El sábado pasado no actualicé, como pudo ver y apreciar cualquiera que haya asomado sus ojos por este blog. Exceso de trabajo y de cansancio me impidieron cumplir con el ritual de actualización sabatina. Para peor, tenía toneladas de escritos para corregir, así que ni siquiera podía aspirar a una actualización tardía: di prioridad al trabajo y a la siesta, que con las dificultades que tengo para dormir, es casi un trabajo más.
Y hablando de rituales sabatinos, el sábado pasado fue 31 de octubre (vaya novedad, seguramente si no lo leés acá ni te enterabas) fecha en la que se celebra Halloween, una tradición con hondas raíces folclóricas... en las Islas Británicas.
No debe de haber tradición más alejada de la cultura uruguaya, rioplatense y sudamericana que la festividad de Halloween, si exceptuamos alguna festividad de Burkina Faso, tal vez. Sin embargo, desde hace algunos años, escapar a los gurises disfrazados pidiendo golosinas, a la decoración en naranja y negro del Universo conocido y zonas aledañas y a las calabazas de plástico con problemas dentales es absolutamente imposible.
Cuando comenzó a celebrarse el Halloween en Montevideo, yo había pensado pegar en la puerta de mi casa algún cartel alusivo a la horda imperialista que nos invade, y mándense mudar tuitos a la puta, pero en seguida comprendí que para un individuo de 5 años al que disfrazarse y comer caramelos le resulta la máxima felicidad, y para quien los conceptos de invasión cultural, capitalismo salvaje y maldición de Malinche le son levemente desconocidos, el cartel carecería por completo de significado, así que pasé de oponerme tenazmente al festejo a comprar caramelos y repartirlos a cuanto chiquilín tocara el timbre ese día[1].
Ahora bien, mi idea de esta entrada va para un lado bien distinto, y es tratar de entender qué corno se está festejando cada 31 de octubre, y que me perdone Juan Pascualero por usarle el instrumento sin su permiso[2].
mmm
La cuestión se origina –según parece- en las Islas Británicas hace unos dos mil quinientos o tres mil años, siglo más, siglo menos, cuando esas tierras, al igual que otras regiones europeas, estaban habitadas por pueblos celtas. Para esta gente, el día comenzaba al caer la noche, y el año, al llegar las noches largas del invierno. Se me dirá que el invierno comienza en el solsticio que anda allá por el 21 de diciembre, y sí, cómo no, pero las horas de luz en latitudes altas comienzan a ir escaseando bastante antes, y en noviembre, a las 4 de la tarde ya es noche cerrada en Escocia, sin ir más lejos (si vamos más lejos, estaríamos hablando de tradiciones islandesas, y no es el caso). Es así que el año comenzaba el 1º de noviembre, pero como el día comenzaba al atardecer, en realidad empezaba en lo que para nosotros sería la noche del 31 de octubre. Allí tenía lugar la festividad más importante del año: el Samhain, que se pronuncia algo así como “sagüin”, pero téngase en cuenta que yo hablo gaélico del interior. Samhain aparentemente significa “el fin del verano”, y esa fecha también marcaba el fin de la cosecha y el fin del año. La gente se despedía de la mitad cálida y luminosa del año, y se preparaba para la mitad fría y oscura.
El fin de un año y el comienzo de uno nuevo sigue siendo en la actualidad motivo de fiestonga y comilona corrida, aún cuando para nosotros es simplemente pasar de un día de calor a otro día igual de caluroso y con suerte, lleno de mosquitos ávidos de picar a cuanto humano adormecido por los vapores alcohólicos encuentre a su paso, que también el mosquito tiene derecho a alcanzar un estado artificial de alegría, como cualquiera de nosotros. Ahora bien, si a eso le sumamos que durante unos meses la gente no iba a poder asomar la nariz por cuestiones climáticas y oscurantistas, imagínense lo que sería la partuza por aquellos lares.
Días previos, se guardaban las cosechas y la gente se aprovisionaba convenientemente para pasar el invierno; se recogía el ganado, y se sacrificaban los animales que presentaban signos de debilidad, para evitarles la muerte segura –pero lenta- que les ocasionaría el frío. Llegado el día de la fiesta, se apagaban todos los fuegos, y los druidas –sacerdotes y hombres sabios- encendían un nuevo fuego purificador. Al fuego se arrojaban huesos de los animales sacrificados –y quién te dice que en épocas pretéritas no cayera sacrificado también algún enemigo- y dicen las malas lenguas (o los malos lingüistas) que la palabra “bonfire” (fogata, en inglés) se originaría de esa costumbre (de “bone”, hueso, y “fire”, fuego), pero seguramente sea más un deseo que una verdad documentada.
Luego, las personas se llevarían parte de ese fuego sagrado a sus hogares, transportándolos en unos faroles improvisados con cráneos de animales... que derivarían luego en raíces de Brassica napobrassica (que como todo el mundo sabe, son nabos) tallados como si fueran cráneos. ¿Calabazas talladas? Difícil que el chancho chifle; habría que esperar a que los británicos desembarcaran en América muchísimos siglos después y descubrieran el fruto de la Cucurbita maxima, que como todo el mundo sabe, es la calabaza, y más tiempo pasaría para que aquellos farolitos craneanos terminaran siendo una calabaza de plástico que se puede encontrar en las góndolas de cualquier supermercado de Belvedere o de la Curva de Maroñas.
Ahora bien, los celtas creían que en ese día que marcaba el límite entre un año y el siguiente, entre la luz y la oscuridad, el límite que separaba este mundo y el del más allá, se volvía difuso. Es así que entre la gente que andaba vivita y coleando, se paseaban los espíritus de los muertos... y de los que aún no habían nacido. Entonces, para no confundirse, la gente viva –en todos los sentidos del término- se disfrazaba... con pieles y cabezas de animales, así como preparaba comidas especiales para congraciarse con la muchachada incorpórea, que habría perdido el cuerpo pero no las ganas de comer. De ahí a ponerse un disfraz comprado o confeccionado por una mamá laboriosa y salir a manguear caramelos, hay tres mil años de pasos.
Terminada la fiesta, todo el mundo se iba para su casa con el fuego nuevo, y según se dice, con un fuego renovado también en el sentido metafórico, porque parece que la fiesta seguía de puertas adentro, ya que se consideraba de buen augurio concebir en esa fecha, y habría que revisar la tasa de natalidad de los meses de julio y agosto de la época, pero no sé que queden documentos del Registro Civil de allá.
Posteriormente, la llegada de los romanos a las Islas Británicas, hizo que los rituales celtas se mezclaran con los rituales romanos, pero que también se mantuvieran, aunque modificados; la llegada del Cristianismo puso fin a esas celebraciones paganas, con tanto éxito que 1.500 años después, se sigue festejando el Samhain en todo el mundo occidental y cristiano, como si tal cosa.
Lo que sí logró hacer la Iglesia de Roma fue cambiarle el nombre a la fiesta: se marcó el 1º de noviembre como el Día de Todos los Santos, o sea All Hallows, y aparentemente de la expresión All Hallows Eve (víspera de todos los santos) derivaría el término “Halloween”.
La mixtura de tradiciones, los siglos, las migraciones, terminaron con/fundiendo la religión con la hechicería, la práctica de ritos ancestrales con la brujería, la invocación de los espíritus con el culto a la muerte, y probablemente la religión del amor y el perdón terminó confundiendo los sagrados fuegos celtas con los fuegos inquisitoriales, y más de uno habrá ardido en la hoguera sólo por festejar el comienzo del año en otra fecha.
En los siglos XVI y XVII, con la llegada de los británicos a América del Norte, vino también la antigua tradición celta a este continente; la posterior conquista y colonización que hiciera el país de la Coca-Cola, los vaqueros Levi’s y los misiles Patriot del resto de la Tierra -y de la Luna-, hizo que el Samhain, tres mil años después y modificadísimo al punto de ser casi irreconocible, llegara a la puerta de mi casa.
Y por aquí voy dejando esta crónica, así puedo terminar de comerme los caramelos que me sobraron del sábado pasado, y darles motivo de queja a mi nutricionista y mi odontóloga, que bien que tienen también su cuota de brujas.
kkkk
[1] No puedo dejar de citar la entrada que hizo la Flaca en su blog el año pasado, en el que ella plantea –con su particular estilo- algo similar: http://lodelaflaca.blogspot.com/2008/11/truco-o-trato.html
[2] Juan Pascualero, asiduo de este blog y propietario del blog “El cuchillo del herrero”, es cornista de profesión, o sea que a él, el corno le importa muchísimo.
43 comentarios:
increíble!
primera vez en mi vida de internauta que soy primera comentarista en un blog.
¡qué pasa?
Me estoy poniendo nerviosa!!! ¿descubrieron otro arsenal?
¿Batlle habló de nuevo?
¿o se confabularon para asustarme como corresponde a Halloween?.
Magnífica, Andrea, tu información sobre la celebración, tan suculenta como la buseca del Santi y muy acorde con la hallowinada que ha sido esa semana.
El fuego , como en la antigüedad, ha entrado en nuestras casa, pero con el efecto contrario.Con las máscaras que han aparecido en los informativos no creo que el fuego haya invadido las alcobas, sino más bien... diazepanes y otras yerbas.
Te corrijo: podía haberme enterado por este post que el sábado fue 31, si no fuera porque el timbre empezó a sonar ininterrumpidamente esa tardecita. Como yo abro la puerta cuando se me antoja y no cuando la gente quiere, no me preocupé, pero "my husband" estaba tan fastidiado que tuve miedo de que saliera como el tipo del año pasado a maltratar niños, y termináramos en la comisaría así que desconecté el timbre de la puerta de calle.
Por lo tanto ni me sobraron caramelos, porque no los compré, y quedamos sin timbre hasta el lunes porque me olvidé que lo había apagado.
Un placer, como siempre leerte.
Ánimo ya falta poco para las vacaciones, aunque ya sé que por estas épocas la espera se vuelve una eternidad:)
La lealtad de los lectores de nuestros bloses está teniendo patas cortísimas.
Las 12 y todavía nadie....
¿qué nos está pasando?
Esperaba ser el n° 23 o 24 y heme aquí el primero y sin ningún mérito, encumbrado por la desidia de los demás, que no por mi madrugón a las 11:30.
Bueno, te cuento que habíamos comprado carradas de caramelos para la ocasión y que tuvimos que metérnoslos en salva sea la parte porque dejamos el timbre apagado inadvertidamente. O no.
Tá, me cagó Marple, siempre me pasa lo mismo, si no es Peter Parker es Marple. No hay caso, segundón otra vez.
Me gustó mucho eso de "con/fundiendo la religión con la hechicería".
Nos confunden con eso, pero ES LO MISMO.
Y tambien muy sustancioso el párrafo dedicado al país de la Coca-Cola, que con tal de sacarle guita a cualquier cosa, vende disfraces de Haloween, remeras del Che con la foto de Korda y versiones plastificadas del psicoanálisis o de lo que sea, pero que SE VENDA. ("El día que colguemos a los capitalistas, se pelearán entre ellos para vendernos la soga". C. Marx)
A pesar de toda esta perorata, no hay nada más seductora que una "bruja".
Un abrazo
Fernando
una yapa: ¿Sabés cuál es la diferencia entre una hechicera y una bruja?: Dos años de matrimonio.
Ante todo muy buena la informacion sobre tan maravillosa festividad.
Te aseguro que fue un triste espectaculo ver a cantidad de niños caminando por Maldonado, supuestamente disfrazados, para ir a pedir, en esta oportunidad, caramelos.
Un placer encontrarte, como siempre.
Muy buena crónica. No tenía ni idea de cada uno de los datos allí expones. Otro dato más para mi cabeza y otra herramienta para impresionar a mis allegados, cuando sea necesario.
Una pregunta: ¿los niños antes de pedir los dulces no cantan?
En Colombia se canta esto (yo también lo hice, aquí esta tradición tiene más de 30 años):
Triqui, triqui, hallowen,
quiero dulces para mi,
si no hay dulces para mi,
se te crece la nariz.
Cuando no había dulces en una casa, se canta:
Esta casa está embrujada,
porque no nos dieron nada.
Muy interesante la investigación que nos has dejado por aquí. y si DESASNAR se trata, creo que lo has logrado, por que yo soy de los cientos o miles de personas que relacionábamos el HALLOWEEN con toda la parafernalia que nos ha vendido el señor del norte. USA).
Aquí, en México existe una mezcla de las dos. Por un lado, y cobrando mas terreno cada año esta el Halloween al mas puro estilo Norteamercano, y, por otro está la celebración, muy nacional, de origen pagano, que no católico, que se celebraba desde épocas prehisánicas. Es una tradición o tradición-ritual que se celebra cada 1 y 2 de noviembre donde se le colocan ofrendas a los muertos conocidos... como una forma de tenerlos presentes, tradición que religiosamente celebro en casa para cultura de mis hijos.
Un saludo afectuoso.
Marple:
Dejá de quejarte de tu pasado de segundona y colgate la merecida medalla de oro!
Me encanta la idea de apagar el timbre, pero lamentablemente no puedo apagar a Sasha, o sea que es igual: gurí que se acerca a pedir caramelos, desencadena una andanada de ladridos.
Y como te digo una cosa, te digo la otra: no hay disfraz de fantasma que iguale la fantasmada de algunos cadáveres políticos que agitaron la sábana esta semana!
Santi:
Te primereó la Marple. La parte en la que te metiste los caramelos: ¿es una caries???? ¡Aclaración, por favorrrr!!!
Fernando:
Buenísimas tus acotaciones sobre el país de la Coca-Cola! (Aunque me confieso consumidora adicta a esa bebida imperialista del capitalismo salvaje, mirá lo que te estoy diciendo).
Con respecto a la yapa, no sé si será tan así: yo soy bruja titulada, y jamás pasé por el Registro Civil!
Dejamuchacho:
Ah, viste cómo se desvirtúa! Lo que era una festividad cargada de significado, termina siendo un mangueo de golosinas... Igual, a esos nenes no se les pude reprochar nada, me parece.
Alvaro:
¡No des ideas! No, acá por suerte, no cantan! Sólo tocan el timbre y cuando les abrís, te dicen "¿Dulzuras o travesuras?". En Uruguay es muy reciente la celebración de Halloween; no recuerdo bien, pero hará unos 5 años, no más.
Vuelvo...:
Ah, la celebración de los muertos en México es una tradición de lo más interesante, con las calaveritas de azúcar y los panes de muerto... Esa sí que es una tradición a transmitir. Pero es como se dice: "Pobre México, tan lejos de dios, tan cerca de los EEUU"...
Muy buena la historia, Andrea. No la conocía para nada, sólo había escuchado el origen de la palabra "Halloween".
Los cristianos nunca tuvieron mucho éxito eliminando fiestas paganas, ¡por suerte!
Yo me niego al Halloween, no por los niños, claro, sino por los padres que se prenden a la historia y pretenden que todos los demás hagan que sus niños sean felices. Digo, en el norte seguramente sea de lo más lindo en la vida de un niño, pero en el sur es una imposición alevosa, ahora es "tradición" algo que nada tiene que ver con nuestra cultura y que poca gente se molesta en averiguar (como vos) de que se trata. Además, cuando empezaron con la cuestión de los caramelitos, en mi cuadra varios vecinos tuvimos que bancarnos algún huevazo de niños no tan chicos e inocentes...
En fin, de todas maneras es lindo saber la historia de esas fechas, sobre todo cuando vienen de tan lejos en el tiempo.
Abrazos!
Yo que soy totalmente contraria a todo lo que se escriba en inglés, debo confesar que me he rendido con Halloween. Me encanta ver la ilusión de los niños disfrazados, me encantaba verlos llegar con una bolsa llena de caramelos (a Elsa,la dentista, no tanto).Los he visto jugar, divertirse y estar felices. Y nunca compré un disfraz, en ese carnaval ellos siempre se las arreglaron.
No nos pongamos sesudo con todo eso, es simplemente un motivo más para jugar y divertirse. Y, lo más importante, SALIR A LA VEREDA. Acepto que con Halloween nos estemos transculturizando un poco, pero reconozcamos que con eso también estamos recuperando algo muy nuestro: LOS JUEGOS EN LA VEREDA, incluso de nochecita.
Este año compré caramelos y también me los quedé casi todos, porque la lluvia impidió que me tocaran el timbre. Sólo vino un varoncito, que creo que no era del barrio, pobremente vestido, sin disfraz, pero con una máscara "terrorífica" de Screem y hablando engrosando la voz.
Disculpen que en esto no pueda ser totalmente fiel a mi postura antitodo lo que venga de allá, pero estos niños que juegan a disfrazarse y superan la timidez de tocar timbre y hablar en una casa que no conocen a mí me divierten y me enternecen. Pedir estos caramelos es algo así como pedir "el pesito p'al judas".
"sesudos"
Por esta llanura pampeana pilarense, los gurises no nos tocan el timbre pidiendo caramelos, pero la cosa se festeja igual con fiestas de disfraces en las discotecas, y en los barrios cerrados o "countrys" copetudos que abundan por la zona. Por consiguiente, al igual que la Flaca, me caen indigestas estas festividades importadas, sin ser cerrado a la diversidad, pero... ¿No cuadraría más, por ejemplo, en mi Argentina, celebrar no sólo en el Norte, la fiesta de la Pacha Mama, y de paso darnos un lindo atracón mientras vamos tirando manjares al pocito de la madre tierra? En fin, lejos de ser, por otra parte un tradicionalista, creo también que las culturas se hacen de la mezcla y de las influencias, pero que la gracia está en apropiarse, en transformar las tradiciones ajenas en propias. Y entonces, hace años que vengo proponiendo que Halloween en estas latitudes sea JALOGÜÍN, así, con nuestra característica diéresis o crema y tilde en la i, que los pibes y/o gurises se disfracen de luz mala (imaginen uds el disfraz), mandinga o el pombero, y que salgan a pedir dulces y les demos pirulines, cañoncitos rellenos de dulce de leche, y otras delicias criollas que quizás las mismas manos de abuelas y madres preparen amorosamente para la ocasión. Eso sí, que los niños se aprendan alguna coplita manguera en este estilo:
Desde lejos nos venimos
pa'meterle un güen julepe,
pero antes que la crepe
meta al buche unos racimos.
Pa' que no haiga rengo chancho
hoy, vecinos y vecinas,
procuramos golosinas
recorriendo rancho a rancho.
Más allá de estas cuestiones, impecable su reseña de la cual tomo nota: ya me olía a cosa celta el jalogüín este, filtrada por sajonas manos, que todo lo hacen plata.
Un abrazo criollazo.
Mesejante comentario el del Goliardo. Y anda juerte pa versiar el aparcero. Y qué güenas ideas...
Pero no creo que le dean pelota los de los yopin.
Unque'stá lindo lo'e la Pacha Mama.
je je-"empanadaj mendocina o lo cueriamo aquí mismo vecino"
Los que salieron en jalogüín a asustar gente aquí fueron los blancos y en vez de calabazas esgrimían falsos informativos y fantasmas reumáticos.
Lara:
Comprendo (y comparto) tu postura; lo cierto es que al final terminé por ceder, y les doy caramelos...
Flaca:
Ah, en casa cayeron un montón cuando cesó la lluvia... Igual, es cierto que la lluvia limitó la actividad (yo me temía una horda, porque justo cayó sábado).
¿Ya preparaste el pavo para el "Día de Acción de Gracias"? ¡Jijiji!
Goliardo:
¡Ahijuna, canejo! ¡Sofrenesé! Que me está enyenando el bló de tradicione' ocidentale', que loj orientale' no tenemo'!!!
La idea me encanta; ya estoy craneando algo acerca del Jalogüín oriental (que sería distinto al de ustedes, porque no tenemos Pombero ni Pacha Mama, pero estamos llenitos de fantasmas y aparecidos!)
Santi:
Taba claváu: se noj vino el Jalogüín y un malón de fantajma' salió a agitar la sábana!!!!
A mí lo que me complica es esto... si Halloween (o Hallowe'en, como le decimos los rowlingas - admiradores de J.K. Rowling) es la víspera de todos los santos, por qué el día de los santos difuntos es el 2 de noviembre?
No debería ser el 1º?
El tema de las fiestas importadas y eso, me parece medio tonto... cuáles fiestas son "criollas"? La navidad? Primero que tiene un Papá Noel diseñado por la Coca-Cola (dior los tenga en la gloria), y segundo que es una fiesta pagana adaptada al cristianismo... como todas las fiestas cristianas, vale decir.
En Uy ni el feriado del 25 de agosto es real, así que, divirtámonos y dejémonos de hacernos los exquisitos.
Por lo menos, así lo veo yo.
Martín:
Estás confundiendo el día de Todos los Santos (1º de Noviembre) con el día de los Fieles Difuntos que es el 2; ocurre que aquí el Día de Todos los Santos no se celebra (no sé si en algún momento sí se hizo) y sí el Día de Difuntos es feriado y la gente suele/solía ir al cementerio a visitar las tumbas de sus seres queridos.
En Uruguay hay montones de festividades, sólo que los capitalinos no conocemos más que algunas; justamente hace poco Antonio Di Candia y Federico Estol publicaron un libro con una investigación que hicieron sobre el tema.
Con respecto a las festividades importadas, la Navidad con el Papá Noel de Coca-Cola, el lechón y las cañitas voladoras, me parece tan horrible como el Halloween de los disfraces comprados y los caramelos.
Pero como dice el filósofo autóctono Alberto Kesman: "Es lo que hay, valor!"
Andrea: ah, bien. Perdón. Se me mezclaron los santos y los muertos.
Admito que no me preocupan demasiado la fiesta de la primavera, de la remolacha, del zapallito y de la cosecha, jajaja.
Hay que festejar y punto. :D
Martín:
Hubo que separar los santos de los muertos, porque resulta que no todos los muertos son santos!
Nunca tuve oportunidad de ir, pero con gusto iría a la fiesta del jabalí! (A comer, obviamente!)
Así es Andrea, en una época bastante lejana, acá se conmemoraba el de de los Santos.
Fijate si tendré años encima!
Con respecto a l@s brujit@s del 31 te cuento que nunca estuve de acuerdo con tradiciones importadas.
Pero me pasa como a la Flaca...me enternecen los niños y lo que implica esa dulzura que le damos.
Este año, las melli salieron vestidas de hadas, porque según ellas, eran brujas buenas.
Quedaron estampadas en fotos del Observador.
No son unas ternuritas?
Corto, porque tengo que ir a limpiarme la baba.
Bea:
¡No te olvides de secar el teclado, que se te inundó de baba!
Ah, no hay postura ideológica que resista el embate de unas nietitas, verdad?
No te calientes Santi, que vos tenés unas cuantas medallas colgadas.
Si la memoria no me falla, por el 2001 ya se hablaba del jalogüín. En los colegios privados donde se enseña inglés, a la gurisada se la manijeaba para que celebraran la fiesta de la calabaza. Después se fueron animando para salir por la cuadra a pedir golosinas y los boliches hicieron fiestas de disfraces.
Por la plata baila el mono, así que mientras los padres gasten billetes, la tradición del jalogüin se seguirá enredando en nuestra cenicienta cultura, cual enredadera de calabazas.
Yo para festejar me tomo unos "True Blood" con vodka, como me enseñó una amiga.
P.D.: Alvaro, la frase es "Sin Triqui, triqui, no hay halloween".
Peter:
¡Dale, confesá que te ponés el traje de Spiderman y salís a manguear botellas de Cabernet Sauvignon por el barrio...!
Es como vos decís, mientras "Supermercados Mongo Aurelio" sigan haciendo sus buenos mangos, seguiremos "festejando" Jalogüín!
Bueno, me hice un ratito y vine, porque no puede ser que te abandone así...Muy ilustrativo lo de hoy, muy bien escrito como siempre. Yo me he rendido, como la flaca. Si vienen trato de tener algo. Para ellos ya es tradición incorporada. Ya nos introyectaron esa cultura y no hay cristo ni bruja que nos la saque. Lo mismo nos pasó con Santa Claus y con tantas otras cosas. Me cacho!
Ro:
Fah, no sé si queda algún caramelo para darte... ¡Tas bien de viva, eh!
Sí, una termina rindiéndose... o resignándose.
Andrea
Sorprendida de que conviertas en material risible una información tan enmarañada. Aquí, por lo menos en la puerta de mi casa, no pasan niños disfrazados. Vivo en un pueblo de provincia. La tradición ha pegado en las capas más altas de nuestra real sociedad esa que tiene la nariz parada porque siempre mira a la madre patria verdadera, la de los misiles patriot, por desgracia.
Como dice por ahí Fernando Terreno me pareció genial el juego de palabras "con/fundiendo la religión con la hechicería".
Como contrapartida feliz, te puedo decir que en las escuelas donde trabajo mañana se están preparando para el día de la tradición: los niños hacen empanadas y tortas fritas para vender, practican zambas y chacareras, memorizan algunos de los consejos del Martín Fierro a sus hijos y rasguean las guitarras.
María Castaña:
¡Qué dichosa que aún no ha llegado a tu pueblo esta "tradición"!!! Pero no desesperes, seguramente ya llegará...
Me parece fantástico lo del día de la tradición... ¿A qué hora llego para comer las empanadas?
Muy buena la explicación! De última, si hemos de estar colonizados y globalizados, hay que saber de qué trata la cosa.
Yo por las dudas, me disfracé de bruja pirula, mi versión subdesarrollada del cuento!
Besotes Andre!
Susana:
Por supuesto que sí, colonizados a prepo, pero cultos!
Yo no preciso disfrazarme de bruja... la gente se da cuenta en seguida, sin importar la fecha!
¡Jijiji!
Cuando era niño siempre me llamo la atencion esta fiesta cuando la vaia en las peliculas y cuando vi ET en la escena en que caminan con el bicho disfrazado por la calle y se cruzan un Yoda me entró una envidia que ni les cuento. Despues vino pero yo ya era grande y como me comporto como adulto serio ya no me disfrazo. Pero no se puede negar que es una tradicion linda aunque venga de afuera. De todos modos siempre me da por pensar ¿que mierda es nuestra tradicion? ¿No es que todo lo que festejamos viene de Europa como la navidad, el año nuevo, la pascua, etc? No hay que comerse la propaganda que todo lo que viene de Yankilandia es imperialismo. Prefiero la Hallowen (que es comercial pero tiene una cuota de dsfrute por parte de los niños) que viene de afuera y no la noche de la nostalgia que se creó aca y es mas comercial que cualquier cosa que se nos ocurra (esto lo puedo explicar porque yo nunca bailo y de joven ir a bailar estaba fuera de mi jerga diaria).
Buenismo el post, ya me entero de cosas que tenia confucion. Aunque a Samhain lo conocia del libro "el arbol de las brujas" de Ray Bradbury (reverencias, reverencias).
Ah, me olvidaba. Como yo soy al reves del mate, voy a empesar a festejar ser el ultimo en comentar, porque los ultimos seran los primeros, dicen ¿no? jeje
Huy, una ultima cosa mas. Releyendo mi comentario tengo que anunciarles que me empache de comas y puntos, porque veo que me los comí todos jeje.
Espero se entienda de todos modos y tómenlo como un ejercicio de imaginacion. Imaginen donde deben ir las comas y los puntos ;)
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Corto:
La medalla al último era tuya, pero Anónimo vino y te la arrebató!!!
Dale, confesalo, saliste por el barrio disfrazado de ET para manguear caramelos!!! "No, estoy acompañando a la nena, nomás!"
¡Jijiji!
Lo de las "tradiciones" es muy discutible en pueblos jóvenes como el nuestro... Estaba armando un post al respecto, pero me parece que no llego a tiempo.
Anóunimo:
Carezco de pene, pero gracias por ofrecerme viagra a precios módicos.
Ah, no, no, no. Voy a pelear por mi ultimo puesto con uñas y dientes. Lo de anonimo no vale porque no comentó nada. Es un vendedor golpeando la puerta al que le decimos:
- Pah! mi vieja que es la que compra no está ¿podes pasar en otro momento? pensando por dentro que no le vamos a comprar nunca. Asi que reclamo mi ultimo puesto otra vez.
¿¿¿Disfrazado de Et???? ¿¿¿De donde sacaste semejantre cosa???? Apenas me disfrazé de Yoda
Corto:
Ta bien, te doy la medalla (pobre anónimo, quedó desconsolado).
¡Ajajá, así te quería pescar! Te saqué de mentira verdad, y confesaste solito que el que llamó a mi puerta a garronear caramelos Zabala y candes Astra disfrazado de Yoda eras vos!
;-)
Excelente post. Yo quiero ser celta y empezar mi año el 1ro de noviembre.
Que linda tradición la de estos muchachos, trabajaban medio año y el resto, lo pasaban entre las cobijas (pieles).
Saludos srta. y a ver si le dice a su trabajo que la deje postear más seguido. Bye.
Antihéroe:
Estaba buenísimo el calendario de los celtas, porque estaba adaptado a las horas de luz y al clima de las regiones que habitaban.
Ya queda poco para las vacaciones (aunque es el tiempo más arduo).
Gracias por pasar.
Como ya te habrás enterado por haber sido publicado en la revista Barcelona, en Argentina el gobierno le respondió a Halloween decretando el Día del Hombre de la Bolsa.
"Es porque el festejo con calabaza se considera cipayo y gorila. Para la fiesta local los niños se disfrazarán de ancianos y saldrán con bolsas a pedir un pesito en cada casa.
Besitos
Germán:
¡Jajaja! Pero me parece que se hace extensiva a todos los días del año, no?
Genial! Habia buscado info sobre Halloween pero nada tan bueno como lo que lei aca! Se nota tu docencia. (quizas tambien mi holgazaneria para investigar!)
Por algunos años elegi huir de mi casa para evitar ese momento de entregar caramelos con cara de que no me molestaba el rito. Yo tambien llegue a la conclusion de que los enanos de 5 años no podian entender conceptos de colonialismo, etc. Pero casualmente encontre un personaje de historieta (Matias de Sendra)que lo expreso muy simple y genialmente. Me gustaria adjuntar la historieta pero creo que eso no se puede hacer por aca, no?
Sonetoazul:
¡Bienvenido! Lástima que llegás tarde para los caramelos... ya me los incorporé todos!
Me alegra que te haya gustado la columna.
Lamentablemente en los comentarios no se pueden adjuntar imágenes, aunque sí links.
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