Claro que la idea no es mía, y ni siquiera es nueva, pero eso es lo que hay, valor. Lo que sí es mío y nuevo es el texto que leerás a continuación, producto de los comentarios que generó la última columna que lleva por título "¡Respetemén el hidioma, carajo!" y en la cual abordé el tema de los errores sintácticos, gramaticales y hasta geográficos que se cuelan en algunas pautas publicitarias radiales, sin que ninguno de los cien responsables de las mismas se dé cuenta.
Allí apareció un comentario firmado por "El Toto", en el cual este misterioso individuo reclamaba el derecho a "hablar y escribir como el orto", sin que yo acierte a entender qué tiene que ver el orto, es decir, la salida de un astro, con los derechos, a menos que se interprete orto en el sentido griego de "recto", significado que comparte con el término "derecho".
La cuestión parte de la calidad de viva de la lengua (en este caso me refiero al idioma español, por si alguno agarró para el lado de los tomates), que hace que continuamente cambie y evolucione según se vayan incorporando nuevos modismos y otros vayan cayendo en desuso. Puestas así las cosas, puede ser que algo que hoy nos suene mal, en un futuro no muy lejano sea aprobado por la Real Academia de la Lengua y todo el mundo lo use sin que a nadie se le frunza nada. Y así como en un momento la f le dio lugar a la h, y ya no decimos fermoso, sino hermoso, quién te dice que muchos de los horrores ortográficos actuales no sean aceptados como norma el día de mañana.
Y en las líneas que leerás a continuación justamente tiro algunas ideas de cómo podría ir transformándose el idioma español en breve.
Para empezar, si hay algo que no sirve ni para avisar quién viene, es la h. Todo muy lindo con el origen de la letra, pero de aora en más no la utilizaremos al escribir, ya que no la usamos para nada al ablar. Claro que la h es necesaria para que acompañe a la c, ya que juntas representan el sonido necesario para decir: "Che, qué chijete está entrando por la ventana... ¡Me está dando un chucho!" Pues propongo que, en esos casos, usemos sólo la h, porque para qué usar dos letras si con una alcanza.
Y aora que dije dos y uno, a partir de este momento, cuando aya que escribir números, escribiremos números, así que me corrijo: para qué usar 2 letras si con 1 alcanza. Y ya que estamos, eliminemos los números ordinales que son dificilísimos y nadie los entiende: "Septuagésimo quinto Congreso de Pediatría", "Sesquicentenario de los ehos istóricos de 1860", pasarán a ser "75 Congreso de Pediatría" y "150 años de los ehos istóricos de 1860".
Corríjanme si me equivoco, pero salvo en España, las letras s, c (cuando va seguida de e o de i) y z se pronuncian igual, así que ¿para qué tres letras? Los ermanos españoles en poco tiempo pronunsiarán todo como lo asemos los demás ispanoablantes, que después de todo, es cuestión de acostumbrarse. La c seguirá en curso para representar el sonido fuerte, y lo ará no importa qué vocal siga a continuasión: ca - ce - ci - co - cu variarán sólo en funsión de la vocal, y ya de paso eliminamos la miedosa q, una letra ce exige siempre estar acompañada por una u sin ce ésta tenga vos ni voto.
Ablando de vos y voto... ¿Alguien realmente pronunsia de modo diferente la b y la v? ¡Basta! Con una sola b nos arreglamos perfectamente, cé tanto melindre. Y terminemos también con la pabada acella que indica que tras una n no puede ir una b... ¡Bamos! No le beo inconbeniente alguno a usar la dupla nb.
Otras letras que lleban a permanente confusión son la g y la j... más aún cuando acella se usa con sonido fuerte. De aora en más, sólo se usará en su sonido suave, sin ce sea nesesario ce la siga u alguna: los ejércitos godos comandados por injeniosos jenerales e integrados por brabos jinetes gerreros, bensieron a los romanos en la Batalla de Adrianópolis.
Y ya que escribo batalla... ¡Eliminemos la molesta doble l de una buena bes! Caramba, si es lo mismo la y, lo afirmo como Yolanda que me yamo. Eso sí, en los casos en ce la y ba sola o al final de una palabra i suena como i, usaremos la i del puntito, como es natural, ai ce ser mui tonto para no darse cuenta.
La letra ce biene a ser algo así como el buce insignia de nuestro idioma es, obbiamente, la ñ: tanto es así ce asta en el idioma se yama "español", como para ce le cede claro a todo el mundo. Es una letra presiosa, con ese moñito ce yeba arriba... Pero en los tiempos ce corren, con esto de los teclados i los teléfonos selulares (a los ce en Espania se les yama "móbiles"), la enie tiende a desapareser... I como se pronunsia casi casi como ni, cé problema nos bamos a aser por tener ce sonarnos la naris con un pecenio paniuelo.
Otro problema frecuente ce se nos presenta con el uso de los teclados es el uso del tilde, o de la tilde, esa rayita inclinada ce ni eya misma sabe cé sexo tiene, si es él o eya. Dejemos de usar tilde, ce lo unico ce ase es complicar a cien escribe... Se me dira ce el significado de una palabra baria enormemente segun yebe o no tilde, a lo que respondere ce ai ce ser mui nabo para no darse cuenta ce no es lo mismo una cosa ce otra: si el omisida ultimo de dos balasos a la bictima, se sobreentiende ce para eyo utiliso un rebolber, no ce iba a rebolber el cafe con la cuharita; si desimos ce Ramon tenia una tenia, entendemos ce supo alojar en su intestino a una presiosa solitaria. Como muestra, basten 2 botones, i si no te cedo claro, te invito a tomar el te i te lo explico.
La x es otra letra problematica... como cien dise, sirbe solo para los rayos X, porce en la pronunsiasion da lo mismo sustituirla por otras dos letras de uso mas frecuente, ce son la c i la s; no por eyo perderemos la ecselensia de la pronunsiasion. O tal bes podriamos usar la x para sustituir la incomoda doble c, i solo en esos casos axidentales.
Con respecto a la doble r... propongo ce la dejemos tal cual esta, i ce siga enfatisando a la r simple en el medio de las palabras... justamente es la rr una de las caracteristicas ce ase ce nuestro idioma espaniol sea tan beyo i tan rico.