domingo, 21 de diciembre de 2008

Guía práctica para conocer Uruguay – Episodio XX

La Navidad uruguaya: laica, carísima y obligatoria
Segunda parte

En el episodio anterior de la guía, hacíamos referencia a la Navidad como una fiesta de enorme trascendencia para el Uruguay, ya que se festeja durante todo el mes de diciembre, si bien lo que se celebra no es la natividad de Jesús, faltaba más en un país laico. Qué es lo que se festeja no me queda muy claro, pero seguramente es algo importantísimo, dado el tiempo y el dinero que se invierte en ello. La Navidad propiamente dicha se conmemora el 25 de diciembre, fecha establecida convencionalmente en el mundo occidental y cristiano, y que, más allá de la laicidad del estado, es feriado, por aquello de que si nadie en Occidente trabaja ese día por que íbamos a hacerlo nosotros. Como corresponde al todo gran festejo, se comienza a celebrar la víspera, es decir, la noche del 24, o sea, la Nochebuena. Sin embargo, es tradicional armar el árbol de Navidad el día 8, y hay quienes decoran el exterior de sus casas con luces navideñas que permanecerán allí hasta por lo menos el mes de agosto.
Toda fiesta -más aún ésta, o sería más adecuado decir éstas, ya que son "las fiestas" por antonomasia- se deben planificar con sumo cuidado y antelación, porque todo el mundo sabe que una actividad planificada primorosamente y con tiempo sale mucho peor que algo que se haga de apuro y como venga. Lo primero es decidir CON QUIÉNES y DÓNDE. La Navidad es una fiesta familiar, así que queda claro que uno la pasa con su familia. Lo que no resulta claro -y menos aún en esta época de zapping marital- es quiénes integran la familia. Es entonces que, cada año y en la misma fecha, se arman enconadas discusiones acerca de si vamos a invitar a tus padres o a los míos, que a todos no porque es para lío porque no se llevan, que me da no sé qué no invitar a la pobre tía Mercedes que está sola, pero desde que murió el tío no tiene consuelo y nos va a amargar a todos, que mejor que tu hermano ni se aparezca que el año pasado se vino con una loca que andá a saber en qué antro se la levantó, y que cómo no voy a invitar a mi ex marido que después de todo es el padre de mis hijos y el pobre está solo ahora que Maite lo dejó.
Una vez que se estableció sin dejar lugar a dudas quiénes compartirán la fiesta, comienza la otra discusión -si hubo una segunda guerra mundial, como íbamos a permitir saldar todo con una pelea sola- acerca de dónde pasaremos la Nochebuena y dónde la Navidad.
Por supuesto que quien tiene casa grande será quien deba ceder su espacio, más si tiene parrillero, y ni digo si el parrillero está situado en un amplio patio al aire libre, que es el lugar perfecto, porque recordemos que la Navidad cae en el comienzo mismo del verano, y difícilmente la temperatura baje de 25º C, por tanto la idea de encerrarse en un apartamentito de 2 x 2 está fuera de toda consideración. En caso de que varios de los familiares posean casa con amplio fondo y parrillero, la discusión alcanzará niveles épicos, porque se sabe que la dueña de casa será tomada por esclava e impedida de todo festejo, por lo que se negará tenazmente a ser la anfitriona, pero ofrecerá graciosamente su ayuda a la víctima elegida, ayuda que consistirá, como mucho, en lavar la lechuga o sacar los nenes a la vereda a mirar los fuegos artificiales para dar la chance que Papá Noel deje los regalos sin ser visto.
Una vez establecidos los dos puntos anteriores, se pasará a considerar el asunto medular: qué se comerá en la cena de Nochebuena, y qué se comerá en el almuerzo de Navidad, sin descuidar el detalle que el 25 de diciembre todos los comercios permanecen cerrados, por lo que no deberán olvidarse las provisiones para la merienda y la cena, no sea cosa que alguien pase hambre.
Los uruguayos descendemos mayoritariamente de europeos, por lo que la tradición gastronómica es respetada generalmente, sin considerar que una cosa es diciembre en el Piamonte o en Asturias y otra muy distinta en Tacuarembó. A los platos de nuestros antepasados se les agregarán los platos de la cocina vernácula, porque tampoco es cuestión de irrespetar la tradición gauchesca, y quién dijo que no se puede mezclar budín inglés con chinchulines.
Generalmente se llega a un consenso -después de encarnizadas discusiones- acerca de qué animal será sacrificado en aras de la reunión familiar, siendo el lechón y el cordero los invitados más habituales a la hoguera. La obtención del cuadrúpedo en cuestión suele ser otro elemento a discutir, salvo cuando uno tiene un conocido o pariente que tiene campo y le manda la encomienda. Quién se encargará de asar la bestia -hecho de primordial importancia- no puede ser materia discutible: el tío Beto viene haciéndolo desde que el ser humano conoció el fuego, por lo que esa distinción le corresponde a él. Quienes carezcan de parillero o de tío Beto, deberán recurrir -¡qué ignominia!- a la compra del lechón ya preparado, que como todo el mundo sabe es mucho más rico, y muchísimo más barato, porque el tío Beto funciona a alcohol y es de comenzar los preparativos a las 7 de la mañana para completar la cocción varias horas después, cuando él ya esté bastante más adobado que el lechón.
Claro, un plato de carne no es suficiente para nadie, por lo que habrá que complementarlo con otros comestibles, amén que nunca falta un abuelo que no puede comer lechón porque tiene el colesterol y el ácido úrico por las nubes, o una prima que vive a dieta o un sobrino adolescente que acaba de hacerse vegetariano. Así es que en la mesa estarán presentes las papas chips, los maníes salados, los dos o tres tipos de queso, el salamín, la longaniza, el jamón, las aceitunas verdes y negras, la morcilla salada, los pepinitos en vinagre, las tostaditas y el pan, algún choricito hecho a la parrilla, tal vez algún chinchulín o un riñón, lengua a la vinagreta, sandwiches, canapés, la torta de fiambre de la tía Nelly, pollo, matambre relleno, ensalada mixta, ensalada rusa, alguna ensalada más elaborada, que nunca falta un paladar negro que prefiere la rúcula a la humilde lechuga, y por supuesto, alguna cosita dulce como postre, en general helado, pero si hay alguna abuela paciente, ensalada de frutas (además del helado, no en lugar de), para luego proceder a la ingesta de los productos típicos navideños, como son los turrones, el budín inglés, el pan dulce, las frutas secas, las frutas glaseadas y los dátiles.
En donde no suele haber dos opiniones es en el tema bebidas, que deberán ser variadas y abundantes, para reponer la pérdida de líquido ocasionada por el calor. Un kit básico mínimo debe incluir whisky, vermú, cerveza, vino y algo para brindar, que puede ser sidra, medio y medio o champagne, según sea el nivel socio-económico -y hasta político- de cada quien. No está demás tener en la heladera algún refresco sin alcohol, en especial si hay niños o abstemios -toda familia tiene su muerto en el ropero- y agua, no sea cosa que al abuelo se le dé por tomar la pastilla de la presión con whisky y se intoxique, y tengamos que recibir la Navidad en el sanatorio.
Al aproximarse la medianoche, los festejantes deberán organizar cuidadosamente la estrategia a seguir, debido a las numerosas actividades que ocurren simultáneamente al dar las 12: brindar y desearse Feliz Navidad, salir a saludar a los vecinos -es de rigor besarse y desearle felicidad hasta a aquellos vecinos a los que jamás saludamos- tirar bombas de estruendo, cañitas voladoras y toda la parafernalia pirotécnica que permitan que la cuadra se destaque como la más estruendosa de la zona, distraer a los niños para que el adulto encargado que hace las veces de Papá Noel pueda dejar los regalos a los pies del árbol, ocuparse del o de los perros, que están en un ataque de nervios desde hace un mes por culpa de los cohetes, y a los cuales el sedante que le administró el veterinario les ha hecho el mismo efecto que si les hubiese dado anfetaminas.

Posteriormente, si no hay que lamentar heridos -nunca falta un cuñado en avanzado estado de ebriedad al que le explota una bomba en la mano-, los festejantes reingresarán a la casa, para continuar la ingesta. En algún momento de la madrugada, los buenos deseos de felicidad se habrán olvidado por completo, cuando llegue la hora de recoger la mesa, lavar los platos y ordenar la casa, y el momento de hacer las cuentas, porque muy rico todo pero después nadie quiere lavar ni una cucharita, y del tema financiero mejor ni hablar, porque tu primo que sólo toma whisky importado y que no es capaz ni de sacar los cubitos del freezer, es el que más se queja de lo caro que resultó todo.
Por supuesto que la anfitriona -que, como dijimos varios párrafos atrás, fungirá de esclava- será la encargada de reacondicionar su casa luego de la bacanal, con la esacasa ayuda de algún pariente, porque ya se sabe que los más dispuestos a ayudar suelen ser los más ineptos. La tarea se hará bajo las protestas de todos los que no ayudan, vení, sentate un rato a charlar que mañana areglamos, sin recordar que ya es mañana y que en unas pocas horitas ya se estará disponiendo todo para el almuerzo de Navidad.
Luego vendrá el momento de partir, y la consabida pelea con el tío Cholo que tiene un nivel de alcoholemia tal que la sangre parece un Bloody Mary (sin el apio) y que insiste en llevar a todo el mundo en su camioneta, cuando no está en condiciones ni de acordarse que cuando se jubiló hace 8 años vendió la camioneta y se compró un Twingo.
Tras los adioses vendrá un brevísimo período de descanso -si es que los encantadores vecinos que le están dando duro y parejo a la cumbia bajo el parral dejan dormir a alguien, al igual que los que siguen tirando bombas a las 6 de la mañana, acompañados por un coro de perros que tenazmente se niegan a aceptar que es Navidad-.
En pocas horas, la familia será convocada nuevamente para el almuerzo de Navidad, que terminará, con suerte, al anochecer, cuando ya los triglicéridos de todo el mundo hayan llegado a ser tetra o pentaglicéridos. Y luego... el merecidísimo descanso... Después de todo, la Navidad es sólo una vez al año.
Por suerte, en menos de una semana, llega el último día del año... ocasión más que propicia para organizar un buen festejo y celebrar un nuevo año que nadie se resigna a admitir que será igualito a todos los demás.
O tal vez no; quién te dice que esta vez no me toque a mí el premio mayor del Gordo de Fin de Año. Y ahí sí que tendré un buen motivo para festejar.

Y con esto termina el vigésimo capítulo de esta novela por entregas titulada “Nunca quise conocer Uruguay pero después de leer esto, se me fueron las ganas”.

31 comentarios:

Martín dijo...

Muy bueno, y muy cierto. Matan los detalles (lo de los perros es tal cual... y los vecinos con la cumbia).

En casa la navidad no se festeja (mi madre trabaja siempre), pero el año nuevo sí. Gracias a dios, somos bastante amargos, y nuestras reuniones familiares tienden a ser muy pequeñas.

Sí, ya sé que ese no es el espíritu de las fiestas, pero, honestamente, así estoy mucho más tranquilo...

:D

andal13 dijo...

Martín:

Me parece que ya sé a dónde voy a ir este 24 a "no festejar"!!! ;-)

En los últimos años, en mi casa sólo hacemos una cena un poco más elaborada de lo habitual para la familia "chica", y nada más. Y básicamente, porque me encanta cocinar (y comer).

Eso sí, la pobre Sasha está atrincherada bajo mi cama desde hace un mes, más o menos... y como los sedantes que le da la veterinaria no le hacen mucho efecto, podría tomármelos yo, y capaz que deja de importarme la cumbia de los vecinos...

Faro Limpio José Ignacio dijo...

muy bueno como siempre, y la entrada anterior tambien a la que nunca llegue.
En nuestro caso, por suerte somos cada vez menos los que nos juntamos, en realidad solo para cenar.
Sin arbolito, casi sin regalos, ni fuegos, nada. Solo pasar un rato juntos.
En realidad es la excusa para juntarnos, por ejemplo con mi hermana que vive afuera.

dejamuchacho dijo...

muy bueno como siempre, y la entrada anterior tambien a la que nunca llegue.
En nuestro caso, por suerte somos cada vez menos los que nos juntamos, en realidad solo para cenar.
Sin arbolito, casi sin regalos, ni fuegos, nada. Solo pasar un rato juntos.
En realidad es la excusa para juntarnos, por ejemplo con mi hermana que vive afuera.

dejamuchacho dijo...

bueno, no se que hice, arme lio y mande 2 veces lo mismo.
perdon

andal13 dijo...

Dejamuchacho:

¡¡¡Jijiji, revelaste tu identidad secreta!!!

Ojalá la Navidad fuera la oportunidad para reunirse con los que uno quiere y disfrutar de un rato juntos, sin renos, nieve sintética y "jojojó"...

Unknown dijo...

Andrea me haces reír, sentir, pensar tanto que la verdad no tiene desperdicios entrar aquí (pido disculpas por mi silencio, como voy diciendo por todos lados, ya cansa, estoy sin tiempos para poder dedicarle la debida atención, por lo tanto, apenas si contesto algún comentario, dejo un comentario, subo una entrada).

Sobre la navidad, es una fiesta extraña, pues si bien pertenecía a una religión particular (que es una de las mas grandes del planeta), es algo que todos religiosos o no, devotos o no, católicos o no, deben respetar, festejar. Eso molesta un poco, pero las grandes ganancias del sistema hacen que todos debamos comprar regalos, juntarnos, festejar. A esta altura de la historia, ya todos saben porque se juntan, pero no saben el verdadero significado de lo que festejan, ni porque lo festejan, ni para que lo festejan. La verdad es más pasar el rato, no desentonar con el vecino, enemigo, amigo, familiar, que otra cosa. Dejando de lado las cuestiones teológicas o cristianas, es solo una escusa para comprar regalos, beber y comer mucho, reencontrarse con personas que no se ven en todo el año, que uno soporta o no soporta según el caso y nada más. En ocasiones pareciera que fuéramos todos un poco más buenos y solidarios, pero solo es una cuestión de una mala observación e interpretación, es lo mismo que la limosna el domingo en la iglesia o la moneda que damos en la calle al necesitado.

La verdad es que yo lo festejo, porque Cristo, si uno se fija bien y deja de lado la cuestión del cielo, el infierno, la vida eterna, la iglesia, es el primer socialista de la tierra, y eso esta bueno, lo que pregono es un buen mensaje si se lo lee bien. Esta bueno festejar el nacimiento de esta persona (tendríamos que festejar el nacimiento de tantos otros también, como Guevara, Victo Jara, Sandino, Zapata, Ghadi, etc., pero esas personas no comulgan con el poder, por lo tanto, no tienen el mismo interés, ni venden tanto, bueno, ahora con el Che pasa algo extraño, vende mucho, por lo tanto, quizás alguna vez se festeje su nacimiento también, ja) y recordar su mensaje.

Las razones por las que tenemos que juntarnos todos no las se, esta bueno juntarse con los seres queridos, pero, ¿Todos son queridos? Además como que no se puede, y molesta que sea obligatorio, y para colmo la gente se ofende si no vas.

Todo el decorado y el cotillón es producto de nuestro materialismo mas profundo y de tanta propaganda, lamentable.

Todo es tal cual lo expones.

Mas allá de todo te dejo un fuertísimo abrazo y un gran beso, te dejo un felices fiesta (no vamos a desentonar con la época y no esta mal decirlo tampoco).

Ojala el año que viene todo lo que desees salga.

HologramaBlanco

andal13 dijo...

Edgardo:

No podría estar más de acuerdo contigo.
Yo admiro mucho a Jesús, más allá de mi agnosticismo, porque considero que fue un ser humano excepcional, y comparto sus ideas. Pero a la vez entiendo que no debe de haber festividad menos "cristiana" que esta... Sí celebro el encuentro, el acto de compartir lo que se tenga con quienes uno quiere, pero me pega mal toda la parafernalia consumista, y hasta te diría -y es una frivolidad, lo asumo- el mal gusto estético...

Vayan para vos también mis mejores deseos.

Unknown dijo...

Maestra:
Brillante como siempre. Me he cagado de la risa, más que nada porque tu posteo llegó cuando estábamos en esas discusiones, exactamente esas. Y gracias a tu entrada nos acordamos que tengo una sobrina vegetariana y no sé qué mierda le voy a dar de comer.
Me cagué de risa también de mí mismo y del dibujo del tío beto con el lechón. Cambiá Beto por Santi y da lo mismo, es tal cual. Hasta la panza.
Un abrazo

andal13 dijo...

Santi:

Si non è vero, è ben trovato!!!
Nada de lo que escribo es mera coincidencia... Aunque reconozco que en mi familia hace tiempo que ya no pasa nada de esto... Sí tuve que bancar décadas de lechón obligatorio (excepto en los años en que me hice vegetariana!!!)
Ahora nos quedamos en casa, se come lo que yo cocino (es maravilloso cocinar para poquitos, y probar recetas nuevas!)y todos contentos.
No me salvo, claro está, del tema de saludar a los vecinos, del coheterío perpetuo y de la neurosis de Sasha, pero bué, no todo puede ser perfecto.

A tu sobrina vegetariana preparale una mesa de ensaladas y unos tomates o morrones rellenos (con arroz, arvejas, maíz, zanahorias, o lo que se te ocurra). Una tarta de verduras (repollitos de Bruselas, zapallitos o chauchas) también puede ser una rica opción.

ro dijo...

jo, jo, jo, jo!!!! Muy bueno, y muy oportuno...Es cierto lo de las discusiones...Aunque yo ya estoy resignada...Tengo plato doble de suegra el 24 y el 31. Y esta vez además viene con el copetín de las dos tías viejitas, solas etc... que te lo hacen saber con todas las letras. Padre no se sabe dónde anda, así que por ahora no ha entrado en discusión...En fin...a veces pienso que el pobre Jagger (el perro) se preguntará y con toda razón, qué se festeja con todo esto. Antes me apasionaba la navidad, sería porque mis hijos eran chicos y yo disfrutaba de sus caras de alegría y sorpresa, pero ahora...que la población de la tercera edad copó la banca, más bien estamos poniendo el hombro...En fin, de cualquier modo, algo adentro mío me la deja disfrutar un poquito, sobre todo si cierro los ojos y me acuerdo de algunas pequeñas cosas de mi niñez...Besotes

andal13 dijo...

Ro:

Más que "jojojo" lo tuyo es "uyuyuy"!!!
Bueno, traten de pasar lo mejor que puedan con las "chiquilinas"... Y mis condolencias para Jagger!!!

Verónica Medina dijo...

hola Andrea desmás esta decirte felices fiestas jeje
Yo no tengo mucha locura con la navidad, este año me toco desempolvar un árbolito diminuto de esos que vienen con las bolitas pegadas jeje, no voy a andar pasando trabajo colgando chirimbolitos.
Mi novio es el que esta copado con eso y lo enchufa dos por tres de noche para ver como se nos ilumina el entrepiso.

Me mude para tus pagos Andrea, y ando en busqueda de laburo, si si en estas fechas donde todos estan en otra cosa, yo ando de entrevista en entrevista, un bajón pero no queda otra. jeje
Igual si quieren esperar para emplearme hasta febrero no me enojo jejeje :-))

andal13 dijo...

Vero:

¡¡¡Qué grata sorpresa!!! Después dicen que es mentira lo de Papá Noel, y mirá qué lindo regalo, reapareciste, gurisa!!!
Bienvenida a la metrópoli, como habrás visto, la decoramos especialmente con renos saltarines para recibirte, jijiji!!!

Verónica Medina dijo...

jejeje los renos no los vi pero vi algunos guampu....
ya empece mi guerra con los choferes de omnibus, que gente con mala onda,
yo no entiendo,
Le pregunté a uno si me podía avisar cuado llegara a Orinoco y me dijo el muy boludo " te vas a dar cuenta cuando llegues".
Con toda mi ironía le conteste, a bueno muchas gracias, disculpe (acentuado y con mi mejor carita de ojt)la molestia.
Arranque podría decir que muy bien !!! jeje sólo me perdí una vez, y fue por puro despiste, me tome el 526 para el lado del Cerro y yo quería ir a Malvin jeje, pero me di cuenta como a las 5 cuadras.
Extraño un poco no lo voy a negar, pero tampoco tantooooo.
Ya voy a escribir algo de mis primeros días en la ciudad de las luces

andal13 dijo...

¡Pero muchacha!!! Cuando llegues al río Orinoco te vas a dar cuenta en seguida!!!
Ahora bien, si lo que buscabas era la calle, eso es otra cosa... ;-)

Fernando Terreno dijo...

Andrea:
¿Así que en eso consistía la "Cocina Fusión"? Un poco de Piamonte (Bagna Cauda o Chorizos em pomarola), un poco de Asturias (¿Garbanzos con chorizo colorado?) y un poco de Tacuarembó (Un lechón o cordero a la cruz) y ¡Que dios y alikal nos bendigan!
¡Felices Fiestas! ¡Felices todos! Hic
Fernando

andal13 dijo...

Fernando:

¡¡¡Qué buena idea me diste para el almuerzo de Navidad!!! ¡¡¡Una fabada asturiana bien espesita, ideal para los 30ºC del mediodía!!!
¡Jijiji!!! ¡¡¡Shalú... hic!!!

aaaa dijo...

Gracias Andrea, por tu estupenda Guía práctica que a mi me trae tantos recuerdos!!!
Yo este año animada por la flaca y la flacurita, me estoy preparando con Velho Barrero y lima para preparar una capiriña, ya te contaré que tal me ha salido.
Mis mejores deseos para ti en estas navidades, que el amor, la amistad, la tolerancia, la gratitud y armonía reine en vuestros corazones.
bss

andal13 dijo...

Rafaela:

¡¡¡Gracias por los saludos y los buenos deseos!!!
Está bien, preparate una caipirinha como le gusta a la Flaca, y luego una caipiroshka (con vodka) como nos gusta al Santi y a mí, y después nos contás cuál te gustó más.
Por mi parte, brindaré con "Medio y medio de Roldós".

¡¡¡Besotes desde el sur!!!

FLACA dijo...

¡Ah,locas!!!!...Andaron desde entemprano en la gueb y no me dijeron ni reviente. ¡Serà ques porquiahora le doy a la lato?...Ya van a yorar cuando me quieran escribir y no puedan,despuès del sàbado, ya van a yorar.

P.S.-No me habìa dado cuenta de esta segunda entrega.Sos la Benedetti femenina del siglo XXI,¡¡¡diosa!!!

andal13 dijo...

Flaca:

Mirá, es lo que tiene ser adita... una se inyeta la droga a toda hora!!!
Vo, la lato te tiene media lela... ¿cómo va a confundir esta entrada con la anterior, si la do se yaman igual y tratan praticamente del mismo tema?

Peter Parker dijo...

Llego tarde para comentar pero lo hago a propósito, ya que al post lo había leído anteriormente pero quería comprobar en carne propia de que todo lo relatado aquí era cierto.
Conclusión: la vida es más exagerada con tus crónicas, pero ¡cómo las disfruto!

P.D.: ¿El tío Beto se adoba con Tannat al igual que su sobrina?

andal13 dijo...

Peter:

No te creas que es tan exagerada mi crónica... sí que lo es actualmente en mi familia (POR SUERTE) aunque en mi pasado hay algo de esto que se cuenta (y no sabés lo que fue la Nochebuena de mis vecinos del fondo... ¡¡¡Hasta se oyeron los propios Wawankó con "¿Qué le pasa qué le pasa a mi camión / qué le pasa qué le pasa que no arranca..."!!!)

Mi tío "Beto" se adoba con whisky, che... parece mentira, sobrino de bodegueros!!! ;-)

Peter Parker dijo...

Mirá que me sentí super identificado con las últimas 2 guías para conocer al Uruguay... estamos todos cortados por la misma tijera -afilada con la misma idiosincracia-.

andal13 dijo...

Peter:

Y seguramente escribís estos comentarios mientras degustás una picada que incluye, entre otras cosas, lechón que sobró del 24... ¿o no? ;-)

carmen jiménez dijo...

Ummm! Pues a mi cada vez me dan más ganas de ir para allá y festejar, festejar y festejar. Y no es que aquí no se festeje, que sí, que el menú es casi casi igualito, sólo que se come en el salón de la casa porque el patio está bajo cero, pero igualmente se bebe para combatir el frío aunque dentro hagan 25º.
Yo adoro al tío Beto en Noche Buena, que me libra de la cocina. En Noche Vieja ya no toca celebrar con el tío Beto y entonces me toca a mi asar al pobre corderito en varias tandas porque no tengo parrilla. Los petardos aquí los dejamos todos para las 12.01, en cuanto ha sonado la última campanada y con la uva en la boca todavía, algunos llevan las 12 juntas, los vecinos más adelantados siempre despiertan a los bebés. Pero hay que darlo todo por bueno, porque después de tanta discusión y tanta guerra sobre cómo, cuándo, quiénes y demás vacilaciones, sólo faltaría que saliera mal. Ni hablar. Ése día todo tiene que salir bien, que para salir mal ya tenemos todo el año por delante.
Es un gusto leerte. Una se desempolva de tanta nostalgía y me sacas la mejor de mis sonrisas. Gracias por ello Andrea.
Me voy corriendo a leer tu última entrada, que ya tenía yo ganas de pasarme por aquí.

andal13 dijo...

Media Luna:

¡¡¡No corras, mujer, que después de tanta comida, te va a hacer mal!!!!
Uy, sí las 12 uvas a las 12... cuando una se las tiene que empujar porque después de todo lo que comió, ya ni espacio queda...

Anónimo dijo...

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