domingo, 19 de octubre de 2008

La Feria del Libro de Montevideo

Que el uruguayo es un pueblo culto, es cosa sabida. Claro que para estar de acuerdo, hay que tener un criterio más que amplio, porque de lo contrario, no se entiende qué tiene de culto un pueblo que vive pendiente de los avatares y vicisitudes del filósofo argentino Marcelo Tinelli y el simposio de intelectuales que protagonizan "Teorizando por un sueño", o que desde hace años ameniza sus tardes con los profundos aportes de los participantes de "Sesudos pensamientos" acerca de si la pareja grita o no grita cuando llega al orgasmo, aderezadas por los elaborados comentarios de ese dechado de creatividad que es el pseudo-Licenciado Orlando Petinatti, o que le entrega la llave de Punta del Este a un paladín de la verdad y de la ética periodística como lo es Jorge Rial.
La cuestión es que cada primavera, además del polen y las espículas de los plátanos, junto con la alergia y la conjuntivitis, llega la Feria del Libro, y vaya a saber por qué, tiene un éxito arrollador, que una no logra dilucidar si es que somos tan esquizofrénicos -o tan amplísimamente cultos- que tanto nos gusta ver las siliconas de la Farro deslizándose por el caño como ir a una conferencia sobre la obra de Orhan Pamuk y la nueva literatura turca, o es que se trata de dos tipos de público muy distintos, lo que da que pensar que los del Instituto Nacional de Estadísticas nos mienten y somos muchos más que tres millones, porque de otro modo, no se entiende de dónde sale tanta gente que se apretuja entre las estanterías.
Eso sí, cuando unos iluminados decidieron mudar la Feria del Libro al predio del LATU que queda dos cuadras mas allá de donde el diablo perdió el poncho, no sé cuanta gente iría, porque reconozco que no soy tan intelectual ni tan leída como para disponer de una hora y media de mi tiempo en el cruce de Montevideo (por sólo contar el viaje de ida) para ir a fisgonear libros. La cosa es que desde que la Feria volvió al atrio de la Intendencia Municipal, voy sin falta, y lo mismo ocurre con otros ávidos lectores. Reconozco que es la única forma de que yo entre a la Intendencia, porque no tengo casa ni auto no sólo por carencia de recursos económicos, sino por no tener que sufrir haciendo los interminables trámites de la contribución inmobiliaria y de la patente de rodados en el antedicho edificio.
El año pasado tuve la opaca idea de ir un sábado por la noche, junto con 100.000 personas más, lo que convirtió un paseo cultural en una especie de sauna gigantesco que incluía libros en vez de ramas de abedul. Este año me avivé –es una de las pocas cualidades que tengo, a veces aprendo de mis errores- y fui un viernes de tarde temprano, y si bien es cierto que había bastante gente, pude quedarme un rato a toquetear libros y a molestar empleados preguntando precios, sin que nadie me molestara a mí. Salí con algunas provisiones para las vacaciones que se aproximan (al menos, eso espero, que se aproximen de una buena vez, que ya estoy podrida de laburar), pues cual la hormiguita de la fábula, durante el año voy llenando mis anaqueles de libros para cuando venga el verano, cosa de tener con qué aliviarme del calor bajo la parra en la hamaca paraguaya, porque lo bueno que tienen los libros “reales” es que si no te gustan, al menos te podés abanicar con ellos, cosa que no podés hacer con los libros virtuales, porque no debe de haber cosa más difícil que abanicarse con una computadora.
Y por aquí nomás voy dejando esta crónica culturosa, no vaya a ser que mi cohorte de admiradores se crea en serio que me estoy poniendo intelectual y culta, que escribí esto nomás para actualizar el blog y que no me rezongue el que te jedi, que no es otro que el Santi. Espero volver en breve con alguno de esos textos humorísticos -y al reverendo pedo- que me caracterizan.

20 comentarios:

Julia dijo...

Andre, te dejé un premio en mi blog.
Un beso

Martín dijo...

Muy interesante. Yo no soy tan hábil con el tema de los días. Fui ayer sábado, y había (previsiblemente) bastante gente.

Cierto es, también, que la gente tendía a apelotonarse en los sectores marcados con palabras como "outlet" u "oferta", lugares en los que no estuve mucho.

Me compré un libro, nomás, y otro de regalo para un amigo que cumple años.

Ahora, si bien es cierto que el Latu queda lejos, es estructuralmente mejor...

andal13 dijo...

Julia: seguramente, inmerecido... ¡¡¡Allá voy!!!

Martín: no, no y no, al LATU no voy!!! La IMM queda a la vuelta de todas partes, incluso la gente que trabaja por el Centro o la Ciudad Vieja puede darse una vuelta en cualquier momento.

FLACA dijo...

Menos mal que andás ocupada!!!...Te da paraactualizar,ir a la feria, hacernops reír y hasta escribir sonetos.
No fui todavía a la Feria,porque viste que aunque quede a la vuelta de todos lados, a mí nada que quede en el centro me queda a la vuelta. Pero estoy totalmente de acuerdo en que la feria debe ser popular y estar ahí, por donde pueda pasar con facilidad todo el mundo.

andal13 dijo...

Flaca: es que estoy tan recontrasuperada por todo, que prefiero escribir sonetos o pasear antes que hacer cualquier otra cosa!!!
Apurate, porque la feria termina hoy...

mArXelLa dijo...

Mi querida Andre, te extraño! fijate que he estado en miles de cosas, pero hoy me he sentado y he aprovechado para leer algunas cosas de mis amigos. Frente a los mexicanos "casi" todos son cultos jaja imaginate que aquí el promedio de lectura al año es de la mitad de un libro jaaa no sé si debe darme risa o pena,más bien me rio de nervios. Aca hay varias ferias del libro, pero la verdad es q no me gusta ir por q la gente se arremolina y tampoco entiendo porque sucede si no leemos! Lo que me encanta es pasar algunas horas entre semana en la libreria, toamrme un café y revisar en los anaqueles. Por cierto, ahora hay una feria del libro en el Zócalo de la Ciudad uffa pero la verdad es que con tanta lluvia y con tanta gente que corre a comprar libros de superación personal no me dan ganas de ir. Un beso enormeee!

andal13 dijo...

Marxella: extrañaba tus visitas! Uy, imagino lo que será una feria del libro en México, si acá que somos tan poquitos va tanta gente...

dejamuchacho dijo...

Andrea, que bueno que podes seguir escribiendo. Hace años que no voy a la feria del libro. Fui un par de veces en Bs As, pero la verdad es que era de terror por la gente que habia. Bueno, como siempre un placer leerte. Como dicen por aca, "mas placer me perjudicaria"

Unknown dijo...

Bueno Andrea, qué querés que te diga... nunca fui muy feriero. En verdad es medio quilombo eso y me recuerda a la Rural del Prado. Uno no es productor ni le importan un carajo las vacas a no ser en su versión asada, sin embargo uno va y compra aceite de oliva en el pabellón de España y dice ¡qué chancho más grande ese! y por ahí se compra un mate forrado de huevo de toro para regalar. La Feria del Libro es algo así, está llena de gente que va porque hay que ir y que compra un libro porque tiene el papel satinado y lindas fotos y qué barato que está para regalarle a mi cuñada que le gusta el tema de los Ovni. A mí me pasa como a Marxella, prefiero una librería de viejo que no tenga libros de autoayuda ni gente haciendo comentarios idiotas. En cuanto a los libros nuevos, espero más o menos cinco años para que los lean lo amigos en los que confío y me digan si son buenos o no. Y me los presten.
Con respecto al público de la Feria tengo la terrible sospecha de que acá no es muy distinto de lo que cuenta Marxella. La mayoría se emociona con Tinelli día a día y si lee medio libro al año tiramos cuetes. Pero van a la Feria. Van porque van y compran a Coelho, a Mercedes Vigil y al señor ese que no me acuerdo el nombre, el del Código Da Vinci. Y libros baratos con muchas imágenes y tapas duras. ¡No sabés qué edición!
Así que yo no fui. Por todo eso y porque nunca voy a ningún lado porque me embola y apenas me soporto a mí mismo, imaginate toda esa gente... Además no tengo tiempo de leer porque me paso jodiendo en los blogs y escribiendo boludeces.
¿Qué compraste al final?

Yo en las vacaciones llevo como cuatro libros y un cuaderno para escribir y nunca leo nada y tampoco escribo y el cuaderno termina sirviendo para anotar los gastos del viaje.

Besotes.
¿viste como vine?

PD. Está todo el mundo medio borrado. Vamos a tener que movernos para hacer nuevas amistades blóguicas o caer lastimosamente en el Facebook.

FLACA dijo...

Che... ya sé que se van a reír, pero ¿alguien puede decirme qué es eso tan de moda, el "facebook"?...Me han llegado invitaciones a registrarme o algo así, pero yo, que a veces soy desconfiada, las borro enseguida, no vaya a ser cosa'e mandinga.¿Será la camarita?...
Se nota que soy canaria , y que el gran mundome queda lejos,¿no?.
Pero pasé por aquí a otra cosa, pasé a decirte que el Tata actualizó el sábado con una entrada maravillosa.
Si es la cámara avisen.
Besssssos.

Verónica Medina dijo...

Hola Andrea como estas che? te cuento que yo vi la carpa blanca de la feria el domingo, pero era tanta la gente que andaba por allí que preferí seguir de largo tomando el fresquito que se empezaba a levantar a esa hora.
Me quedé con ganas,pero como dijiste vos prefiero ir un día en que no este todo el mundo amontonado.

besos

Susana Peiró dijo...

Andre!

He llegado a pensar que tener otras opciones de TV (en referencia a Tinelli, Rial, Pettinato y otras calamidades) es una necesidad primaria en mi país.

A las ferias de libros voy poco, también aquí es un tremendo gentío y no se puede elegir tranquilamente.

Y a no desesperar! Estamos transitando los últimos días de octubre Amiga, ya falta poquito para las vacas!

Besote inmenso para Vos! Contame de los libros que compraste! Paso de nuevo para leerte!

Alexis dijo...

Yo fuí en dos ocasiones. La primera el martes pasado, y después el sábado en la tarde.
En las dos visitas encontré mucha gente en la vuelta (me sorprendió sobre todo el martes, porque era al mediodía).
En sí no estaba taaaaaaan bueno, aunque había un par de cosas destacables.
Me gustó sobre todo el puesto de Babilonia, que estaba muy bonito armado, y, apesar de que vendían libros usados, tenían cosas muy buenas.

¿Qué compré? Compré 5 libros entre los dos días. Dos son una porquería, pero había que rellenar, y los otros 3 (que compré el sábado) parecen buenos.
Pero sí, en general no creo que los que andaban por ahí sean ávidos lectoes el resto del tiempo.

andal13 dijo...

Dejamuchacho: La feria del libro de Buenos Aires debe ser más parecida a la de México que cuenta Marxella, que a la de Montevideo, por razones obvias. Igual, acá se llena de gente (y el lugar no es muy grande). Gracias por los elogios!

Santi: ¡Temía por tu vida! Pensé que te habías perdido detrás de la estantería con los libros de cocina de la Hermana Bernarda! Me encanta la Rural del Prado, porque siempre tuve pretensiones de estanciera! Casi nunca puedo ir por la fecha, que coincide con el cierre de promedios y las reuniones, pero me encanta aspirar el aire con aroma a bosta!
Tuve mi tiempo de ir a las librerías de viejo a revolver; es cierto que ahora "invierto" más en libros, y si puedo, compro nuevos. Y leo prestado, también, claro, y libros virtuales, que tengo varios.


Flaca: ¿Cómo que no tenés facebook???!!! Oh, my dog! Yo tampoco tengo.

Vero: ah, para entrar a la feria con mucha gente hay que ser muy valiente, sin dudas! Y cuando se tiene una altura privilegiada como la mía, ni te digo que me paso viendo espaldas!

Susana: no te preocupes, nosotros tenemos programas culturales de TV que retrasmiten a Tinelli, Rial, la Canosa y ainda mais!
Mirá, compré dos novelas de autores nacionales (Fornaro y Burel) y "La tierra purpúrea" de Hudson que la quería leer desde hace años. Veremos qué tal.

andal13 dijo...

Alessis: coincido contigo con Babilonia; ahí fue que compré "La tierra purpúrea" de Hudson, y anduve toqueteando unos Borges que escapaban a mi presupuesto.

Fernando Terreno dijo...

Querida Andrea:
No te quejés del intercambio de bienes culturales que estamos haciendo:
Nosotros les hemos tirado con bombas de profundidad como Tinelli, Mirta Legrand, o Rial... pero ustedes nos "regalaron" a Lucho Avilés, Victor Hugo y Fabio Zerpa. Como esa frase que atribuyen a Gandhi, si seguimos con la ley del Talión, terminaremos ciegos!
Un abrazo y ya que hablaste de ferias, ¿ya hiciste alguna entrada sobre la de tristán Narvaja?
Muy bueno ese gaucho G.E.Hudson y encima de bueno, inglés, así que no nos lo podemos disputar.
Cariños.
Fernando

Unknown dijo...

Bó, "La tierra purpúrea" está buenaza. Se lee de corrido y es muy interesante.
Che Fernando, ni idea de que Fabio Zerpa era uruguayo. Que lo parió. Y bueno, ustedes nos mandaron a Cacho de la Cruz y nosotros les tiramos con Claudia Fernández.

Pero no se pueden quejar, también les mandamos a Quiroga y a Wimpi.
Y a la hinchapelotas de China...

andal13 dijo...

Fernando: de la Oreiro no te quejaste, no? Jijiji!!! No, de la feria de Tristán Narvaja nunca hice entrada (tal vez porque es medio trillado el tema, o porque hace mucho que no voy, aunque tuve mi época de requechear libros por la calle Paysandú los domingos de mañana...)

Santi: yo tampoco sabía que era uruguayo Zerpa, pero según figura en la Wikipedia, lo es (y si lo dice Wikipedia...)
Todavía no comencé a leer nada de lo que me compré, porque andaba en otras cosas, pero ya iré paladeando de a poco esos libros, cómo no. "La tierra purpúrea" lo tenía entre ceja y ceja desde hace años, y andá a saber por qué nunca me lo había comprado.

carmen jiménez dijo...

Hola Andre. Leí tu paseo por la feria del libro y luego no me dio tiempo a comentar, pero recuerdo que lo pasé bien. Debe ser que la primavera se presta. Por supuesto en Madrid también se hace en época de alergias, y además en el parque más bonito que tenemos. El pulmón de la ciudad. "El Retiro". Sólo por respirar un poco de su aire, merece la pena. Por éso y por todas las terracitas de bares, que hay debajo de las sombras de árboles centenarios que a veces te ofrecen la posibilidad de sentarte al lado de personajes como Joaquín Sabina. No me gusta hacer cola para que me firmen un libro, y la feria está llena de escritores que pasan sus tardes garabateando autógrafos como si vendieran rosquillas. Pero ver a Joaquín Sabina tomándose una cervecita justo a mi lado, hizo que me armara de valor y le interrumpiera su charla para ofrecerle un libro de Jaime Sabines, ni siquiera uno suyo, y me lo firmara. Jamás pensé que yo sería capaz de irrumpir así en la vida de alguien. Pero lo hice. Fue una combinación casi perfecta, a la que él respondió como Sabines merece. Todo un honor, dijo. En fin, que la feria es para mi una excusa estupenda para pasear entre libros y buscar a Quiroga que lo tenía pendiente desde hace tiempo. Y es que latinoamérica da muy buenos frutos literarios.
Bueno, un placer leerte y leer a tus comentaristas.
Saludos.

andal13 dijo...

Media Luna: ¡Bienvenida! La Feria del Libro de Madrid es legendaria...
Tuve el placer de pasearme por el Retiro, una tarde soleada de invierno hace unos años, en que el agua se helaba en las fuentes, pero no me encontré con Sabina... ¡Me hubiera desmayado allí mismo!!!
Gracias por pasar, y por los elogios.