Para empezar, ubiquémonos. La República Oriental del Uruguay (¡mucho gusto!), es un país sin nombre, que los hay, porque si el río se llamara Salsipuedes, este bendito país se llamaría “República Oriental del Salsipuedes”, y una servidora sería salsipuedense o salsipuedana, y no uruguaya. Con ese mismo criterio, Argentina tiene todo el derecho a llamarse “República Occidental del Uruguay” si se le canta, ya que está en la margen del lado de allá (si miramos desde acá) del mismo río. O como sugirió uno una vez, este país debería llamarse “República Partida por el Negro”, dado que el río Negro atraviesa todo el territorio de este a oeste, más o menos por el medio.
Una frase hecha por estos lares es la de “latitud 30-35” que si no te aclaran que son grados y que están al sur del Ecuador, vos seguís sin saber de qué te están hablando. De la longitud nadie dice nada, será porque el país es como medio petisón y eso de longitud no le queda. Bueno, está en América del Sur, en un ángulo apretadito que queda entre Brasil y Argentina, algo así como una cuña.
El territorio es suavemente ondulado, una forma poética y patética de decir que somos el único país de América del Sur que no tiene ni una puta montaña; baña sus costas el Océano Atlántico y el Río de la Plata, que no es un río por más que nuestros hermanos argentinos le digan así. Nosotros lo llamamos mar, aunque tampoco lo es, y el pobre vive en una perpetua crisis de identidad. Los nativos lo llamaban Paraná-Guazú, que como cualquiera sabe significa “río grande como mar”, que es de lo más apropiado. Pero por ese afán esnobista que nos caracteriza por estas tierras, queda mejor que un equipo de fútbol se llame River Plate y no Paraná-Guazú, de ahí el cambio.
El principal bioma es la pradera, es decir, una superficie inabarcable con la vista, más si una la mira desde un escaso 1.57 m, toda moqueteada de verde. Cómo era esa pradera originalmente, no lo sabremos nunca, porque como Hernandarias introdujo la ganadería a comienzos del siglo XVII y no quedó registro de qué es lo que había antes, todos nos imaginamos que era igual que ahora, pero no señor, porque no hay fiera salvaje que altere más el ecosistema -después del cristiano- que la vaca. La cuestión es que más de uno está convencido que el Hereford y el caballo árabe son bichos autóctonos, más aún si se mira el escudo patrio, porque ahí figuran un buey y un caballo, por no mencionar la rama de olivo que como están las cosas hoy con el asunto de la forestación, habría que ir pensando en sutituirla por una rama de eucalipto Globulus.
Las serranías son la parte que más me gusta, porque quiebran la monotonía del paisaje, y el Cerro Arequita no será imponente como el Aconcagua o el Ilimani, pero tiene una cierta belleza modesta, como de violeta. Claro está que yo tendría que haber nacido en Suiza, porque me encanta la montaña, pero la cigüeña que me trajo o era estúpida o tenía un sentido del humor un poco perverso, y me dejó acá, nomás, en lo llanito.
Ahora, seguramente si se hace una encuesta entre propios y ajenos, el paisaje natural preferido por la enorme mayoría sin duda será la playa, que playas las hay de todos los tamaños, formas, colores, sabores y olores, o sea, para todos los gustos excepto para el gusto de aquellos a los que no nos gusta la playa. Podés ir a playas de río manso, de arena finita y dulzona, o a violentas playas oceánicas que cuando estás con el agua a la altura del tobillo viene la ola y andá a buscar la tanga a Sudáfrica. En cuestión de balnearios, también hay de todo, desde los balnearios soñados durante once meses por los oficinistas de piel verdosa que en enero rebosan de niños, perros, abuelos, tíos, primos y cuñados, hasta los soñados por las modelos top en franca decadencia, con hoteles cinco estrellas, Black-Jack y extáticas discotecas de música electrónica.
Ciudades, lo que se dice ciudades, la capital, Montevideo viene siendo más o menos la única, que es tan extensa y poblada como cualquier barrio de San Pablo. La mitad de la población del país vive en Montevideo, que es como si en Buenos Aires vivieran 20 millones, o en Washington DC, 150, y no pongo Beijing para no impresionar, pero no te asustes: a duras penas llegaremos al milloncito y medio de personas, y eso si tenés visitas. Y si nos ponemos a hilar fino, montevideanos lo que se dice montevideanos, seremos diez o doce, que el resto es gente que vino de otros lugares del país y después no supo cómo volver. En el resto del país hay pequeñas ciudades, pueblos, parajes y hasta alguna casa suelta.
Y como a mí me gusta escribir cortito para no aburrir, por acá nomás se queda este primer capítulo de esta novela por entregas “Nunca quise conocer Uruguay pero después de leer esto, se me fueron las ganas”.
Una frase hecha por estos lares es la de “latitud 30-35” que si no te aclaran que son grados y que están al sur del Ecuador, vos seguís sin saber de qué te están hablando. De la longitud nadie dice nada, será porque el país es como medio petisón y eso de longitud no le queda. Bueno, está en América del Sur, en un ángulo apretadito que queda entre Brasil y Argentina, algo así como una cuña.
El territorio es suavemente ondulado, una forma poética y patética de decir que somos el único país de América del Sur que no tiene ni una puta montaña; baña sus costas el Océano Atlántico y el Río de la Plata, que no es un río por más que nuestros hermanos argentinos le digan así. Nosotros lo llamamos mar, aunque tampoco lo es, y el pobre vive en una perpetua crisis de identidad. Los nativos lo llamaban Paraná-Guazú, que como cualquiera sabe significa “río grande como mar”, que es de lo más apropiado. Pero por ese afán esnobista que nos caracteriza por estas tierras, queda mejor que un equipo de fútbol se llame River Plate y no Paraná-Guazú, de ahí el cambio.
El principal bioma es la pradera, es decir, una superficie inabarcable con la vista, más si una la mira desde un escaso 1.57 m, toda moqueteada de verde. Cómo era esa pradera originalmente, no lo sabremos nunca, porque como Hernandarias introdujo la ganadería a comienzos del siglo XVII y no quedó registro de qué es lo que había antes, todos nos imaginamos que era igual que ahora, pero no señor, porque no hay fiera salvaje que altere más el ecosistema -después del cristiano- que la vaca. La cuestión es que más de uno está convencido que el Hereford y el caballo árabe son bichos autóctonos, más aún si se mira el escudo patrio, porque ahí figuran un buey y un caballo, por no mencionar la rama de olivo que como están las cosas hoy con el asunto de la forestación, habría que ir pensando en sutituirla por una rama de eucalipto Globulus.
Las serranías son la parte que más me gusta, porque quiebran la monotonía del paisaje, y el Cerro Arequita no será imponente como el Aconcagua o el Ilimani, pero tiene una cierta belleza modesta, como de violeta. Claro está que yo tendría que haber nacido en Suiza, porque me encanta la montaña, pero la cigüeña que me trajo o era estúpida o tenía un sentido del humor un poco perverso, y me dejó acá, nomás, en lo llanito.
Ahora, seguramente si se hace una encuesta entre propios y ajenos, el paisaje natural preferido por la enorme mayoría sin duda será la playa, que playas las hay de todos los tamaños, formas, colores, sabores y olores, o sea, para todos los gustos excepto para el gusto de aquellos a los que no nos gusta la playa. Podés ir a playas de río manso, de arena finita y dulzona, o a violentas playas oceánicas que cuando estás con el agua a la altura del tobillo viene la ola y andá a buscar la tanga a Sudáfrica. En cuestión de balnearios, también hay de todo, desde los balnearios soñados durante once meses por los oficinistas de piel verdosa que en enero rebosan de niños, perros, abuelos, tíos, primos y cuñados, hasta los soñados por las modelos top en franca decadencia, con hoteles cinco estrellas, Black-Jack y extáticas discotecas de música electrónica.
Ciudades, lo que se dice ciudades, la capital, Montevideo viene siendo más o menos la única, que es tan extensa y poblada como cualquier barrio de San Pablo. La mitad de la población del país vive en Montevideo, que es como si en Buenos Aires vivieran 20 millones, o en Washington DC, 150, y no pongo Beijing para no impresionar, pero no te asustes: a duras penas llegaremos al milloncito y medio de personas, y eso si tenés visitas. Y si nos ponemos a hilar fino, montevideanos lo que se dice montevideanos, seremos diez o doce, que el resto es gente que vino de otros lugares del país y después no supo cómo volver. En el resto del país hay pequeñas ciudades, pueblos, parajes y hasta alguna casa suelta.
Y como a mí me gusta escribir cortito para no aburrir, por acá nomás se queda este primer capítulo de esta novela por entregas “Nunca quise conocer Uruguay pero después de leer esto, se me fueron las ganas”.
46 comentarios:
:) ¡¡Qué bueno que está el post!!
Por el contrario, a mi después de leerte me entraron unas ganas rotundas de conocer Uruguay.
Besos y playas (aunque te gusten las montañas :)
Chau!!! entre vos y pomelo esto es rock nennneeee, al que todavia le queden ganas de venir a uruguay bueno, este en fin, nada; lindo el huevo de pascua; groso de verdad, te hizo bien irte a Valizas a caretear por ahi con el pelado cordera ese y esos elementos, me cague de risa para variar...nos vemos mañana e intercambiamos mas impresiones....
Gracias, Pato!!!
Es que hay gente pa' todo... por más que una se esmera y trata de mostrar las cosas como son, los extranjeros siguen viniendo al Uruguay, y lo que es peor, LES GUSTA!!!! ;)
Fede: esto es rock'n'roll, nenenenennn!!!! Digo, esto es Uruguay, es bardo!!!!
Vo, qué voy a ir a Valizas... la última vez que fui a la playa, fue a ver la llegada de Juan Díaz de Solís...
Jijiji!
Divina,¡volviste!...¡qué alegría!, y más aún que me avisaras.
Me encantó tu descripción de nuestro "bendito país"; ya sabés, "como el Uruguay no hay".Viste que somos algo así como muy sobrios y elegantes:nada de exageraciones en el paisaje, así como somos nosotros ni muy muy ni tan tan.
Si no fuiste a Valizas y el suelo suavemente ondulado no te gusta, me pregunto adónde fue que te fuiste. Yo por ejemplo pasee primero hacia el oeste y después hacia el este. Y si hubiera tenido más plata hubiera seguido paseando con tal de cambiar de aires y de paisajes y de pasear y no cocinar ni limpiar ni trabajar.
Te lo digo de nuevo: es una alegría que hayas vuelto; sin vos a veces esto se torna muy serio y aburrido. Un abrazo enoooooooooorme.
Hola, Flaca!!! Gracias por la bienvenida!!!
Lo de Valizas es un bolazo del Fede, porque sabe que no me gusta la playa (aunque Valizas sí me gusta.) Che, las sierras me gustan (me encanta el "turismo aventura", así que dame una sierra y un caballo, o un par de botas de trekking, y allá voy).
Esta vez fue turismo citadino, pero es que a mí el bullicio de las metrópolis me tienta, también... Acero, concreto, smog, gente, una agenda cultural nutrida y muuuucho agite !!!!
24 de marzo de 2008 18:02
Bien guacha!!! Volviste!!
Bueno. A mí me pasa lo mismo. No sé qué mierda le ven a nuestro paisito los extranjeros que dicen que les gusta. Si es un paspe. Yo estuve en Villa Soriano. Con eso te digo todo. Después te cuento.
No puedo creer que no te guste la playa. No digo la playa de milanesas con arena y olor a bronceador, digo la playa en serio. Digo Brasil. Digo el mar y vos y nadie más.
Qué goce este post! Gracias, cigueña, por dejarla acá. ES sin devolución. Besos. Ross
Un viaje, lloré de la risa como siempre.
Faltan montañas, estoy de acuerdo. Aburren los viajes cuando vas por la ruta y es todo verde y vacas, verde y vacas, eucaliptus, verde y vacas...
Ahora, el arequita no será majestuoso, pero yo casi me caigo de él porque me subí por donde no era, tuve que escalar y todo (y sin botas ni nada) y me siento tan orgullosa de mi aventura como el que subió al everest. Ni me arrepiento de haber perdido el mate.
Saludos
A mi las ganas de visitar tú país no se me han quitado! me gusta como me has platicado esto (y no es q crea q sólo escribes para mi, pero casi casi es como si estuviese hablando con una amiga por el msn)entonces, a mi me encanta la playa así q me sentiré a todas "madriolitas" (palabreja chilanga) por que al contrario de dónde yo vivo, la playa más cercana esta como a 5 horas y ya esta muy visitada por mi y estoy entre montes y montañas. Una de las características de mi país (México) es su terreno agreste con subes y bajas, volcanes, ríos,bosque, selva, etc,etc...pero en el centro, que es donde vivo somos como una cazuela y rodeados de cerros y más cerros que dificultan q la contaminación (que es mucha) se disipe jaja ni modo!Entonces, después de mi breviario semi geográfico, te digo que por mi ruta de viaje seguro pasará Uruguay!
Un beso
Bueno, bienvenida (si cabe el término)!!!
No sabía que Uruguay tuviese tantos atractivos, la verdad es que ahora me siento un zapato que se recluyó en un solo lugar y se perdió toooodo ese verde y esas vaquitas durmiendo a la sombra de los eucaliptus.
¿Pasando Canelones es igual?
¿Rivera sigue siendo el prócer?
¿Artigas está celoso?
¿Habrá un capítulo para la historia?
Me encantó el texto, espero que pronto cuelgues una segunda parte, aunque yo diría que este debe estar algunos días para que muchos más lo disfruten.
Beso grande!
Santi: Epa!!! Villa Soriano... pura adrenalina!!!! Pues sí, he estado en alguna playa brasileña de esas que vos decís, y sí, me ha gustado más... pero como aquellos personajes de "El viaje hacia el mar", ya la vi...
Ahora, dame la desolación de Península Valdés, y ya mismo me voy abrazada a una ballena!!!
Rossana: La reputísima madre que la parió a la cigüeña que me trajo!!!! Y vos, todavía, le das manija????
Lara: he tenido bajadas como esa en cerros diversos, no vayas a creer... Cuando decís que perdiste el mate... te referís al que adentro lleva yerba y no cerebro, no???? Jijiji...
Marxella: ay, México lindo y querido... es uno de mis destinos pendientes... ya llegaré (aunque sea caminando!)
Germán: gracias por la bienvenida! No vi tu comentario, porque llegó mientras escribía la respuesta anterior... Sí, che, todo igual...
Habrá segundo capítulo, si no me marcan el blog!!!
Jijiji...
Bueno "jiji" las vacaciones te hicieron bien!!
Da gusto leerte y sobre todo cuando una viene con tantas ganas de saber de su país.
Esto es lo que hay y lo que somos. Con descontentos o sin ellos, somos uruguayos che y eso pesa en el corazón.
Solo te voy a decir una cosa: NO HAY COMO ESTAR AFUERA PARA DARSE CUENTA DE QUE EL PAISITO ES UNICO Y A PESAR DE LAS "CARENCIAS" QUE LE PODEMOS ENCONTRAR, NO CONOZCO UN LUGAR DONDE SI TE QUEDAS A DORMIR EN PLENA RUTA AMANECES VIVO Y CON TODO.
Será que tenemos que empezar a querernos un poco más y así mejorar lo que no nos conforma?
Besos nena!!
Sil
Sil.*: gracias por la visita... a mí no me pasa lo mismo cuando viajo, pero es lo que hay, valorrrrr!!!!
Hola Andrea: Recorrí tu blog, lo sobrevolé como digo siempre y me encantaron las ilustraciones. Además me gusta tu humor.
La pasé muy bien leyendo este post y mí también me dieron ganas de conocer tu país, tengo pendiente desde hace años un viaje a Colonia, que me gustó mucho en la filmación de "De eso no se habla".
Esperemos ahora la aparición del segundo capítulo. Un beso.
Me refería a los dos, claro. Nunca volví a ser la misma, ahora tengo ganitas de volver a ese lugar, o a cualquier otro donde me pueda llegar a caer también.
A mi las playas también me gustan, cuando están medio vacías, para lagartear a gusto y dejarse hipnotizar por el mar... claro que cuando están llenas de niños borrachos y familias extensas no tienen gracia.
De lirium soy: gracias por la visita y por los inmerecidos elogios. Vení cuando quieras, el país está abierto todos los días del año!
Y es cierto, Colonia del Sacramento es preciosa.
Lara: lo que me molesta de las playas es que están llenas gente, y llenas de arena!!! Por no decir que soy un murciélago y que lo del maldito alumbrando en el cielo y dando calor, no me gusta nada!
Me encanto el post, y me mori de risa con lo del Negro que nos parte al medio jajaj.
Y en el interior estan todas las ciudades hechas con el mismo molde, plaza, iglesia, banco y escuela todo arrededor de la plaza, después cuatro cuadras para cada lado y chau ciudad.
Colonia no es tan así se sale un poquitito de la estructura pero igual es medio muerte, no hay mucho para hacer y como dice un amigo, cuando curzamos el charco para ir a Buenos Aires nos tiramos tres horas mirando agua marron, del rio que parece mar pero no en el color.
Besos me encanto el post
Cierto, Skyline, si no mirás el cartel a la entrada que dice "Bienvenidos a Tal Ciudad", no sabés dónde estás!!!!
Gracias por la visita.
Che Andrea:
Me olvidaba de decirte. Tu mapamundi está sensacional. Mucho mejor que el de Torres. Lo cliqueé para verlo grande y está impresionante.
Taluego
Santi: gracias por el piropo, pero me queda grande, che. Realmente no me salió lo que quería, que era un mapa explicado del Uruguay, pero esa idea necesitaba mayor espacio, y en el blog los dibujos quedan chiquitos...
Bueno, pusiste el del Uruguay. Otro cague de risa.
¿Te acordás del mapa pornográfico del uruguay que publicó Guambia hace años? No te quiero ofender, porque de repente tenías 2 0 3 añitos en aquel entonces.
Habría que conseguirlo y subirlo. Una delicia...
Tenía a Pajandú, Pijarará, San Cogé, Tacuarembolas, y así por delante...
Me voy a buscarlo.
Santi: el mapa pornográfico que salió en la "Guambia Verde" es del año 1988, y yo a esas alturas ya cruzaba la calle sola con un balde lleno de agua en cada mano y sin que se me derramara una gota...
Pahh!! Andrea!!! Eso del balde yo ya no lo puedo hacer. Por el Parkinson ¿viste?
Yo ahora tampoco... en el año 88 podía...
Bueno veo que los comment subieron el tono y para no quedarme en la retranca les agrego COJONIA y recuerdo también que en el lugar que correpondía a las termas de Almirón había un moreno bastante bien dotado...
Bueno ta, no aporto más por las dudas.
En cuanto a lo del Parkinson que acusan, no es para tanto che, tampoco son tan prehistóricos!!
Besos a los dos!!
Sil
Jijiji... Sil*, parece que el Santi y yo no somos los únicos con memoria para los detalles "cultos"!!!!
Cultos o incultos, los detalles sobran en este mundo así que para qué dejarlos pasar no?
Besos che!!
Sil
Bueno, un par de días de ausencia, vengo a deleitarme con tu sarcasmo, y ¿qué encuentro? Nada...
Vamos padelante amiga, publique segunda parte y Arriba los que luchan!
Gracias por interesarte, tiburona!
Besos!
Germán: Tiburona yo...? No, m'hijo, si a duras penas llego a mojarrita...
Y por casa, cómo andamos?
Jijiji...
Hola Andre! Aquí mi amiga Lilith pregunta por el Negro que parte!
Me parece que tu cigüeña es también la mía y nos jorobó a las dos! ¿No se habrá equivocado con los paquetitos esta plumífera? Yo no puedo ver ni en fotos a las montañas!
Me fascinó tu post, cada día "mi tierra" es más hermosa, con Negro incluído! Y otra cosa: ADORO EL MAPA AL REVÉS, MEJOR DICHO, AL DERECHO, COMO DEBE SER!
Me quedo con todas, TOOOOOODAS LAS PLAYAS, PLAYITAS, RÍOS, MARES O COMO TE GUSTE! Agua al fin y al cabo, romance, buena comida, lo que se dice...un paraíso!
Vos seguí publicando y yo sigo haciendo las valijas! Aguante mi Uruguay!
Ay, Susana: ya mismo tenemos que organizar el intercambio, y subsanar el error de nuestras cigüeñas respectivas...
Cordillera, allá voy!!!!!!
Vengo por acá y veo que me estuve perdiendo la diversión con lo del mapa...Digo yo, jijiji, entre tanto estornudo, no fuiste capaz de avisarme que acá había joda con mapa pornográfico, con lo que ya sabés que me gusta el tema? Yo sé lo que pasa...En el fondo vos estás temiendo que te cierren por pornoblógrafa! MIrá que además de Lilith, yo también pregunto por el negro que parte! Que parta pero que reparta, todo para LIlith, no!
Rossana: estás confundiendo gordura con hinchazón; el mapa porno del Uruguay fue publicado por la revista Guambia hace 20 años, y pese a ser un documento histórico, parece que varios bloggers lo tienen bien fresquito en su memoria... ¡Manga de degenerados!!!
Jijiji
¿Así que el nombre Pajas Blancas es de Guambia? ¿O me equivoco?
Ya había leído que era de Guambia, pero no te hagas la recatada...Acá lo están aludiendo a diestra y siniestra...Es más, el Santi dijo que iba a tratar de conseguirlo, pero mientras, al menos hay entretenimiento con lo de los nombres. Me descubro ante Iara. Si se me ocurre alguno, no dudaré en volver! Defendeme de la flaca... Andá, Andal! Besitos y saludEs!
Leí por ahí que tuviste problemas con el servidor. Yo también tuve. Ya estaba pensando que era mi outlook express, pobre inocente. Vengo a notificarte, por tanto, que hoy publicamos homenaje sobre Elisa en el bló del 47.
Rossana: yo tengo en mi poder ese mapa, pero mi recato y mi acrisolada moral me impiden publicarlo!!!
Puedo decir solamente que nuestro país limita con Bragasil, que hay un departamento llamado Salto 'el Tigre, otro Ahhh...rtigas! y otro Sesenta y Nueve... y no diré más!!!
Lara: creo que es al revés! Los de Guambia se inspiraron en tan famoso balneario para hacer su mapa!!!
Jijiji...
Ayy! Lara, me parece que no era Pajas Blancas, era algo peor...
Y vamo arriba Andrea, ahora que tiene escáner, escanee ese mapa y cuélguelo!! No me obligue a ir hasta Espacio Guambia y hablarle a Dabezies para que me lo venda. Lo busqué en Internet y no lo encuentro.
No puedo creer que me demorara tanto en encontrar algo como este post, una genialidad. Creeme, lo voy a utilizar como herramienta para despertar a mis alumnos, insuperable.
Yvanna:
¡Gracias, colega!
A tus órdenes.
Soy docente, y tengo ganas de sacar algun que otro apunnte de los tuyos, para compartirlo, se puede? ... saludos, y muy buen trabajo el tuyo.!!
Profesor Fernández:
Dale, no hay problema, siempre que cites la fuente.
Je je je, más vale tarde que nunca.
Me vino bien este comentario a destiempo del profe para releer esta entrada que es absolutamente brillante. Me re-cagué de risa. Digo re, porque ya me había cagado de risa en el 2008.
El Santi:
¡Una cagada retroactiva!!! Qué me vienen con el desafío Activia...
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