al día le pondría un toldo". No importa que afuera brille el maldito, dentro del cine siempre es de noche. En verano se agrega una ventaja no menor, dado que además de estar a oscuras, ponen el aire acondicionado a unos -52ºC, de modo tal que mientras en la calle la gente perece en un mar de asfalto derretido, una puede tiritar a gusto (siempre llevo un abrigo, y no tengo empacho en sacarme las sandalias en medio de la sala y ponerme las medias que tengo la precaución de llevar en la cartera). Jamás hay que hacer cola, porque son contadas las personas que tienen la tarde libre como para ir al cine: los jubilados, los estudiantes, los trabajadores que tienen su licencia en meses no "vacacionales",  los docentes que solemos tener horarios "raros"...  Cuando termina la película, aún es de día, por lo que se pueden hacer otras actividades, y una no se muere de desesperación esperando el ómnibus, cosa que sí puede pasar en horas de la noche. Y lo mejor: cumplir el sueño del cine propio, ya que una puede elegir la ubicación que quiere y despatarrarse tranquilamente. Sí, sí, entre mis pretensiones de bataclana figura la de tener un cine*. No un "home theatre", que es un televisor más grande con un mejor audio; no, me refiero a un cine, así grandote, con techos altos, filas y filas de butacas y escaleras con lucecitas.
Aclarado -al menos, eso espero- el sentido de la primera parte del título, vayamos a la segunda: en la tarde de hoy, jueves, volví al cine, esta vez, a la función de las 15:30 horas; en el cine Torre de los Profesionales, el ambiente era verdaderamente familiar, porque éramos cinco los espectadores (¡Todos conocemos familias con muchos más integrantes!) para ver "Mundialito" , el documental de Sebastián Bednarik que recrea el campeonato de fútbol de 1980 inventado en plena dictadura para... ¿qué? ¿Darle circo al pueblo, porque el pan no abundaba? ¿Festejar el plebiscito que los militares pensaban ganar para perpetuarse en el poder?  La cuestión fue que las urnas hablaron, o más bien gritaron que NO, que el pueblo no quería a los dictadores, y la Selección Uruguaya ganó el campeonato, lo que permitió festejar el comienzo del fin.
Yo tenía 13 años en aquel entonces, y claro que no voté, aunque tengo recuerdos bastante claros de esa época fermental en que como tantos otros chiquilines criados durante la dictadura, comenzaba a hacer preguntas incómodas. Y por supuesto que recuerdo el Mundialito, con aquellos jugadores de pantaloncitos tan cortos que parecía que estaban usando la bombacha de la hermana, y la emoción de ver ganar a la Selección, tras haber quedado fuera del Mundial Argentina '78.
Y en la tarde de hoy reviví la emoción. Y me emocioné más aún, ahora que sé alguna cosita más de esas que en aquel entonces no se hablaban. Y me reí de algunos personajes que son francamente ridículos, más allá de sus títulos, sus rangos y su importancia.
Como decía el finado Iván Kmaid, "usted no puede, no debe dejar de verla". Y para muestra, les dejo estos botones (¡nunca mejor empleado el término, jijiji!)






* Es una de las cosas que seguramente me compre cuando me saque el 5 de Oro

21 comentarios:

Detaquito dijo...

Es evidente que no vivi nada de lo que ahi se narra.
Pero honestamente ha despertado en mi cierta curiosidad (bah, en realidad la historia es algo que me agrada bastante, por mas que mi aficion sea lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial.)

Y ahora que la recomendas, Andal querida, no me queda otra opcion que ir al cine a verla.

Por otra parte, el horario en el que concurris al cine es -sin dudas- el mejor.

En otro orden de cosas no estaria mal que hagas (ahora que estan tan de moda) una lista con las pretensiones de bataclana :P

Detaquito dijo...

Pd.: ¿esto era ser el primero?

Sabia que la vida en si misma es un desengaño, pero esto lo excede :P

Alvaro Fagalde dijo...

Opinaré por aquí -o por otra vía- cuando la vea, pero... que no se hagan todos los cerrados opositores que tomaron al Mundialito como una expresion contra la dictadura.

A la mayoría de los uruguayos de 1980 les importó más ganar los partidos que las libertades perdidas.

Marple dijo...

Andrea.
Una película histórica:
Sanguinetti el señor que todo lo sabe, no sabía quien era Berlusconi!
Batlle,el señor que nunca miente, declara que no quería el Mundialito.
No digo quien era el el tesorero porque muchos no la han visto y no les quiero robar la sorpresa...
El milico Peryra, ja, ja, como que no se acuerda en qué andaba en el 80.

El único detalle interesante que encontré fue que hay un tipo que no canta el himno, así que podemos decir que se les escapó a los milicos.

Me pregunto qué edad tiene Álvaro Fagalde. La cosa no estaba como para celebrar el NO a lo bestia como en el fútbol:)así que ¿cómo sabe lo que le importó más a la gente?

Para mí no es un documental para los viejos como yo con memoria de elefante.
Diviertansén jovencitos!!!Como dijo el inefable Volonté: "a esa película ya la ví"

Andrea lo mejor de todo es tu sueño de cine propio:)

Martín dijo...

Quiero aclarar que no me parece mal ir en ese horario, eh. Que se entienda...

Igual, ir a ver HP7 el día de estreno, y hacer una cola casi tan larga como la película que precedía, es un placer (en serio lo digo). Jaja.

Todavía no fui a ver Mundialito, que tengo ganas de ir a verla, a pesar de tratarse de una época en la que no era nacido...

Yo también quiero un cine!!!!

Susana Peiró dijo...

Ay, esos "mundialitos"! Y digo en plural, porque sabés Andre que por mis pagos atendimos uno en el '78 y fuimos "felices campeones" en medio del horror. Bien por la peli, y cuando la vea te cuento qué me pareció.

El Cine propio! Qué maravilla, comparto el gusto de bataclana! Eso sí, regularía el aire acondicionado, joer, me ha costado unas cuantas gripes! (yo me olvido de los zoquetes!)

Besos Amiga y buen finde!

Alvaro Fagalde dijo...

Yo no hablé de celebraciones, hablé de que al 99 % de la gente le importó muy poco quien organizaba el torneo, sino que ganara Uruguay. Me molesta que ahora digan todos que tenían muy en claro q era una expresión de propaganda de la dictadura y que tomaron el Mundialito como una expresión de resistencia a ella.

Aclaro que no vi aun la película, me baso más en lo que se ha dicho sobre ella y lo que se ha dicho en estos años sobre ese campeonato.

En 1980 yo tenía 15 años.

Fernando Terreno dijo...

Tomo en cuenta la recomendación y veré si la dan por acá.
Si llegás a sacar el 5 de Oro avisá, así te mangueo las entradas!

andal13 dijo...

Deta:
No te la pierdas, gurí (me refiero a la película, a la Segunda Guerra te la perdiste hace rato; si las Coreas no se amigan, en una de esas llegás a la Tercera).

Anoto lo de la lista (seguramente sea tan decepcionante como cantar "Pri!")

Alvaro:
Capaz que a la mayoría le interesaba más el fóbal que otra cosa (¿no es siempre así?), pero no te olvides que tampoco se podía exteriorizar mucho de nada... Y es interesantísimo el testiminio de algunas personas a las que les importó, aún en las condiciones en las que se encontraban, y no digo nada más para no arruinarle la película a quien no la vio.

Marple:
Disculpá, pero no veo bien por dónde viene tu comentario; varios de los personajes no quedan bien parados, más allá de sus tropezones y caídas habituales. Y sí, no todo el mundo vivió esa época, o no la vivió acá.

Martín:
Ah, quedate tranquilo que sé que no te parece mal, sino extraño (además, vos sos de los que trabajan a esas horas... cuando te jubiles, le vas a encontrar otro uso a las horas de la tarde, jeje!)
Bueno, capaz que te invito a mi cine, pero tampoco te abuses...
;-)

andal13 dijo...

Susana:
Ah, lo del "mundialote" de ustedes no se puede comparar! Sería interesantísimo hacer una documental al respecto, y aclarar algunas turbiedades...
¿Verdad que el cine propio tiene muchísimo glamour?

Fernando:
No sé cómo anda la mano del cine uruguayo por allá; últimamente se está filmando bastante, y se hace cine de calidad, en general.
Bueno, te presto mi cine... al final, mi cine se va a llenar como las matinés de los cines de barrio de cuando éramos chicos!

juan pascualero dijo...

Me anoto en tu cine siempre y cuando no vendas "pop".-

Marple dijo...

Andrea:
perdona no sólo que insista sino que haya parecido bastante incoherente en el comentario anterior.
Como inteligente expectadora de cine que sos sabrás que en cualquier película está expresado el punto de vista del director y muchas veces, por motivos obvios del productor.Todos lo sabemos y después opinamos lo que se nos canta sobre el producto.
En cambio en un documental(para peor histórico), las cosas a veces no son tan claras, cuestiones de tiempo para dar largas explicaciones y ahondar en el tema, costos, etc pero creo que además siempre está el lado subjetivo de los realizadores.

No me atreví a decírtelo hasta que encontré un reportaje al director del cual te copio y te doy la dirección:

...."Te puedo decir lo que yo pienso, que es un poco también una de las voces presentes en Mundialito. Al haber sido ejecutado en ese año particular, hay mucha gente que le queda la sensación de que fue un campeonato hecho con un objetivo que no estaba bueno, que fue utilizado por los militares. En el gobierno de ahora se hizo lo mismo, algo similar, pero no se culpa eso y hasta lo aceptás, y resulta hasta anecdótico haber hecho una campaña de turismo o que Mujica reciba en la plaza a los jugadores. Aquello fue lo mismo, pero justamente fue tan oscura toda aquella etapa que la gente lo dejó ahí y mejor ni hablar de esas cosas. Creo que va por ahí…

http://www.paraver.com.uy/especiales/entrevista-bednarik-varela.html


¿cómo que es lo mismo? este muchacho parece que no sabe que el PP fue elegido por el pueblo.
Y el asunto del tesorero, cosa que este chico y su equipo,se adjudica como su gran descubrimiento....¿no es estar un poquito flechado en caso de reelección de Tabaré?
Lindo documental para la campaña próxima en lo referente al FA.

Si estoy hablando como una dinosauria desubicada que tuvo el triste privilegio de desfilar obligada en ese desfile que creo que fue el gran último el 25-8 80, perdoname, de verdad,porque creo que si hubiera aparecido de casualidad mi figura desfilante todos opinarían que yo era una facha de mierda.
Pues no, por más imágenes y documentos que se muestren respecto a la Historia, los corazones y menos el pensamiento de la gente común creo que aparece poco, digan lo que digan los historiadores.
Por supuesto yo quería que ganara Uruguay...faltaba más:)

Si ves que esto es flor de divague, bórralo, para eso sos la dueña del blog.

Marple dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Qué guacha... Tenías nada más que 13 en el 80. Yo no vi el mundialito.
Me fui a Brasil. En realidad lo que pasó es que yo estaba inhabilitado para votar en el plebiscito, estaba en la lista negra. Pero si no votaba no me sellaban la credencial, y si no me sellaban la credencial mi condición de proscrito quedaría en evidencia en mi trabajo en la Intendencia y todo eso podía causar que me echaran a la mierda. Así que me dirigí a una mesa de votación que no me correspodía, en la que no figuraban mis datos y voté "observado", cosa que se podía hacer entonces. Después el voto sería anulado, pero yo tendría el ansiado sellito. Aunque había una leyenda de que podían saber qué había votado cada uno no sé por qué extraña tecnología, y mi voto no valdría nada,no me pude resistir a meter con todas mis ganas el NO.
Pero huí cobardemente a Brasil para no pensar más en eso.
ASí que la final entre Uruguay y Brasil me agarró tras las líneas enemigas. Y como se nos fundió el auto en una zona cercana a Tramandaí, tuvimos que recalar en un camping justo el día de la final. El partido lo vimos en una carpa llena hasta el tope de brasileros que nos miraban con aire de perdonavidas y que, seguros de la victoria, nos decían con condescendencia: "pode torcer, pode torcer". Primer gol uruguayo y nosotros con cara de póker. Ni nos movimos de los asientos y mirábamos a los brasileros con cierta culpa, ya que eran tan amables. Ellos empezaron a ser menos amables. Vino el empate brasilero, de penal y a ellos les volvió el alma al cuerpo y la sonrisa al rostro y a nosotros nos empezó a costar disimular la cara de orto. Ahí nos animaron nuevamente a "torcer" por nuestro equipo, pero respetuosamente declinamos el ofrecimiento. Ese día aprendimos a controlar nuestras emociones como lores ingleses. Cuando Uruguay hace el gol de la victoria, faltando ya pocos minutos para terminar el partido, dimos las gracias elegantemente a los anfitriones de la carpa que ya tenían una mirada entre triste y asesina, recogimos nuestras sillas de playa y comenzamos a caminar lentamente y muy serios por los pajonales rumbo a nuestro campamento, pero allí no pudimos más, tiramos las sillas a la mierda y, únicos 4 uruguayos en todo el camping empezamos a gritar como dementes: "Uruguay nomáaaa!!!!! Uruguay carajo!!!!!!! GOOOOOOOOOOL!!!!!!Los cagamoooo!!!!!"
Largamos todo lo que habíamos reprimido en esos ciento y pico de minutos y nos preparamos para lo que viniera... No pasó nada. Los brasileros hicieron molde.
Ta
Qué pesado, pero eso es lo que me pasó a mí en el Mundialito.

andal13 dijo...

Juan:
¡Epa, que el cine es mío!
Y habrá chinchulines calentitos y crocantes, jijiji...

Santi:
La engalanaste; tendría que aparecer tu testimonio en el documental.
Vos sabés que presentaron la película en un festival en Brasil, y muchos de los espectadores jóvenes no tenían idea del Mundialito, así que se iban aprontando para que Brasil ganara la final... ¡La calentura que se agarraron cuando la película no tuvo un "final feliz" esos brasucas!!!

Alvaro Fagalde dijo...

No quiero hacer autopropaganda pero lo que pienso sobre la epoca saldrá en una novela ("1976") apenas comenzada a escribir que en su momento aparecerá en mi blog.

A lo que apunto es que muchísima gente fue indiferente -mucho mas alla de la ferrea censura- en aquella epoca. Y muchisima gente tambien, por ejemplo, si veia a un conocido frenteamplista cruzaba la calle y no lo saludaba. Que no vengan ahora que TODOS eran resistentes y la tenían clara, porque muchos se subieron al carro en el 84. O después.

Capaz que no tiene nada que ver con la película. Repito, aun no la vi.

andal13 dijo...

Alvaro:
Sindudamente que hubo muchísima gente indiferente, desconocedora,ingenua, boluda, partidaria del "no te metás", temerosa, etcétera, al igual que la ha habido siempre, a lo largo de la historia.
Pero la documental va por otro lado; es imperdible por muchas otras cosas, y en serio vale la pena.

Alvaro Fagalde dijo...

Ok. Cuando lo vea, te doy mi opinion, si te interesa.

andal13 dijo...

Alvaro:
¡Periclaro!!!!

Lara dijo...

Tengo que ver esa película... no había leído ninguna crítica hasta ahora, lo cual es muy extraño, porque debe haber unas cuantas en la vuelta. Si me faltaba algo para interesarme, era una opinión como esta. Después te cuento!

andal13 dijo...

Lara:
Si no me equivoco, todavía la están dando en algún cine. ¡No te la pierdas!