domingo, 14 de diciembre de 2008

Guía práctica para conocer Uruguay – Episodio XIX

La Navidad uruguaya: laica, carísima y obligatoria[1]
Primera parte

Desde hace cien años, en Uruguay el estado está separado de la iglesia; es un por tanto un país laico, mas allá de la fe o la religión que cada uno de sus pobladores pueda o no tener o profesar. Probablemente sea el país que se destaca en el contexto latinoamericano por la falta de religiosidad que tiñe la enorme mayoría de nuestras actividades públicas, incluso las religiosas.
La cuestión es que se acerca la Navidad, que es, sin dudas, la festividad más importante del mundo occidental y cristiano, y, paradójicamente, en Uruguay se celebra como ninguna otra, aunque eso sí, con una vocación laica que prácticamente la transforma en un ritual pagano, que reíte del Halloween de los celtas o la Fiesta de las Linternas de los chinos.
La Navidad, para la mayoría de los uruguayos -católicos, umbandistas, agnósticos, protestantes, judíos, ateos, mormones, ortodoxos, musulmanes, neopaganos o lo que pinte- es motivo de festejo durante todo el mes de diciembre. Por supuesto que -excepto un escaso grupo de verdaderos cristianos, de los que creen y practican- nadie recuerda el nacimiento de Jesús, hecho que, según parece, dio origen a la festividad. Lo que se festeja es otra cosa, que a estas alturas de mi vida no alcanzo a comprender qué es, pero es más que sabido que yo nací acá por un error de la cigüeña, así que intentar entender las costumbres de este país escapa por completo a mi escasa entendedera.
Por lo tanto, cuando comienza diciembre, el espíritu pseudo-navideño comienza a impregnarse en todos los órdenes de la vida social. Tal vez sea debido a la mayor cantidad de horas de luz, tal vez al aumento de la temperatura, tal vez al fin del año lectivo y la proximidad de las vacaciones, o lo que sea, pero se desata una especie de psicosis colectiva que se caracteriza básicamente por el consumismo y la estadounidización de la sociedad. Porque si la Navidad es la conmemoración del nacimiento de Jesús -que según parece nació en Belén, en un territorio árido y escarpado- no llego a entender qué tienen que ver un abeto, unas bolas de vidrio de colores, unas guirnaldas de luces, unas cañitas voladoras, un turrón y una sidra. Pero menos aún comprendo qué tienen que ver la nieve sintética -jamás nieva en Uruguay y no me consta que ocurra muy a menudo en Cisjordania- y un veterano obeso vestido de rojo montado en un trineo.

Hace cuestión de unas semanas -era noviembre aún- entré a uno de los shopping centers, y en eso me doy de frente con un rebaño de renos artificiales. Si hay un animal exótico en estos pagos es este rumiante, Rangifer tarandus, originario de la tundra, que se supone se lo domestica para que cinche de un trineo que no es otra cosa que un carro sin ruedas que ya te quiero ver recorriendo la penillanura oriental en uno de ésos, conducido por este anciano barbado que es Papá Noel, personaje remotísimamente emparentado con san Nicolás que, como sabemos era turco, así que tampoco vio nunca un reno, y no se ocupaba de regalar play stations a los turquitos del siglo IV en Navidad, todo decorado con nieve sintética, porque como canta Jaime Roos “lo más blanco que hay es la primera vez que vi nieve”, pero no fue acá, sino en la cordillera de los Andes, desconozco dónde fue en el caso de Jaime. Ahora, no sé si es que yo no lo vi -o directamente no estaba- el pesebre con el que se representa el nacimiento de Jesús, con el ganado que se recogía en él, los padres de la criatura y los magos que se acercaron guiados por la trayectoria de un cometa, que si no me han informado mal, le ofrendaron al neonato oro, incienso y mirra, y no un celular con mp4 y conexión a internet.
La versión uruguaya de la Navidad -o “las fiestas”, como suele mencionarse- tiene más o menos las siguientes características:
  • Los shopping centers, los supermercados y hasta los comercios de medio pelo, así como las viviendas particulares, decoran sus ambientes con profusión de coníferas, renos, nieve artificial, esferas de colores, guirnaldas y ancianos barbados vestidos de rojo (con botas y pieles, indumentaria ideal para los 30º C o más que pueden registrarse en diciembre). Prácticamente no hay a la venta nada que no sea “navideño”: hasta la leche y los huevos vienen decorados con ramas de muérdago u otra planta del hemisferio norte.
  • Las veredas de los barrios se llenan de niños que se acompañan con muñecos de tela (generalmente ropa gastada del propio niño rellena de trapos, o papeles) y piden "una monedita pa’l Judas”. Si hay una persona que tuvo nula vinculación con el nacimiento de Jesús, es Judas, que, en cambio, guarda una estrecha relación con su muerte. El dinero recaudado se invertirá en golosinas, de preferencia helados de agua que refrescarán y colorearán artificialmente las vísceras de los niños antedichos, o más frecuentemente, en fuegos artificiales, de preferencia bombas de estruendo que romperán los tímpanos y otras partes de la anatomía de familiares y vecinos, en particular a la hora de la siesta.
  • Como resulta poca ambientación sonora la explosión continua durante un mes –o más- de bombas brasileñas, los camiones de reparto de garrafas de gas, añaden su cuota parte, ya que tienen el exquisito gusto de llenar el aire matinal con el sonido de encantadores villancicos interpretados en concierto para bocina y motor diésel: “tu tu turururururu tu tu turururururu…”
  • Las "despedidas de año", que son fiestas organizadas en los lugares de trabajo o estudio, o cualquier ámbito a donde concurra más de un individuo, llenan las agendas de los uruguayos. Las despedidas podrán realizarse en el propio sitio que convoca a los festejantes, en la casa de alguno de ellos o en un restaurante, bar, club, pub, discoteca o lo que sea, porque el único objetivo de las despedidas es reunirse con la gente que una ve todos los días y comer y tomar hasta que se enemiste con todos o se amigue hasta con el más ilustre desconocido que pase por las inmediaciones. No podrán faltar el brindis y los buenos deseos de un año mejor, felicidad, prosperidad, amor, salud y lo que sea, aunque al otro día te estés peleando con tu compañero de trabajo por un quítame ahí esas fotocopias.
  • Los canales de TV por cable comienzan a infestarse con películas yanquis acerca de lo que ellos llaman Navidad, que no es otra cosa que el culto idólatra a Papá Noel, o para decirlo apropiadamente, Santa Claus, y allí nos viene la plaga de Tim Allen, Danny De Vito, Tom Hanks y Matthew Broderick, que vendrían a ser una nueva versión de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, pero con efectos más devastadores. Los canales de aire hacen lo suyo, y por allí empiezan a pasar “Santa cláusula” en su primera versión, cuando ya va filmada como la décima película de la secuela, nunca mejor usada esta palabra. Por no mencionar "Nochebuena con las estrellas" o programa similar que en la noche del 24 atropellarán sin recato la sensibilidad del espectador pasando videoclips de Thalía, Ricky Martin, David Bisbal, Shakira y el infaltable Puma Rodríguez y ay qué buena está la fiesta, mamá.
  • La publicidad televisiva, radial y de prensa se atiborra de productos “navideños”, promociones “navideñas”, oportunidades “navideñas”, que tanto incluyen una cerveza, como una bengala, un pan dulce o un televisor con pantalla de plasma. Como decía un graffiti pintado en el muro del Cementerio del Buceo, “La Navidad sigue siendo un gran negocio para los mercaderes que Jesús echó del templo”.
  • Los infaltables –amén de insufribles- balances del año, las cronologías del año, los personajes del año, que invaden los programas periodísticos, tanto a nivel político, económico, cultural, deportivo o lo que se les ocurra, que al final una se hace tal mezcolanza que termina sin entender si las elecciones en EEUU las ganó Ussain Bolt o Lewis Hamilton. Y ya que estamos con personajes famosos, también pululan las entregas de premios al “Mejor Loquesea del Año”, con los consabidos discursos de falsa modestia y más falso aún agradecimiento y dedicatoria a los compañeros de terna, que suelen ser más meritorios que el premiado.
  • Los regalos: hay regalos empresariales –quién no ha ligado un imán de heladera, una agenda, un portalápices, con el logo de tal o cual empresa-; están los regalos del “amigo invisible” que suelen organizarse entre compañeros de trabajo, y se hacen en forma anónima, generalmente con el resultado que una recibe en forma inversamente proporcional a lo que da, y están los regalos propiamente dichos, que traen Papá Noel y los Reyes Magos, que terminan ocasionando la quiebra de la economía familiar, porque parece que estos personajes no son reales, como tampoco lo es el dinero de plástico de las tarjetas de crédito. Los regalos podrán adquirirse según el presupuesto de cada uno, en diferentes lugares, desde puestos callejeros hasta tiendas de diseño, sin olvidarse de las compras por internet, que de algo tiene que vivir el Sr. Amazon. Cualquier compra, sea de un depilador eléctrico, un blister de aspirinas o una caja de clavos, se verá recompensada por el obsequio de un almanaque de bolsillo o de pared con el logo de la tienda, farmacia o ferretería correspondiente, de modo tal que una termina con tantos almanaques como días tiene el año, si no es que más.
  • El número de lotería para el gordo de fin de año es una compra que no podrá faltar, sea de modo individual o colectivo, no sea cosa que una se pierda la ocasión de volverse millonaria de la noche a la mañana, aunque cualquiera que sepa contar hasta 5 se da cuenta que si una hubiera invertido el dinero que gastó a lo largo de la vida en billetes de lotería, ya sería millonaria hace rato, pero se habría perdido toda la emoción del sorteo gritado a voz en cuello por los “niños cantores” (que se afeitan hace años).

Y con esto termina el decimonoveno capítulo de esta novela por entregas titulada “Nunca quise conocer Uruguay pero después de leer esto, se me fueron las ganas”.

¿Qué no hablé ni una sola vez de la Navidad en sí misma, de la cena de Nochebuena, del almuerzo de Navidad? Ah… ¡No se pierdan el próximo episodio!!!

[1] Referencia a la enseñanza escolar en nuestro país: laica, gratuita y obligatoria

27 comentarios:

Martín dijo...

Excelente crónica! Realmente una radiografía perfecta.

Y el "Sr. Amazon" que se quede tranquilo, que haremos todo lo posible para que la crisis no lo afecte tanto...

andal13 dijo...

Martín:

No te olvides de escribirle tu e-mail al Sr. Amazon indicándole que te has portado bien todo el año, así te envía un buen regalo!!!

Me queda la duda... Al Sr. Amazon: ¿Hay que colgarle una media en la chimenea, dejarle pasto y agua, o qué?

FLACA dijo...

Tal cual. Espero ansiosa el próximo episodio (si es que llego con vida después de tanta cena y tanto brindis justo cuando el cuerpo ya nopuede más).
Abrazote, mi reina.

Martín dijo...

Andrea: me parece que hay que dejarles algún regalito a los señores del correo, que son los que me traen las cosas del Sr. Amazon.

Capaz que así se ponen las pilas con el envío que me están debiendo...

Unknown dijo...

Querida profe:
Es tal cual usté lo dice mire. A las despedidas de fin de año le he ido sacando el cuerpo porque no asocio las caras de orto cotidiano laboral con una amable reunión de amigos. Como dice una querida compañera de trabajo que además es mi hijastra: "no podemos arrancarnos los ojos todo el año unos a otros y después ir al Buzón a jugar a que somos amigos". Al Shopping no fuí ni pienso ir. Las bobaditas las tenems compradas hace tiempo y a las peatonales transitorias de la Unión y el Paso Molino solo iría como una refinada forma de suicidio. Eso sí, me pasé el fin de semana colgando pelotas en toda la casa y decorando y limpiando el parrillero y poniendo lucecitas en el jardín, pero juro, ante la sangre de San Gennaro, que no puse ni una pizca de nieve artificial.
Pero ya tenemos engargados tres corderos y catorce botellas de buen vino tinto, más el vodka para la caipirosska, más algún medio y medio para brindar.Y que maneje otro.

Tomenos esto con alegría. Ho Ho Ho HO

andal13 dijo...

Flaca:

¡Yo también espero sobrevivir para escribirlo!!! Pero no te ilusiones: todavía me quedan los exámenes, las pruebas especiales, las reuniones y dos o tres despedidas!!!!


Martín:

Ah...! Me imaginaba, sólo con portarse bien no alcanza para nada en esta vida. Y supongo que el Sr. Cartero no se conforma con pasto y agua, ni tampoco con un humilde par de medias!!!


Santi:

No te preocupes por las bolas colgantes, las guirnaldas, las lucecitas y demás... ¡nadie se salva!!! Es por eso que además de laica y carísima, la Navidad es obligatoria.
Ni que hablar que más allá de mi agnosticismo, y mi enconada protesta contra el consumismo y toda esta pavada, igual "festejo" esos días, más que nada porque me gusta cocinar, comer y beber. Eso sí, nada de menúes tradicionales conmigo: se come lo que yo haya decidido, y al que no le guste, ajo y agua.

Fernando Terreno dijo...

Andrea:
¡Celente!
Esa parte de las películas me hizo acordar a un cuento cordobés (de la Nueva Andalucía).
Se cruzan dos "guasos" y se genera este diálogo:
G1 -¿P'ande vai?
G2 -Voy al cine.
G1 -¿Qué vai a vé?
G2 -"La Pasión"
G1 -Uhhhmmm...¿promete?
G2 -No, labura J.Cristo.
G1 -¡Entonces es fuqui fuqui!

El cuento es flojo, pero podr´+ia mejorar, dicho con tooonaada.
Un abrazo.
Fernando

andal13 dijo...

Fernando:

Uy, el pobre J. Cristo casi ni labura en la Navidad de este lado del río...
Hace rato que el pobre está en el seguro de paro.

carmen jiménez dijo...

¡Que ganas tengo de poder leer esta entrada! Hasta pronto. Espero que la Navidad me deje tiempo para lo que verdaderamente deseo.
Saludos.

andal13 dijo...

Media luna:

Ah... si te portas bien, quizás Papá Noel o los Reyes Magos te traigan días de 25 horas... pero si no, ya te verás paleando carbón!!! ;-)

juan pascualero dijo...

Muy bueno Andrea pero yo para ejercer mi incoherente locura, en vez de comentar tu entrada voy a referir un chiste muy antiguo (con la esperanza que nadie lo recuerde)que me hizo recordar el comentario de Fernando Terreno:- ¿A donde vas?
-Al cine
-¿Qué película vas a ver?
-Quo vadis
-¿Que quiere decir Quo vadis?
-Adonde vas
-Al cine
-¿Qué película vas a ver?
-Quo vadis
-¿Qé quiere decir Quo vadis
Etc, etc,

andal13 dijo...

Juan:

Una conversación circular... ¿Y a dónde iba al final??? ¡Jijiji!!!

carmen jiménez dijo...

Pues yo he pedido tiempo a Papá Noél y tiempo a los Reyes Magos. A ver quién puede más. Tu descripción de la Navidad urguguaya, bien podría ser la descripción de la Navidad española y supongo que la de otros mucho países, sin contar África.
La cuestión es que Papá Noél es un logotipo que inventó Coca-cola. Yo jamás había oído hablar de él hasta que tuve hijos. Y tampoco nos visitó hasta que fueron grandes.
La verdad, aunque me da un poco reparo confesarlo, yo soy de las que vivía la Navidad según los cánones de la Santa Madre Iglesia con misa de Gallo incluída. De éso, hace ya mucho tiempo. Ahora soy una Mamá Noél (lástima que no exista de verdad, porque me evitaría muchos disgustos, quebraderos de cabeza y me ahorraría muchos euros, pero...) decía que lo único que me falta es vestirme de rojo. Por supuesto los Reyes Magos son sagrados y las tiendas duplican sus beneficios.
Por cierto, que el niño Jesús, se sabe que no nació el 25 de diciembre. Y respecto a los niños que piden en nombre de Judas, sólo decir que tal vez lo hagan en nombre de San Judas Tadeo que es al parecer más bueno que Judas Iscariote.
Y ya puestos, pues deciros que tengo un bebé de un añito y que después de 22 años que tiene mi hijo mayor,18 el mediano, creí que por fin me jubilaría, pero creo que habré de posponer la jubilación, porque no hay nada tan bonito como ver sus caritas cuando se asoman al árbol de navidad y ven todos esos paquetes imposibles de pensar que sus papás son magos de verdad. La cuestión es que yo me siento maga por un día, y éso sí, una maga con ojeras, muchas ojeras.
Desde luego daría para varios capítulos porque las reuniones familiares no hay que perderlas de vista. Gente con la que no te ves en todo el año y bualá (nunca estudié francés)ahí estamos todos compartiendo el cordero.
Creo que me he pasado de extensión. Le pediré a los Reyes un contador de palabras.
¡Feliz Navidad a todos! Por aquí nieva. Algún día quisiera pasar la navidad en bikini.
Me encantó tu crónica. Como siempre.
Un saludo navideño.

andal13 dijo...

Media luna:

¡¡No te disculpes por la extensión!!! Me encanta que te tomes el tiempo que necesites para expresarte.
Te cuento que hace unos años (en 2001, concretamente) pasé "las fiestas" en Madrid, donde muchas de las tradiciones tienen más sentido que aquí. De todas maneras, ver por la calle gente de traje y con astas de reno en la cabeza, me pareció una ridiculez, dicho con todo respeto y en el entendido de que cada uno es libre de ponerse los cuernos que quiere.
Las comidas navideñas son ideales para el frío... pero nosotros comemos lo mismo, con 30ºC!!! Y muchas de las tradiciones carecen de sentido, en un país laico cuya población no suele practicar religión alguna...

El Judas de la monedita es el Iscariote; se supone que después se hace una hogera con él, y se quema, pero esa tradición ya casi se ha perdido.

carmen jiménez dijo...

Por cierto Andrea, es que siempre se me olvida escribir sobre tus dibujos porque no estoy acostumbrada a la imagen, sino a la palabra. Pero cuando los he mirado detenedimente hace unos momentos me han inspirado casi tanto como la descripción que haces sobre la Navidad. Ese Papá Noél en la playa con su reno sudando y esas caras tan tristes y las otras tan llenas de seguridad..."yo estoy donde tengo que estar ¿qué haces tú aquí?" me han encantado. Su colorido al que le falta la nieve en la imaginación. Al menos en la mía porque me cuesta concebir la Navidad y el sol, y sin embargo es como un sueño al que no renuncio. Sencillamente la imagen me habló.
El portal de belén con ese Rey Mago atravesando el tiempo y el tiempo detenido en los ojos de María, de José y el niño que está en la cuna (acabo de recordar un villancico. Es lo que tiene la Navidad cuando has cantado muchos muchos). En fin, que no quería dejar de decírtelo. Eres toda una dibujanta.
Un abrazo

andal13 dijo...

Media luna:

no sabés qué bien me hace sentir tu comentario; sé que no dibujo bien técnicamente, pero sí me esmero mucho, y cada dibujo lo hago y lo rehago hasta que más o menos se aproxima a la idea que quiero plasmar, y gracias a tu interpretación me doy cuenta que lo logré en este caso.
¡Muchísimas gracias!!!

Susana Peiró dijo...

Una de las maravillas de internet, es que ya no estamos más solos con nuestra perplejidad. Sobre todo cuando se trata de analizar mínimamente festividades como la de este episodio.

Durante años, muchos de nosotros (ahora sabemos) hemos barruntado en solitario este exótico cóctel de costumbres heredadas y bueno, si se trata de comer y beber...comamos y bebamos a la salud de alguien! (eso sí, no mezclemos)

Estoy reconfortada por tu excelente artículo, y voy a esperar el próximo episodio.

Y si me llega otra invitación a despedir lo que sea...GRITO!!!

Kisses Andre!

andal13 dijo...

Susana:

Es que una ya ni sabe qué festeja... Ahora, si me invitan para despedir a los renos, al barbado obeso que grita "jojojo", a los creativos publicitarios encargados de las campañas "navideñas" y a los gerentes de los centros comerciales... ¡¡¡voy sin falta!!!!

Aprontate para el próximo episodio, que viene apetitoso!!!

Nico Bari dijo...

A mi lo que mas me impresiona es la capacidad de extender la navidad que tienen los uruguayos... desde mi punto de vista para la sociedad uruguaya la navidad no empieza en noviembre como decís vos... empieza antes!
Ya en noviembre empiezan las decoraciones navideñas, las promociones de navidad, las publicidades navideñas (que siempre irónicamente hacen referencia al invierno...).

Dentro de poco la navidad en Uruguay va a arrancar en setiembre...

Saludos!

Nico Bari dijo...

Debí decir no empieza en "diciembre" jeje

Saludos!

andal13 dijo...

Nico:

Tenés razón. Hay casas particulares que siguen con las lucecitas "navideñas" aún en agosto.
Dentro de poco, donde la navidad y el carnaval se sigan extendiendo, será una sola y única fiesta eterna...

Peter Parker dijo...

Impresionante el rejunte navideño.
Te felicito como otras tantas veces.

Creo que lo peor de toda esta herejía, es que la Navidad se asocia a un Papá Noel cocacolero y nadie se acuerda del nacimiento de Jesús. La gente solo piensa en fiestas, chupe y regalos.

Las despedidas laborales o estudiantiles son la excusa perfecta para levantarse a esa compañera que uno estuvo fichando todo el santo año y que envalentonado por el alcohol se tira al agua. Splash! (cuidado con las piedras)

No hay que olvidarse de "La Noche de las Luces", que tiene gran poder voodoo, ya que las calles montevideanas comienzan a poblarse se zombies(*) errantes que circulan hacia la rambla y efectuan todo tipo de fechorías.

Saludos a todos los que han pasado por aquí y especialmente a tí Andrea... Felicies Fiestas.

P.D.: Un aguante para Jesús.

(*) Plancha reventado por la pasta base.

andal13 dijo...

Peter:

El problema es cuando la compañerita se aparece en la despedida de la mano del noviecito, que es una versión vernácula del yeti!!!

Mirá, en realidad no me olvidé de la Noche de las Luces, pero después de la columna de Darwin Desbocatti convocando al éxodo hacia Colón o Melilla para huir de ella, y de las tácticas y estrategias de supervivencia para los estoicos residentes de Pocitos, asumí que no podía escribir nada que le llegara ni a la suela del zapato, así que preferí omitir ese "detallecito"!!!

Peter Parker dijo...

Cuando la chica en cuestión aparece con la versión vernácula del yeti se nos rompen todas las ilusiones y un extraño frío nos recorre la columna y el estómago.

¡Todo un año de trabajo fino al tacho! 365 días esperando este momento para dar el zarpaso y el zarpazo no los termina dando el simil-Yeti. (*)

No escuché la versión de Darwin pero me la imagino; debió estar magistral. De todas formas vos escribís muy bien (y lo sabés), la diferencia radica en los matices de astringencia y acidez.

(*) Le pasó al amigo de un amigo.
Lo peor fue cuando los vio besarse delante de él.

andal13 dijo...

Peter:

¡¡Por supuesto que le pasó al amigo de un amigo!!!! A uno/a jamás le pasan esas cosas, jijiji!!!

Con los niveles de astringencia y acidez, parecés un enólogo calificando un Tannat!!! ;-)

Peter Parker dijo...

Ja, ja, ja... debe ser a consecuencia de mis tertulias en Cava Privada... pero creo que sirvió para ilustrar tus crónicas.
¡Ya me dió sed!

andal13 dijo...

Peter:

No te diría que a estas horas de la mañana me tomaría un Tannat, pero capaz que con un vino menos "corpulento" me animo... ;-)