Decime de qué se trata, que me opongo. Qué horrible eso de vivir dentro de la computadora. Que ya es vicio. ¿Computadora? No, no tengo. Y de ahí una retahíla de injustificables argumentos de por-qué-una-es-una-mejor-persona-si-no-tiene-computado-ra que yo esgrimía hasta hace unos años. Y un buen día me di cuenta que necesitaba ese artefacto demoníaco para trabajar, y me compré una computadora –eso sí, con escáner, impresora, frigobar y microondas-, con la firme intención de usarla sólo para armar trabajos para mis alumnos, archivar planificaciones y enviar algún que otro mensajecito a los cuatro o cinco amigos que ya tenían PC por ese tiempo, y sin tener ni la más puta idea de cómo prenderla pero con una testarudez y una fuerza de voluntad dignas de mejor causa, me encerré con ella en mi cuarto durante un enero, la miré fijamente al monitor apagado y le dije: Date por dominada. La prendí, y ni bien se iluminó su monitor color de 15 pulgadas, ronroneó su ventilador, me hizo dingdingding al abrir o cerrar un programa, que me entregué por completo a su embrujo. Me dominó por completo, me hechizó, me subyugó, me sometió a sus más oscuros designios, hizo de mí lo que quiso... En un plazo mínimo, sin hacer curso alguno ni siquiera de manejo-de-PC-para-imbéciles armaba presentaciones en power point, bajaba programas de todo tipo, me comunicaba con amigos virtuales en los anillos de Saturno... Dora –que así se llama- lleva ya siete años conmigo –y yo con ella-. Tenemos nuestros días, no lo voy a negar, que a veces me avisa que Esteprogramanorresponde o Memoriainsuficienteparainiciareseprograma y se queda como en trance, y yo la puteo, me rasgo las vestiduras, me cubro con cenizas y la reinicio de un saque, pero en definitiva esta adicción, esta relación sadomasoquista, esta obsesión me ha hecho enormemente feliz. I know, it’s only rock’n’roll… but I like it. Y ya estoy en ese punto en que no voy al cine si antes no vi avances de la película, leí quince entrevistas al director y leí dieciocho comentarios de críticos y aficionados y no soy capaz de hacer un huevo duro si no leo al menos cuatro recetas distintas. Y me bajo novelas y las leo, y me actualizo en páginas de ciencia, y me informo de cómo van las cosas en Kosovo, y escucho música, y juego, y supe tener una página de viajes y tengo una en la que subo mis garabatos, y leo y comento en los blogs de mis amigos. Por eso no tengo un blog. Para no vivir pendiente de la computadora.
5 comentarios:
Pero sucumbiste igual, eh? Mordiste la manzana...Es que somos hijas de Eva. Y Eva, si hubiera podido, le hubiera pedido a Dios una computadora, en lugar de esa manzanita. Festeje, vecina, festeje, que ya tiene blog y vecinos que la quieren. Besos
Claro que sucumbí... no seré de sí fácil, pero tampoco de sí imposible!!!
Mozo, para mí, un panqueque de manzana con helado de crema!
Bueno Andrea, ahora que cometió el pecado original, siga pecando.
Pero viste, Santi, que de original no tiene nada!
Al final todos caemos rendidos...
Bonito blog!
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