No sé si es que me viene fallando la inspiración, si es que se me agotaron las ideas, si es que estoy muy cansada o qué, pero lo cierto es que últimamente estoy escribiendo algunos de mis textos a partir del hurto.
Esta vez, la víctima es el entrañable –y extrañable- Juan Pascualero, el mítico habitante de Santo Pepe, el que me “prestó” la idea, o debería decir la flexión, que si se hace más de una vez, se vuelve una reflexión.
Para ir redondeando, lo cierto es que no supe resistirme a armar un nuevo diccionario, porque no por reiterada y repetitiva una idea deja de ser útil, si una la recicla y la presenta bajo una luz diferente. Como constantemente nos recuerda la filósofa santafesina Mirtha Legrand, el público siempre se renueva.
rebajar: descender abruptamente, por ejemplo como cuando una iba bajando tranquilamente la escalera, pierde pie y temina bajando a mayor velocidad de lo deseable.
Esta vez, la víctima es el entrañable –y extrañable- Juan Pascualero, el mítico habitante de Santo Pepe, el que me “prestó” la idea, o debería decir la flexión, que si se hace más de una vez, se vuelve una reflexión.
Para ir redondeando, lo cierto es que no supe resistirme a armar un nuevo diccionario, porque no por reiterada y repetitiva una idea deja de ser útil, si una la recicla y la presenta bajo una luz diferente. Como constantemente nos recuerda la filósofa santafesina Mirtha Legrand, el público siempre se renueva.
rebajar: descender abruptamente, por ejemplo como cuando una iba bajando tranquilamente la escalera, pierde pie y temina bajando a mayor velocidad de lo deseable.
rebelde: adjetivo camaleónico que se adapta tanto a James Dean como a Laurent Nkunda o a tu hijo de 14 años que hace tres días que no se baña.
recapitular: volver a rendirse ante el enemigo, actitud propia de pueblos sin mucho carácter o con muy pocas ganas.
reciclar: volver a emitir ciclos de programas viejos. Lo que hacen los canales de TV durante el verano.
recoger: reconocer.
recóndito: que queda allá donde te dije, que es por donde el diablo perdió el poncho.
reconocer: conocer a una persona en el sentido bíblico, más de una vez.
recórcholis: expresión utilizada cuando no hay Cristo que logre descorchar esa maldita botella.
reformatorio: clínica estética en donde te dejan con la forma que vos elijas (o al menos, eso te hacen creer).
regalo: francés patriotero, como Asterix o Sarkozy, sin ir más lejos.
regresar: volver a gresar. No confundir con gresar hacia dentro (ingresar) y mucho menos, para afuera (egresar).
regreso: procurar tenerlo con Gloria, aunque esta mina es de hacerse la difícil.
remedio: un medio más un medio. Cualquier abombado con matemática de jardinera aprobada sabe que un medio más otro medio es un entero.
reparar: parar más de una vez. Acción estrechamente vinculada con reconocer.
repicar: cortar vegetales en cubitos chiquitititos, o sea, en brunoisse.
repollo: pollo de doble pechuga, de esos alimentados a prepo y llenos de esteroides.
resignar: corregir los signos ortográficos de un texto, tarea propia de correctores de diarios y de profesores de idioma español.
retener: tener mucho. Acción propia del que comete el pecado de la avaricia.
retirar: tirar por fin aquel trasto inútil que guardamos por las dudas, “capaz que alguna vez nos sirve”.
retorta: dama prefiere la compañía de otras damas, desconozco si para jugar a las mismas.
revisión: lo que te ocurre cuando por fin te decidís a consultar al oftalmólogo.